La decisión del gobierno argentino de expropiar la empresa petrolera REPSOL – YPF en el marco de la Constitución y las leyes vigentes para recuperar la explotación de sus recursos energéticos, forma parte de la lucha por la liberación nacional y el socialismo. Nos refresca la memoria a los que estábamos un poco olvidados de lo que enseñaban los teóricos de la dependencia y antes que ellos, Lenin sobre el papel de los gobiernos en los países capitalistas. Una expropiación en la lucha por la liberación nacional y el socialismo.
REPSOL es un modelo de comportamiento de las inversiones extranjeras directas. Accedió a la explotación y exploración de hidrocarburos en Argentina por procedimientos fraudulentos, vació los pozos y giró utilidades para invertir en el exterior por 3.000 millones de dólares aproximadamente entre 2008 y 2010. Bajó la producción destinada al mercado interno de Argentina, presionó al gobierno para que aumentara los precios y anunció que no tenía recursos para invertir en la explotación de las reservas descubiertas recientemente (Suárez y otros, Brecha del 20/04/12, pp.4 y 5).
Rajoy anunció represalias sobre Argentina por esta acción, con el fundamento de que el que ataca a Repsol ataca a España. Le faltó agregar que lo aprendió leyendo a Lenin que decía que los gobiernos conservadores de los países capitalistas eran los comités administradores de los negocios de la burguesía. Ya lo estaba demostrando dentro de su país con un ajuste criminal que llevó la desocupación del 23% de la población activa o sea 4.7 millones de personas. Y anunció su primer medida de represalia: no va a importar biodiesel de Argentina. ¡Patético! ¿Quién le dijo que Argentina le quería exportar biodiesel?
México y Chile manifestaron su descuerdo con la medida de Argentina. México, a través de la empresa estatal de petróleo PEMEX, es accionista de Repsol. Chile es importador de gas de Argentina y una de las escasas inversiones realizadas en los últimos años fue el gasoducto para exportarle. Los dos países no están de acuerdo en que Argentina nacionalice los hidrocarburos; como ellos ¡paradoja!
Para el profesor de economía de la Universidad de Sevilla, Juan Torres López:
La única manera de entender las razones que provocan el furor con que el gobierno español, los medios de comunicación y tantos tertulianos de toda laya defienden a Repsol, no puede ser otra que comprobar el amplio listado de ex autoridades del Estado, incluyendo actuales ministros, que han estado en su nómina, las miles de páginas y horas de su publicidad que financian a los medios y quién sabe qué otro tipo de influencias más inconfesables e inconfesadas.
Y agrega: Confundir los intereses de Repsol con los de España es un insulto a la inteligencia de los españoles. Ni es española por la composición de su capital -mayoritariamente en manos de intereses extranjeros-, ni por la estrategia empresarial que persigue ni, como he dicho, porque beneficie principal o sustancialmente a las familias o empresas españolas. Más bien todo lo contrario.
La Presidenta Cristina Fernández informó sobre la caída de la producción de Repsol – YPF durante una década, la reducción de las inversiones y de sus reservas de petróleo. Duplicó el valor de ventas por el aumento de precios internacionales, girando las utilidades al exterior. Como consecuencia Argentina tuvo que importar combustible. Esta gestión comprometió la soberanía energética del país que pasó de ser autosuficiente a importador neto de energía.
La empresa reclama más de 10.000 millones de dólares y en su exposición en el Senado el Vice Ministro de Economía Axel Kicillof anunció que “Estamos en condiciones de decir que los números que hablaban acerca del valor de la compañía, de manera imprudente, van a ser revisados a medida que vayamos conociendo vericuetos e información secreta que la empresa manejaba” Agregó que YPF tiene una deuda cercana a los U$S 9000 millones”, es decir, el pasivo de la compañía equivale prácticamente al monto que los directivos españoles reclaman (Diario Tiempo Argentino, 19/04/12).
