Es un error pensar que la investigación científica y su aplicación tecnológica se realizan fuera de un contexto histórico, independientemente de intereses. Cualquier investigación “pura” tiene motivaciones –no siempre claras o explícitas- determinadas por el contexto económico, político, cultural, y social. Es por esto que con este artículo inauguramos una serie de notas que intentarán profundizar sobre este tema.
Antes conviene reflexionar sobre las palabras del título que son utilizadas con frecuencia; muchas veces ambiguamente. Es poco conocida la gran atención que se le ha dado en el terreno de la filosofía a la definición y sistematización de la ciencia y la tecnología. No entraremos en las discusiones filosóficas, trataremos de ir al meollo del asunto con la ayuda de algunos ejemplos y partiendo de definiciones mínimas.
La ciencia (del latín scientia= ‘conocimiento’) es un conjunto de conocimientos estructurados sistemáticamente sobre el Universo los cuales pueden ser relacionados unos con otros. Éstos son obtenidos mediante la observación de patrones regulares en la naturaleza (u otra realidad derivada, como la sociedad, la economía, la política) que conducen a razonamientos y experimentación, a partir de los cuales se construyen hipótesis, se deducen principios y leyes generales1La palabra ciencia se usa también para actividades que no comparten con la ciencia racional, ni el método de obtención del saber, ni la validación experimental ni siquiera el uso del raciocinio. Como por ejemplo: “ciencias ocultas”, “ciencias paranormales”, etc. Son actividades dominadas por el subjetivismo, el prejuicio, la idealización y especialmente la explotación de la ignorancia.. La experimentación, es decir la verificación de estas hipótesis en la realidad es la que da validez al conocimiento científico. Tecnología es el conjunto de conocimientos técnicos, ordenados científicamente, que permiten diseñar y crear bienes y servicios que facilitan la adaptación humana al medio ambiente y satisfacer tanto las necesidades esenciales (vitales) como los deseos de grupos sociales o personas. Es una palabra de origen griego, (formada por téchne , arte, técnica u oficio y logía, el estudio de algo). Este conjunto de saberes está dirigido a la satisfacción de necesidades humanas: vivienda, alimentos, energía, vestimenta, conectividad, etc., sin que “necesidad” implique un juicio de valor acerca del producto, el cual también puede implicar requerimientos superfluos, frívolos o moralmente censurables como la guerra.
El vínculo entre ciencia y tecnología
Estamos tan habituados a concebir la ciencia y la tecnología como áreas del conocimiento estrechamente vinculadas y mutuamente influidas, que no apreciamos que históricamente eso no fue así.
Si volvemos a la definición de tecnología antes mencionada, se podría apreciar que está próxima al “saber hacer”, a la destreza, a la habilidad, al oficio y, en sentido amplio, al arte. Como áreas de conocimiento surgió antes que la ciencia, como un conjunto de destrezas que posibilitó a la humanidad dar importantes saltos civilizatorios. Supongamos la especie humana en tiempos remotos: en el proceso de la sedentarización el hombre debió aprender a realizar una serie de modificaciones de su entorno para su supervivencia que implicó domesticar animales, aprender a seleccionar las especies más útiles para un fin determinado, por ejemplo el transporte, la carga o alimentación. Simultáneamente generó la tecnología para cultivar vegetales, seleccionar semillas, rotación, abonado y laboreo de tierras. De estas tecnologías primitivas mucho ha llegado hasta nosotros, un claro ejemplo de que el conocimiento se hace o construye permanentemente y cimentado en lo que otros han creado.
