Del 18 al 22 de junio Montevideo vivió la primera edición de Tenemos que ver, Festival Internacional de Cine y DDHH de Uruguay. El evento organizado por Tenemos que ver y Cotidiano Mujer, se desarrolló en la Sala Zavala Muniz del Teatro Solís.
Con una importante afluencia de espectadores durante 5 días se proyectaron más de 20 películas de 10 países; participaron films de Argentina, Perú, Bolivia, México, España, EEUU, Brasil, Cuba, Honduras y Uruguay; en las categorías de Competencia, Muestra y Cortometrajes. Se presentaron películas de género ficción, documental y animación; siete de ellas fueron evaluadas por el jurado internacional del festival, integrado por Florencia Santucho (Dir. Del Festival Internacional de Cine y DDHH de Argentina), Aldo Garay (Director) y Luis Zaffaroni (Dir. Ejecutivo DocMontevideo).
Bajo la idea de Cine que te encuentra, este evento fue una invitación a ampliar la mirada sobre los DDHH a partir del encuentro con otros y sus realidades, expresadas por medio del arte y presentadas en pantalla. En su primera edición el festival realizó día a día mesas de debate, en torno a las temáticas de género, juventud; tierra y ambiente, memoria y justicia, que abrieron el diálogo entre activistas, referentes, personalidades del ámbito cinematográfico nacional e internacional y público presente.
En torno al festival se desarrollaron también actividades paralelas que involucraron a distintos actores, como lo fueron la muestra fotográfica “Sangre de mi sangre” a cargo de Estela Peri presentada en el Museo Cabildo Municipal, “L@s Jóvenes Tenemos Que Ver” a cargo de jóvenes pertenecientes a distintas organizaciones de la sociedad civil nucleados en torno a Incluí Tu Voz, y el taller “Arte Público: el cine, la memoria, los DDHH en Colombia y América latina”, dictado por Edgar Medina Fetecua (Colombia). Este último culminó con una intervención urbana en la peatonal Sarandí, donde los integrantes del taller mediante una actividad lúdico-artística propusieron a los transeúntes la reflexión en torno a la violencia de género.
El viernes 22 de junio el festival llegó a su fin y durante la ceremonia de cierre se conocieron las películas elegidas por el jurado Internacional. El Premio Tenemos que ver 2012, otorgado al mejor largometraje fue para la película a Agnus Dei de Alejandra Sánchez (México).
“Por revelar descarnadamente la impunidad de la Iglesia Católica contra los actos de pedofilia cometidos por algunos de sus miembros, aprovechándose de la confianza de humildes familias que ven en la iglesia y en sus voceros un futuro más venturoso para sus hijos. También este jurado quiere resaltar la valentía del protagonista de esta historia, Jesús Romero, por exponer su historia corriendo el riesgo de afrontar estigmatización social por un lado y difamación por parte de una de las corporaciones más poderosas del mundo.”
Se entregó también una Mención Especial al documental ¿Por qué quebró McDonald’s? de Fernando Martínez (Bolivia).
“Por su original testimonio acerca de la estrecha relación entre los derechos humanos y la soberanía alimentaria como eje identitario fundamental para la construcción de una sociedad justa basada en la armonía con el territorio que habita y en la valoración de la cultura autóctona que en ella se arraiga. La fuerza de este colorido documental coral radica en la naturalidad con la que el relato conduce al espectador hacia la riqueza y variedad de una comida típica nacional que termina venciendo desde lo cultural uno de los referentes emblemáticos del consumo masivo a escala internacional.”
Por otro lado Amnistía Internacional entregó su reconocimiento a cargo del jurado integrado por Ivahanna Larrosa, Marisa Ruíz y Juan Álvarez Lemes, premiando también a la película Agnus Dei de Alejandra Sánchez (México).
“Por la capacidad de abordar a través de una historia personal una problemática que trasciende fronteras y que representa una gran violación a los derechos de los niños. Por explorar a través del personaje el abuso del poder de una institución como la iglesia, su relación con la comunidad, la impunidad y la responsabilidad estatal. Por la fuerza narrativa con la que se cuenta esta historia.”
El cierre de la ceremonia estuvo a cargo del Cuarteto Ricacosa quien acompañó la velada con su música, al igual que lo hizo durante la ceremonia de apertura Carmen Pi.
A días de finalizada esta primera edición de Tenemos que ver, la cual inauguró un nuevo espacio en nuestro país y tendrá como broche de oro la realización de tres salas itinerantes en diferentes barrios de Montevideo durante el mes de agosto; muchas son las preguntas que surgen sobre por qué es necesario un evento festivo de estas características que promueva el encuentro y el diálogo entorno al cine, el arte y a los DDHH en el Uruguay.
Creemos que la respuesta se relaciona directamente con nuestras libertades, como sociedad e individuos. Día a día nos vemos bombardeados por imágenes y mensajes, sin ser capaces de reflexionar en que nos determinan e influencian. Mensaje que actúan directamente en nuestras necesidades y consumos culturales y de bienes; cientos de películas año tras año llegan a nuestras videotecas personales y allí cómo cimientos se quedan y se imponen.
Luego de esta experiencia entendemos que la existencia de este Festival permite que tengan un espacio en nuestra pantalla aquellas películas que de otra forma no veríamos, tener la posibilidad de elegir que ver, independientemente de lo que los circuitos comerciales nos ofrezcan. Ampliar el espectro de posibilidades, poder acceder a conocer otras culturas a partir de sus realizadores, otras realidades, otros conflictos y otras soluciones. Reflexionar entorno a los DDHH a partir de ellas, entonces seguramente encontremos en esos films un espejos donde vernos a nosotros y nosotras mismas.
Esta libertad, de ahora en más, merece su espacio y festejo en nuestra agenda cultural.
Esperamos encontrarnos en un nueva edición de Tenemos que ver.
Por: Colectivo Tenemos que Ver