Señaló que van a tener que pagar el deterioro de la infraestructura y los daños ambientales causados por los oleoductos. Según el Vice Ministro la empresa solo buscó “maximizar sus ganancias y disminuir sistemáticamente la producción de petróleo”.
Como señaló Zaiat “El petróleo y el gas -combustibles por el momento imprescindibles para impulsar el motor de la economía- son recursos escasos no renovables. Característica que los convierte en estratégicos. Esto no es materia de discusión ni debate en los países centrales, donde el acceso, control y utilización del petróleo son considerados una política de Estado.
Con el Estado nuevamente a cargo de YPF se buscará recuperar el autoabastecimiento, pérdida que lesiona la seguridad económica, fiscal y energética del país. Ese objetivo se enfrentaba con una limitación. Si los recursos hidrocarburíferos seguían siendo considerados una materia prima de libre disponibilidad, con el predominio del criterio privado de maximizar utilidades, en el período más corto, y si son empresas extranjeras, enviar esas ganancias a sus casas matrices.” (Diario Página 12, 17/04/12). Para recuperar la soberanía energética la intervención del Estado es imprescindible en la gestión y control del mercado de hidrocarburos, con inversiones como gasoductos o centrales eléctricas, en la administración y planificación de la disponibilidad de petróleo y gas incluyendo inversiones privadas en la planificación estratégica.
Torres López agrega: En Argentina, como en otros países, Repsol utiliza las respectivas filiales nacionales, como hacen todas las empresas multinacionales, para fijar los llamados “precios de transferencia” (artificialmente bajos para hacer que aparezcan pérdidas allí donde conviene y beneficios en donde pueden conseguir tratamiento fiscal y condiciones políticas más favorables).
En lugar de orientar la explotación de los recursos nacionales hacia el abastecimiento interno que cubra las necesidades de la población y satisfaga los respectivos intereses nacionales, se utiliza como parte de una estrategia de maximización de beneficios global que, entre otras cosas, pasa por considerar al petróleo, y al resto de las materias primas, como una commodity, es decir, no solo un bien orientado a la producción y el consumo sino, sobre todo, a su utilización como activo financiero para especular con él en los mercados.
Para tener en cuenta en Uruguay
El gobierno uruguayo y el Frente Amplio deberían aprender de esta experiencia, en varios aspectos.
Primero, lo que podemos esperar de las empresas transnacionales. Está en la lógica del capital de que la inversión que se realiza se amortice, no menos de un 5% anual y que gire utilidades al exterior, no menos de otro 5% anual. De modo que, por ejemplo, una inversión como Botnia – UPM de 1.500 millones de dólares generará una salida anual de, por lo menos, 150 millones de dólares, durante los próximos veinte años.
Lo anterior en una hipótesis optimista de continuidad de la actividad, dado que si en el transcurso de los próximos años cambia la tecnología para la producción de celulosa, cae la demanda del producto o se encuentran árboles más baratos en otro país, bajará la cortina. Finalmente, si en algún momento incurre en algún acto comprobado de deterioro del medio ambiente y se le impone una sanción, también podrá evaluar si resulta mejor negocio bajar la cortina o presentar una demanda ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) en el que la última palabra la tiene el Banco Mundial.
Segundo, de nuestra propia historia y la larga lucha para reducir la dependencia energética. Con proyectos desde 1920 recién en 1931 se creó la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland (ANCAP) y recién en 1937 empezó a refinar petróleo en la planta de La Teja. La importación y refinación de petróleo, la producción de cemento y de alcoholes, estaba en manos de capitales extranjeros que asociados a los políticos conservadores se opusieron por todos los medios a estas iniciativas del batllismo. Para lograr que ANCAP pudiera ejercer el monopolio de la refinación se tuvo que hacer un pacto secreto con las empresas extranjeras que se repartieron las cuotas de importación del crudo para venderle a ANCAP y de la distribución al consumo interno.