También los gérmenes de la ciencia se establecieron desde temprano en la historia de la humanidad, como pura especulación intelectual. En la antigua Grecia, Demócrito (siglo quinto antes de cristo) desarrolló la “teoría atómica del universo”. Esta teoría, al igual que todas las teorías filosóficas griegas, no sostiene sus postulados con experimentos, sino que se dedujo mediante razonamientos lógicos. La teoría atomística de Demócrito establecía: A) Los átomos son eternos, indivisibles, homogéneos, incompresibles e invisibles. B) Los átomos se diferencian solo en forma y tamaño, pero no por cualidades internas. C) Las propiedades de la materia varían según el agrupamiento de los átomos. Hoy sabemos que a grandes rasgos2Por ejemplo, hoy sabemos que los átomos están constituidos por otras partículas, es decir son divisibles., esta teoría es correcta; pero debió pasar mucho tiempo para que se encontrara la evidencia experimental que pudiera sustentar la existencia de átomos. Esta especulación sobre la materia en su momento no significó ninguna modificación en la calidad de vida de los griegos, tanto pobres como poderosos; hoy nos asombramos de estos pensadores que consiguieron tales conclusiones guiados únicamente por el pensamiento racional.
Poco a poco ciencia y tecnología fueron acercándose, fundamentalmente por un cambio en la actividad científica que consolidó el tránsito de la mera especulación a la comprobación experimental como fundamento de verdad. Galileo Galilei en el Renacimiento fundó el método científico moderno e introdujo a la matemática3La teoría matemática se desarrolla en abstracto: no depende más que de sí misma. La verdad se evalúa por la lógica y no por la experimentación. Sin embargo, una de sus utilizaciones más valiosas es el describir o modelar los procesos del mundo real, de manera que hay una interacción constante entre las matemáticas puras y las matemáticas aplicadas. como herramienta fundamental de la ciencia. Su trabajo se considera una ruptura de las teorías asentadas en la física de Aristóteles, su enfrentamiento con la Inquisición suele mostrarse como el mejor ejemplo de conflicto entre religión y ciencia en la sociedad contemporánea. Francis Bacon, filósofo inglés contemporáneo de Galileo es también mencionado como otro fundador del método científico moderno, si bien no fue tan radical como Galileo, en el sentido que despreció la matemática por considerarla especulación pura. Creía que solo valía la experimentación y de allí y solamente desde allí –casi que pasivamente- se debían deducir las leyes que gobiernan la naturaleza. Bacon es uno de los pilares de la corriente filosófica denominada empirismo, que enfatiza el papel de la experiencia ligada a la percepción sensorial en la formación del conocimiento.
Durante el siglo XIX el fortalecimiento de las ciencias experimentales – particularmente la física y la química- acompasada con la demanda tecnológica de la Revolución Industrial determinó que los descubrimientos de la ciencia encontraran aplicaciones cada vez más inmediatas.
Suele mencionarse el establecimiento de los principios básicos del transistor en la década 1940-1950 como el conocimiento científico que más rápidamente, en esos tiempos, llegó a un producto. El transistor eliminó las válvulas o lámparas de los aparatos de recepción de ondas electromagnéticas, entre ellos, radios y televisores, permitiendo mayor compactación de los circuitos electrónicos, menor emisión de calor; la radio portátil de mediados de los 50 es un ejemplo claro de un auge tecnológico comercial similar a lo que hoy es el teléfono celular.
Actualmente, el desarrollo tecnológico está fuertemente ligado a los hallazgos de la ciencia. Así como aparecen hallazgos de la ciencia que son rápidamente transformados en productos o servicios, también el área tecnológica -ante la necesidad de ampliar la oferta de productos- demanda de la ciencia básicas respuestas específicas.
La Revolución Industrial del siglo XIX, resultado de una nueva fase del capitalismo demandó más conocimiento científico. En los países imperiales aparecieron gran cantidad de centros de investigación de dedicación exclusiva y promovidos por el Estado, es decir la investigación científica comienza a realizarse de forma sistemática y no tan sólo ligada a enseñanza o acciones aisladas de los hombres de ciencia. Hoy los grandes focos de producción científica, son los centros académicos de investigación, generalmente estatales. Centros que pueden estar vinculados a la enseñanza (universidades) o dedicados en exclusiva a un área de la investigación científica. Un símbolo evidente del actual vínculo entre ciencia y tecnología, es que las grandes empresas tienen sus laboratorios de desarrollo próximos a estos centros de investigación, esto es un fenómeno mundial en expansión.
Un ejemplo de la relación entre hallazgo científico y su aplicación
La Penicilina
Fleming fue un microbiólogo escocés que pasó a la historia como gran científico, llegando a ser enterrado como héroe nacional; esta gloria se debe a que su trabajo inició la era de los antibióticos, nada menos que el hallazgo de este grupo de medicamentos que salvaron y salvan millones de vidas.
Como consecuencia de un accidente en su trabajo de laboratorio en que los cultivos de microbios patógenos (estafilococos) se habían contaminado con un hongo (moho) frecuente en el aire denominado científicamente Penicillium notatum, Fleming descubrió que, entorno al crecimiento del moho, se producía la lisis del patógeno. Lisis significa destrucción, la muerte de las bacterias, y en este caso, la de las bacterias patógenas crecidas en las placas de cultivo4Las placas de cultivo, denominadas placas de Petri son recipientes chatos, de vidrio o plástico, donde se aplica un material estéril: un gel con determinados nutrientes. Sobre la superficie del gel se deposita el microorganismo a estudiar.. Aunque reconoció inmediatamente la trascendencia de este hallazgo (y esta fue su genialidad) es decir, la presencia de un producto bactericida en el moho, sus colegas lo subestimaron. Comunicó su descubrimiento en la revista British Journal of Experimental Pathology en 1929.
Fleming trabajó durante un tiempo para la obtención y purificación de la sustancia bactericida (penicilina) a partir de los cultivos del moho, tarea que resultó difícil y más apropiado para los químicos.
La comunidad científica creyó que la penicilina sólo sería útil para tratar infecciones banales y por ello no le prestó atención. Sin embargo, el antibiótico despertó el interés de los investigadores estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, los químicos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey que finalmente desarrollaron en Inglaterra un método de purificación de la penicilina que permitió su síntesis y distribución comercial, sin embargo, este país tenía la totalidad de sus infraestructuras industriales dedicadas a las necesidades de la guerra. Por este motivo, ambos investigadores acudieron a Estados Unidos a montar plantas de producción dedicadas exclusivamente a la penicilina. El procedimiento industrial logrado disminuyó el precio del antibiótico varias decenas de veces respecto a los procedimientos de purificación que intentaba Fleming, con lo que lo hizo accesible a toda la población. Son innumerables las vidas que se salvaron durante la guerra debido al medicamento.
Fleming no patentó su descubrimiento creyendo que así sería más fácil la difusión de un antibiótico necesario para el tratamiento de las numerosas infecciones que azotaban a la población. Por este descubrimiento, compartió el Premio Nobel de Medicina de 1945 junto a Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey. Este premio es todo un ejemplo de justicia intelectual al premiar conjuntamente al científico y a los que desarrollaron la tecnología que posibilitó la producción industrial de la penicilina.
Por: Julio Battistoni
Referencias
↑1 | La palabra ciencia se usa también para actividades que no comparten con la ciencia racional, ni el método de obtención del saber, ni la validación experimental ni siquiera el uso del raciocinio. Como por ejemplo: “ciencias ocultas”, “ciencias paranormales”, etc. Son actividades dominadas por el subjetivismo, el prejuicio, la idealización y especialmente la explotación de la ignorancia. |
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↑2 | Por ejemplo, hoy sabemos que los átomos están constituidos por otras partículas, es decir son divisibles. |
↑3 | La teoría matemática se desarrolla en abstracto: no depende más que de sí misma. La verdad se evalúa por la lógica y no por la experimentación. Sin embargo, una de sus utilizaciones más valiosas es el describir o modelar los procesos del mundo real, de manera que hay una interacción constante entre las matemáticas puras y las matemáticas aplicadas. |
↑4 | Las placas de cultivo, denominadas placas de Petri son recipientes chatos, de vidrio o plástico, donde se aplica un material estéril: un gel con determinados nutrientes. Sobre la superficie del gel se deposita el microorganismo a estudiar. |