Poesías para negar la indiferencia

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Por: Claudia Magliano

 Cuántos no saben que el mundo es tus ojos

 Espirales que cual diafragma palpitan pupilas para dejar pasar la luz

O cierran armoniosos las posibilidades del alma en la sombra

Cuántos ni siquiera imaginan que al filo de tu boca escribí un poema

Y fui acoplada a tu vientre

Y fuimos el hijo y el miedo y la guerra

Y un día fuimos también el azar

Entonces estábamos muertos y nos gustaba

Detenidos en la noche conspirábamos con el instante y todo era eterno

Y supe que la vida no era eso

Ni tus ojos  ni tu vientre  ni  la piedra que tiraras para matarnos al fin

Supe que supiste que sabíamos estar

Al  borde del hambre

Y el  dolor era la única forma de belleza

Entonces ya no teníamos hijos 

Porque uno a uno los ahogábamos

Porque no había espacio ni tiempo

Ni modo de ser piadosos había

Sólo el deseo de la muerte

Y  algo de memoria para estar a salvo

La vida fue dulce entre tus piernas durmiendo al costado de tu hombro

Fue un poco de amor y dos o tres palabras

Nada más.

Si fuera hombre no me hubiera estrangulado de tu hermoso cuello

Ni hubiera muerto de tu perfume

Si fuera hombre, se me ocurre, habría fundado una descendencia

Una ciudad qué incendiar después

Si fuera hombre vendrías más pronto hasta mi casa

Cuidarías de mi gato o de mí

Cuidarías esta rara costumbre de enamorarse

Iríamos por las calles

Y la vecindad

Y las niñas de trapo mascullarían nuestra simpleza

Y todos saldrían ilesos bajo los vestigios que dejáramos

Si fuera hombre no me hubiera bajado en la estación correcta

Después de que trocaras con tu ojo la prosaica ciudad y me dejaras pastoril y mística para siempre

No te llamaría a estas horas para estar al tanto de que no vas a llegar nunca

Entonces no hubiera escrito este poema

Ni otro

Ni otro

Ni otro

O sí

Tal vez hubiera escrito que si fuera mujer criaría nuestro hijo

Besando tu frente cada noche

Nos criaría

Haciendo del hambre un refugio donde alimentarse

Haciendo de lo doméstico la imprescindible permanencia

Hubiera escrito que si fuera mujer dejaría mi blusa en tus hombros

Y cansada de esperarte me ahogaría en el primer barrizal después del diluvio

Si fuera hombre  y no mujer  empuñaría mi sexo entre tus piernas

Y vos del otro lado a la espera de una elevada forma de estar

Afectarías la cadencia  del asombro

Entretanto tu muslo y tu cintura circunvalaran mi lujuria

Entretanto practicara yo la magia ancestral de volverse necesario

De volverse uno entre los otros que tampoco siendo mujer te harían su cautiva

Te desposaría

Te daría una casa y un poco de libertad entre billetes

Si fuera hombre no hubiera podido morirme de amor bajo la sombra firme de tu vientre

No hubiera podido contemplarte hasta deshacerte de ojo y de mirada

Y no habría imagen de ti entre mis manos

Ni húmedas grafías donde inscribir un poco de tu historia

Si fuera hombre podría olvidarte sin tener al fin que planificarme una estrategia.

Claudia Magliano, Montevideo, 1974. Es profesora de Literatura, IPA. Ha publicado Nada, poemario premiado en el concurso de Poesía de la Asociación de Bancarios (AEBU) y la Casa de los Escritores del Uruguay, en 2005. Su segundo libro Res ha sido publicado por Ático Ediciones en diciembre de 2010 y obtuvo el primer premio en la categoría poesía édita en los Premios anuales de literatura del MEC edición 2012.

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