La cosa pública lo es en general y lo es en particular en aquellos lugares en los cuales se explicitan los modelos de sociedad que se pretenden construir. Los presentes y los pasados tienen que ver mucho con estos modelos de sociedad.
Las derechas de la educación
La posición de la derecha respecto a la educación no es uniforme –así como tampoco lo es la nuestra- pero tiene sí una serie de características que tienen que ver con la construcción de futuro. La oposición nunca se planteó la educación como derecho humano, nunca se planteó la necesidad de la participación, nunca planteó la necesidad de construir un Sistema Nacional de Educación Pública y esto no es por olvido, esto revela un lugar asignado a la educación en un modelo de sociedad. No estando en el gobierno es razonable que sus posiciones vayan en el mismo sentido pero siendo oposición. Así escuchamos hoy la crisis de la educación en boca de aquellos que la asfixiaron presupuestalmente, que desarmaron los sistemas de posgrados docentes, que pretendieron una educación pobre para pobres.
Hay detrás de esto un ataque a la educación pública estatal. En nuestro país, la izquierda, los trabajadores, la ciudadanía en general pusieron freno a los ataques sobre la educación, desde antes del 73´ se intenta quitar Autonomía a los Entes, desmantelar espacios que han hecho de la educación pública lo que es, basta mirar alrededor para darnos cuenta que hay varios intereses privados en meterle mano al presupuesto de la educación.
Los manejos que se hacen acerca del funcionamiento del sistema público son parte de esta lógica. Existe un aparente conceso en que las instituciones públicas son peores que las privadas, para esto la derecha y los medios se pertrechan de unos dudosos datos, que leídos fuera de la propaganda anti educación pública, dicen absolutamente lo contrario. Pero sucede que esto es planteado en momentos en que la población tiene trabajo y mejores salarios, se le vende por aire, tierra y mar a la población que la escuela pública está mal, consolidando la tendencia de aumento de la matricula privada en momentos de crecimiento económico. Detrás del interés general declarado, aparece el interés empresarial expresamente ocultado.
Es más, la derecha en la opinión pública formula propuestas “constructivas”, que revelan, una construcción del lugar asignado a la educación. El objetivo: des construir el Sistema Nacional de Educación Pública.
Por casa cómo andamos.
El Frente Amplio desde hace ya varios Congresos no logra una resolución clara acerca del tema, las discusiones internas hacen que un tema tan delicado quede en definiciones breves, generales y bastante insuficientes para lo que se presenta como una oportunidad única en la cual se logran dos gobiernos de la fuerza política con mayorías parlamentarias y crecimiento constante de los recursos asignados a la educación.
En algunas reflexiones parece que la responsabilidad de esto estaría en las características que ha tomado el debate en torno hacia dónde vamos en estos temas, y por tanto en quienes participan del mismo; pero sucede que este no es un debate únicamente de la educación, aunque es uno de los lugares donde se expresa la discusión acerca del futuro y que cosas ponemos allí.
La batalla por la igualdad es parte de lo que ponemos en ese futuro, la educación tiene mucho para decir en este asunto y también rendir alguna cuenta de lo que viene haciendo, pero no se puede ser ingenuos en que es la educación la que resuelve la desigualdad que existe en el contexto del modelo de producción y acumulación actual. Hemos comprado el paquete de que el sistema educativo es injusto con los más pobres como si las tareas educativas se realizaran en una probeta donde no existe la concentración de la riqueza ni la explotación del hombre por el hombre, es más, algún despistado pide que sea la educación la que resuelva estas injusticias y rápidamente.
Es la batalla por la justicia la que está dando cuenta de que necesitamos mejorar mucho el Sistema de Educación Pública, su infraestructura, sus propuestas de formación, la presencia de todos los niveles en todo el territorio nacional, entre otras cosas. Para ello es necesario que no se suprima el debate público y fundado de toda la ciudadanía acerca de estos temas. Este debate es el que permite fundamentar los esfuerzos no menores que hay que realizar en la materia y construir correlaciones de fuerzas para construir los cambios, que de ser tales, deben beneficiar a los perjudicados de siempre y que probablemente cuente con la resistencia de las derechas, las viejas y las nuevas.
Por: Pablo Caggiani