Dificultades parecidas tuvieron las iniciativas para desarrollar la energía hidroeléctrica que implica una menor dependencia de la importación de petróleo y las iniciativas surgidas desde 1920 se concretaron recién en 1946 cuando la represa de Rincón del Bonete sobre el Río Negro comenzó a generar energía y quince años después empezó a genera la represa en el Rincón de Baygorria.
Estas formas de reducir la dependencia energética permitieron, como se lo propone Argentina hoy, producir y vender la energía a menores precios aumentando la competitividad de la industria.
Un tercer aspecto es tener en cuenta la situación financiera internacional.
Cuando el Presidente compañero Mujica manifiesta su preocupación por la devaluación del dólar y del euro, hace referencia a la situación que se generó por las gigantescas emisiones de esta monedas para hacer frente a las crisis financieras, el mundo está inundado de dólares y euros. Se puede agregar que algunas oportunidades de colocación de capitales ya no funcionan, como los fueron las hipotecas en los Estados Unidos o la compra de deuda pública de países de la Unión Europea, para concluir que hay una gigantesca oferta de capitales buscando oportunidades de inversión.
Otro indicador adicional son las licitaciones de deuda pública que hace el Banco Central del Uruguay en las que permanentemente la demanda de valores públicos uruguayos es más del doble de lo que el Banco Central tiene interés en colocar. Por último, es evidente la lucha por el control de los recursos naturales de las grandes potencias, principalmente entre los Estados Unidos y China.
De todo lo anterior se concluye que no hay motivo para promover las inversiones extranjeras directas o financieras, por el contrario, es posible cobrar por la explotación de los recursos naturales del país.
En las inversiones extranjeras directas, las exoneraciones de impuestos son innecesarias y contribuyen a la concentración y extranjerización de los medios de producción; con lo que se ahorran los inversores, pagan el ICIR y les sobra para seguir comprando campo y empresas.
En las operaciones financieras, la colocación de valores públicos en unidades indexadas le da al inversionista una rentabilidad que logra en muy pocos lugares del mundo y aumenta el costo para el Estado uruguayo. Teniendo en cuenta que desde hace más de dos años y por lo menos por un año más la inflación no será menor a un 7% anual y la cotización del dólar se mantendrá estable o caerá levemente, las unidades indexadas permiten ganar un interés de un 9% en dólares por un depósito a un año en el BROU y un poco más si se compran valores públicos a cinco o diez años de plazo. Hay que tener en cuenta que España, fundida, coloca deuda al 6.5% de interés anual lo que significa un 4.5% por encima de lo que paga Alemania.
El contexto de la crisis internacional y los caminos de la integración
La situación internacional debería llevar a los países del MERCOSUR a pasar de competir a cooperar, tanto para desarrollar su producción como para enfrentar a las empresas transnacionales.
Es necesario desestimular el ingreso de capitales especulativos de corto plazo; seleccionar las actividades en las que se permitirán inversiones extranjeras; regular la repatriación del capital y la transferencia de utilidades de las inversiones directas; acelerar la creación de las instituciones financieras regionales; acordar el intercambio de información fiscal para perseguir la fuga de capitales y el lavado de activos.
La recesión en los países de mayor desarrollo tendrán impactos en las exportaciones y el nivel de actividad y se requieren medidas para promover la articulación de las cadenas productivas, fortalecer el comercio interregional y aumentar la protección con el resto del mundo; aumentar la demanda interna en cada país para que aumente en la región; proteger el mercado regional con medidas antidumping y aumentar el Arancel Externo Común en el MERCOSUR.
El papel de China puede ser muy importante. Para el Banco del Sur sería una fuente de recursos de bajo costo teniendo en cuenta el nivel de las tasas de interés y a China le daría la oportunidad de colocar sus excedentes en monedas diferentes al dólar que se devalúa. Los países de América del Sur podrían también renegociar el intercambio comercial, dado que actualmente la región exporta casi exclusivamente materias primas e importa bienes con alta tecnología.
Por: Jorge Notaro. Frenteamplista sin partido militante por la coordinación de los que quieren ir más allá del capitalismo. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores.