Por: Hugo Wilkins Méndez
Este año 2012 en el Caribe, zona a donde llegan los huracanes mayormente formados en la costa atlántica de África, se vislumbraba como un año “tranquilo”. A pesar de un verano muy lluvioso, las inundaciones no se comparan con los destrozos que provoca un huracán.
Casi terminando la temporada de huracanes, se forma en la región sur del Caribe frente a las costas de Venezuela una tormenta tropical que, rápidamente se convertirá en huracán categoría 1 (en la escala de 5). Como le tocaba a la letra S, se lo llamó “Sandy”. Los servicios de meteorología de la región establecieron la posible ruta del fenómeno pero no existía mayor alarma como cuando se pronostica un huracán de categoría mayor. Los vientos huracanados de un categoría 1 en su centro no sobrepasan los 120 km por hora. Trazada la probable ruta los servicios meteorológicos establecen a partir de la velocidad de traslación y el área de influencia el día y la hora aproximada de sus movimientos, así como el lugar en donde tocara tierra. Eso le permite a la Defensa Civil cubana poner en marcha el sistema de alerta y tomar las medidas previstas en un riguroso plan ante desastres naturales.
El Huracán “Sandy” luego de golpear tangencialmente las costas de Jamaica y Haití penetra de lleno las costas cubanas por la Provincia de Santiago de Cuba. A su paso por la zona oriental con vientos de 120 km por hora “Sandy” se traslada cruzando la Isla por sus zonas montañosas y descarga su furia en horas de la madrugada sobre la ciudad de Santiago de Cuba. El área del huracán afecta también las vecinas provincia de Guantánamo, Holguín y Las Tunas dejando a su paso 11 muertos, más de 130 mil casas destruidas, miles de hectáreas sembradas inundadas, y destrucción casi total de los servicios eléctricos y de comunicaciones del oriente cubano. Continuando su avance por el Atlántico norte, “Sandy” se traslada paralelamente a las costa oeste de los EEUU y el Servicio de Huracanes de ese país alerta sobre las características especiales de este fenómeno que de acuerdo a la ruta prevista penetrara por la costa americana a la altura de la ciudad de Nueva York y confluirá con un frente frio que baja del norte multiplicando su poder destructor.
El recuento total de víctimas que dejo “Sandy” es de casi 200 personas. En el Caribe, cerca de 70, en los EEUU cerca de 120.
A las afectaciones económicas de 50 mil millones de dólares que dejo este fenómeno en EEUU se le deben de sumar cientos de millones de destrucción en los países caribeños. Hay que agradecerle a la suerte que “Sandy” no golpeo de lleno sobre la isla de Haití. Los muertos podrían contarse por miles ante las condiciones de absoluta fragilidad en que la población pobre de esa isla vive desde el terremoto del 2010 en donde murieron más de 250 mil personas y resultaron destruidas ciento de miles de vivienda que hoy el pueblo haitiano no ha logrado reconstruir.
En cuanto la Defensa Civil cubana decreto la fase de “recuperación” que está establecida en los planes, la evaluación inicial determino la completa destrucción de los sistemas de electricidad y comunicación. En Santiago de Cuba, las imágenes de la destrucción eran impresionantes. Casas y objetivos económicos destruidos por la fuerza de los vientos, áreas agrícolas inundadas y sus sembrados destruidos, ríos fuera de su cauce, presas de agua aliviando sus excesos. Guantánamo, Holguín y Las Tunas en menor medida también mostraban la destrucción causada por el fenómeno atmosférico. Rápidamente el Gobierno cubano con su Presidente y todos sus ministros se constituyó en la región oriental para garantizar una rápida recuperación de los desastres. Miles de toneladas de alimentos, materiales de construcción, cubiertas de techo, enseres domésticos, ropa y todo lo poco de lo que el país dispone fueron trasladados hacia las zona.
