Contradicciones en presencia

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Resolver las contradicciones que se generan en esta etapa y que conlleven una acumulación estratégica que nos permita acercarnos a otro tipo de sociedad, es el principal desafío de las fuerzas de izquierda.

Estamos transitando una etapa progresista con un gobierno de la fuerza policlasista Frente Amplio. El MPP, con los tupamaros del MLN, integra esa fuerza policlasista y, debido al relativo éxito electoral, ocupa algunas responsabilidades de gestión de gobierno.

Tanto el MLN como el MPP tienen planteada estratégicamente la acumulación política, ideológica, organizativa etc., para establecer una acumulación que permita una correlación de fuerzas capaz de permitir procesar una vía de transición hacia una nueva civilización. Esa acumulación hace necesario el desarrollo político, ideológico, cultural, de los sectores sociales subordinados de esta sociedad presente.

Porque no se trata de favorecer a los pobres, cosa que desde siempre estuvo en la preocupación de los verdaderos cristianos, por lo menos en occidente, sino de que no haya más pobres en la sociedad. Si no hemos leído mal los libros, los escritos y el libro no escrito de la vida, mientras haya capitalismo habrá pobres.

Bien, decíamos que en el Uruguay, debido al éxito electoral de la alianza policlasista, a los compañeros del MPP y a algún Tupamaro del MLN le han correspondido algunas responsabilidades en la gestión del gobierno.

Quiere decir que tenemos gente de los dos lados del mostrador. Y eso, inevitablemente va a generar contradicciones. Porque la inmensa mayoría de nuestros militantes, están en el campo popular, son trabajadores, empleados, es decir, aportan su cuota de plusvalía, como enseña el marxismo, pertencen al campo de los explotados.

Sin duda, los dos gobiernos frenteamplistas han tenido una preocupación en serio por la situación de los sectores empobrecidos por las políticas reaccionarias de los anteriores gobiernos. Pero los pobres siguen existiendo, y si bien han mejorado los índices de desocupación, los puestos de trabajo logrados, según el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, son con salarios absolutamente insuficientes.

Quiere decir entonces que el conjunto de los que todavía no tienen trabajo y los que trabajan con salarios insuficientes tienen sobrados motivos para encarar la lucha por mejores condiciones de vida.

Por otra parte, quienes están en el gobierno, por muy buenas intenciones que puedan tener en lo personal, están limitados por múltiples condicionantes. La primera es de carácter ideológico. En la fuerza policlasista hay personas pertenecientes a sectores sociales que no tienen interés en el cambio social. Esto es por la sencilla razón de que el sistema no los desfavorece. No olvidemos que la política es lucha de intereses. Por supuesto tampoco quieren la pobreza extrema.

Pero hay una limitante muy poderosa y es la correlación de fuerzas. La fuerza policlasista tiene el gobierno, pero el poder real está en manos de quienes tienen el poder económico con el apoyo de simpatizantes que poseen otros poderes.

Por lo tanto el gobierno frenteamplista tiene que hacer equilibrios y cuando esos equilibrios no se logran, los sectores populares generalmente son los más perjudicados. No cabe duda de que es intención del gobierno continuar, en lo posible, mejorando la situación de los sectores más empobrecidos. Pero la cuestión es, que la velocidad de las medidas en tal sentido no se compagina mucho con las urgencias de vastos sectores populares.

El tener conocimiento de lo que ha hecho el gobierno y el tener conocimiento de las intenciones de continuar esas políticas ¿será suficiente para que esos sectores empobrecidos tengan la paciencia necesaria para esperar que les lleguen las bonanzas? No cabe la menor duda de que si accede la derecha al gobierno se termina todo.

Ya han dicho que el gobierno con esas políticas despilfarra. Pero esos sectores populares ¿son consientes de eso?

Cabe preguntarnos, ¿Somos verdaderamente conscientes de los logros del gobierno que han avanzado mejorando la situación de los más pobres? ¿Esta mejora, que no alcanza a todos los integrantes de este sector, no genera cierto conformismo hacia la sociedad presente? ¿Participamos de la lucha de esos sectores eliminando la subordinación y logrando ser conductores de nuestro propio destino?

Por: Julio Marenales

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