Por: Martín Nessi
“Socialismo es pasar de la pre historia a la historia”
Esta afirmación la escuché hace muy poquito de boca de un compañero y fue realmente un golpe contundente que abrió una serie de ideas, preguntas y contradicciones en la cabeza de un hombre que nunca se había siquiera cuestionado la posibilidad de estar viviendo en la prehistoria. Esto nada tiene que ver con aquello que nos enseñaron en la escuela, no queda dudas que tenemos toda una formación que nos condiciona hasta un punto que no llegamos a imaginar…
Decíamos en nota anterior (para este necesario Mate Amargo) haciendo referencia a la acumulación que ésta “nunca se detiene¨; dicho esto creemos conveniente poder ahondar (al menos un poco) sobre dicho tema.
En primer lugar reafirmar que acumulamos para ir formando conciencia individual y colectiva respecto a la necesidad de generar cambios profundos en la sociedad de forma tal de lograr revertir las relaciones actuales, intentando generar una sociedad donde el centro sea el ser humano, tanto individual como colectivamente, logrando el desarrollo del mismo en ambos sentidos, de forma tal que logre superarse a sí mismo en el camino de lograr la libertad absoluta.
En esta etapa existe una estrategia de acumulación trazada que a mi entender venimos cumpliendo. La cosa está en cómo ir generando las condiciones para que esta acumulación se profundice tanto en cantidad de individuos como en conciencia y desarrollo de los mismos. Todavía queda mucho para acumular, inclusive si de números hablamos. Curioseando en el google earth (ese al que cualquiera que tenga acceso a Internet puede acceder) veía una foto aérea de la casa que habito actualmente. Increíblemente se veía con bastante claridad algunas construcciones no terminadas que se encuentran en el fondo de la misma lo cual me llevó de forma inmediata a pensar por un lado en mi “privacidad” “violada hasta por los satélites” mientras que otro compañero hacía referencia a la imperiosa necesidad de¨ ganar en la masa¨ porque de lo contrario “estamos fritos” y en aprovechar las condiciones por el momento ¨favorables¨ para esa tarea.
Escuchar a los compañeros, entender cómo estos actúan y tener la capacidad de rescatar lo mejor de los mismos es un elemento central en lo referente a la formación práctica cotidiana. Acumular es una tarea de suma paciencia, un proceso que hasta el momento no sabemos con claridad hasta cuándo puede durar, entre otras cosas porque tampoco sabemos cual será el hecho o acontecimiento “preciso” que nos permita salir de esta etapa para pasar a una siguiente que deberá necesariamente ser mucho más ofensiva. Es imprescindible además tener claro que incluso nosotros iremos creciendo y cambiando nuestra escala de valores en la medida en que la sociedad toda lo haga. Puede esto llegar a ser muy lento, no hay dudas, pero es imprescindible tenerlo claro de forma de no cometer errores tácticos o incluso estratégicos que se conviertan en un retroceso de este proceso de cambios.
Dónde y cómo se crea hoy la escala de valores de este sistema es a mi entender algo que todavía no hemos podido descifrar en su totalidad.
Ya no son tan relevantes (como lo han sido tiempo atrás), en la creación de esa escala de valores, los llamados intelectuales. Por cierto cabe preguntarse ¿en el Uruguay actual dónde están los llamados intelectuales? y ¿qué papel vienen jugando en esta etapa inicial de cambio? ¿Cuál es hoy el rol de la cultura? ¿Qué papel juegan los artistas? ¿En qué lugares surgen hoy las corrientes de pensamiento? ¿Cuánto logra incidir la política y sus actores en este sentido? ¿Cómo y dónde se va creando esta escala de valores? ¿Qué pasa con la globalización? ¿Los grandes medios? ¿Y qué historia con la industria del conocimiento? Por otra parte me pregunto si esa cuestión de que hoy todo tenga que entretenernos no es parte de un retroceso. ¿Hasta qué punto y grado de conciencia se ha desarrollado la sabiduría de los pueblos? Son muchas las preguntas que necesitan respuestas.
Parece urgente ponerse a trabajar en ese sentido, elaborar respuestas. Luchar contra la poderosa globalización y su intento constante de lograr hegemonía sobre la cultura y la población mundial, lo cual se expresa diariamente de forma brutal en su maquiavélica estructura de subordinación e imposición de actuación y pensamiento único es uno de los objetivos de las luchas revolucionarias de hoy día.
El Uruguay ya no tiene, con tanta fuerza aparente, aquel empuje que dieron en su momento varios artistas e “intelectuales” sumados a varias instituciones relacionadas con la cultura, y vaya que sí han aportado muchas de aquellas y aquellos a la lucha de su pueblo. Ya sea desde la denuncia, el rescate de la identidad y sobre todo en la increíble capacidad de generar ideas, estados de ánimo y una mística que entusiasmaba al pueblo.
Es indispensable para continuar avanzando en esta etapa generar algo en ese sentido. Logrando un movimiento que deber remover al grueso de pueblo para que este no pare de cuestionar de forma incesante el carácter “racional” del mundo en que vive y pueda desde ahí ir generando “alternativas”. Dicho movimiento podrá tomar algunos elementos de aquellas experiencias pero teniendo claro que hoy la mística debe ser necesariamente otra que todavía no hemos podido encontrar y habrá que trabajar mucho para detectar los elementos centrales que deberán conformar la misma, en definitiva hay que trabajar para construirla ya que aquella vieja estructura no consigue dar satisfacción a las nuevas exigencias. Incluso el paro permanente o semi permanente de los llamados intelectuales es uno de los fenómenos típicos de esa insuficiencia. Esta tarea es clave si pensamos en las nuevas generaciones que no tienen un horizonte claro y la necesidad, incluso biológica, del recambio generacional en aras de seguir sumando voluntades y conciencias para esta larga lucha.
El primer párrafo de este artículo puede parecer algo descolgado del resto sin embargo es increíble lo ligado que está a estos temas. De todas formas lo principal no era que tuviese algo que ver si no más bien que generara ese ¨golpe contundente¨ que al menos en mi logró generar esa tremenda afirmación de “pasar de la prehistoria y la historia”.