Salió la séptima vuelta del año. En ella intentamos ingresar en la discusión, que cada vez se vuelve más necesaria para el Uruguay. En sus 200 años de historia, la matriz productiva ha estado centrada esencialmente en los ciclos ganaderos. Amortiguados estos vaivenes por la producción y precios internacionales de los granos.
Hoy se vislumbran perspectivas tanto a nivel minero, vinculado al hierro, como a la oportunidad de un puerto de aguas profundas, cuestiones que ya, desde el año 72 andan dentro las perspectivas tupamaras.
Solamente estos dos temas ameritan números enteros que en próximas cebadas trataremos.
Hablar de la matriz productiva sin tener en cuenta los actores sociales y las herramientas que se han creado, es perdernos en una linda idea pero sin las patas en la tierra. El desafío está en acercar las partes, la técnica, la económica, la social por ende lo político, evitando caer en falsas contradicciones. Hoy el Fondes es una realidad. Pero a su vez existen otros espacios que pueden impulsar las transformaciones necesarias para poder agregar valor, industrializar una economía fuertemente primarizada. Desafíos que la izquierda hoy tiene por delante para poder fundar las bases para un Uruguay con más inclusión en el proceso de liberación nacional que venimos transitando desde hace 200 años.
Por último, en este número también, tenemos cuatro editoriales más, posiciones del MLN claramente expresadas. Son los discursos de los compañeros: Lucía, Tati, Viejo Julio y Pacha en el acto del 8 de octubre donde recordamos al Che y a los compañeros caídos en Pando: Zabalza, Cultelli y Salerno.
Así que abrimos la vuelta, prendemos el fogón… salió el mate.
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Por: Colectivo Mate Amargo