Cientos de trabajadores eléctricos y de comunicaciones, obreros de la construcción y personal de las fuerzas armadas del resto de las provincias de la Isla se dispusieron a brindar la solidaridad necesaria para recuperar la zona de desastre. A pocos días del paso de “Sandy” empezó a llegar la ayuda internacional. Los primeros que hicieron presente fueron los países del ALBA. Cada uno en sus posibilidades compartió con el pueblo cubano sus recursos y su solidaridad. Cientos de toneladas de alimentos, y materiales necesarios siguen llegando a la zona oriental y distribuyéndose de acuerdo a las necesidades. China, Rusia y decenas de países más junto a la Cruz Roja Internacional hicieron llegar su ayuda al golpeado pueblo santiaguero. Nuestros obreros del SUNCA enviaron una brigada de constructores para ayudar a la reconstrucción de Santiago. La solidaridad que siempre mostró Cuba con los sufrimientos de otros pueblos era reciprocada. De todo este desastre surge una pregunta que este artículo intentara contestar con la ayuda de los expertos en la materia.
¿Porque “Sandy” siendo un fenómeno que no creo mucha inquietud cuando se formó, se transformó en una de las tormentas que dejo a su paso tanta destrucción y muertes?
La palabra la tiene el experto Kevin Trenberth, director de Análisis Climático del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de EE.UU. (NCAR). “El cambio climático no fue el causante directo del huracán Sandy, pero sí hizo que sus efectos fueran entre el 5% y el 10% más fuertes de lo que usualmente se espera de una tormenta con las características iniciales de Sandy.” “…….se lo puede calificar como histórico, por elevar también la temperatura del mar hasta 2 grados. Eso se traduce en el 10% más de agua evaporada, que alimentó a la tormenta, y, en consecuencia, en el 20% más de lluvia de lo que cabría esperar”, agrego el experto. “Decir que esta tormenta es entre el 5% y el 10% más severa por el cambio climático puede parecer poca cosa, pero ese porcentaje es tremendamente significativo y representa un tanto por ciento adicional que suele ser la gota que colma el vaso y que hace que las consecuencias puedan ser devastadoras”. El biólogo mexicano Adrián Fernández, del Instituto Nacional de Ecología de esta nación destaco en la cita Interclima 2012, que se realizó en Perú en esta semana, la cual reunió a más de 100 especialistas de países como Reino Unido, México, EE.UU., Colombia, Brasil, Ecuador, Costa Rica, Suiza, Holanda, Chile y Perú, “Este huracán Sandy y la tormenta en Argentina son una gran llamada de alerta, y aunque suene un poco catastrófico, la verdad es que los impactos ya están siendo muy graves y pueden ser más serios a futuro”.
Los uruguayos deberíamos recordar los dos fenómenos climáticos severos que azotaron las costas y parte del interior del país en meses recientes. Pero también los políticos, incluso aquellos que se oponen a firmar acuerdos internacionales para combatir el efecto invernadero, una de las principales causas del cambio climático, ante el desastre que causo “Sandy” se manifiestan para reconocer que “El cambio climático es una realidad y las condiciones meteorológicas extremas están aquí para quedarse” destaco el Gobernador de Nueva York Andrew Cuomo.
El propio Obama ha tenido que aceptar las consecuencias del mismo. Ante la destrucción de riquezas por decenas de miles de millones de dólares y la muerte de centenares de personas, surgen varias preguntas. ¿No sería más redituable para la humanidad que en vez de tener que resarcir esas pérdidas los gobiernos se dispusieran a tomar medidas serias en contra de las causas del cambio climático? ¿No resulta más beneficioso para el mundo invertir esos recursos en la investigación de nuevas tecnologías que permitan reducir los efectos invernadero, en vez de hacerlo en la reconstrucción?¿Sera posible que le mundo pobre tenga que invertir cuantiosos recursos para recuperarse de estos desastres en vez de disponer de estos para la felicidad de sus pueblos? Nuestros gobiernos deben levantar su voz firmemente de que el mundo no puede continuar avanzando a su autodestrucción en vez de dedicar recursos humanos y materiales para mitigar los efectos de estos desastres.
Nosotros mismos, las fuerzas de la izquierda, debemos considerar este problema como parte de un problema que conduce a la humanidad hacia un callejón sin salida. Si lo pensamos seriamente, de poco sirven los esfuerzos del día a día por mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos sino nos comprometemos en una lucha sin cuartel contra el despilfarro, el consumismo, el derroche de riquezas en que el capitalismo en su carrera desenfrenada compite con la naturaleza que tarde o temprano pasara las cuentas a las agresiones a que la sometemos.
Sería más justo decir que ya las está pasando. “Sandy” es un ejemplo.
Habrá Patria para Todos.
La Habana, 19 de Noviembre del 2012.