Por: Paola Beltrán
Un pequeño recorrido por algunas herramientas que ayudan a pensar y tratar el tema.
Los alarmantes resultados de la encuesta realizada en el marco del “Programa Integral de lucha contra la violencia de género” no vienen a mostrar una realidad desconocida, sino que por el contrario, reafirman con elementos cuantitativos la profundidad de este problema.
El 27,7% de las mujeres encuestadas (mayores de 15 años que se atienden en servicios de salud tanto públicos como privados) manifestaron haber sufrido violencia doméstica. El 14% manifestó que esta fue ejercida durante el embrazo y el 40% que el agresor es su pareja actual. Estos son solo algunos de los datos recogidos, pero suficientes para pensar que la violencia de género es un problema estructural, cultural, en el cual la educación juega un rol fundamental.
En el año 2002, el Parlamento aprueba la Ley 17.514 que establece: “Decláranse de interés general las actividades orientadas a la prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia doméstica.”
En esta Ley se establece también, la creación del “Consejo Nacional Consultivo de Lucha contra la Violencia Doméstica” integrada por representantes de los Ministerios del Interior, Salud Pública y de Desarrollo Social; el INAU, el Poder Judicial, la ANEP, el Congreso de Intendentes y la Asociación Nacional de Organizaciones no gubernamentales.
En ese marco, se desarrollan diferentes actividades. Algunas, necesarias para reunir elementos necesarios para elaborar y ejecutar políticas públicas –como la encuesta inicialmente citada- y otras, tendientes a comenzar a abordar y trabajar en la prevención de este flagelo.
En este último sentido, el CODICEN, desarrolló un “Protocolo de intervención para enseñanza media ante situaciones de violencia doméstica que viven los y las adolescentes.” Desde una perspectiva integral y de Derechos Humanos, el protocolo brinda elementos conceptuales y legales; plantea distintos niveles de intervención, como el Proyecto Educativo del Centro, el clima institucional, el trabajo en el aula, el trabajo con familias y las coordinaciones interinstitucionales y actividades comunitarias.
Finalmente realiza recomendaciones específicas a los actores educativos en caso de detectarse situaciones concretas como “nunca hacerse cargo en solitario del abordaje de estas situaciones” las cuales deben ser “pensadas, sostenidas en equipo, contando con el apoyo de la red comunitaria”. Pensar “juntos estrategias y coordinar su ejecución” siendo “fundamental incluir al adolescente víctima de esta situación en el diseño de la intervención”. Otro elemento que se establece es que “la revelación de una situación de violencia doméstica del adolescente debe ser siempre considerada y atendida. Debemos creer en el relato.” Finalmente establece claramente los “Pasos a seguir en la atención a situaciones de violencia doméstica”.
Otro aporte a nivel educativo al que se puede acceder es la “Guía didáctica: educación y violencia doméstica” publicada por la “Dirección de Derechos Humanos del CODICEN”. Esta herramienta brinda una serie de talleres perfectamente detallados para trabajar con adolescentes y docentes en las aulas. Entre los diferentes temas que se tratan se encuentran: Violencia doméstica es un tema de todos y todas; Ciudadanía en clave de género; Ser humano: ser mujer-ser hombre… construyendo una nueva forma de relacionarnos; Prevención de violencia doméstica en el noviazgo; Situación histórica problema actual; Violencia emergencia nacional, entre otros. La guía está disponible en Internet y se puede acceder a ella a través del link https://www.uruguayeduca.edu.uy/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?ID=214509.
Estos son solo dos ejemplos de algunos de las herramientas disponibles a nivel educativo para trabajar la problemática. En la búsqueda de información sobre el tema no aparecieron herramientas del mismo tenor para primaria, sin que esto implique necesariamente que no existan.
Queda claro que aún todo es poco. Que apenas hace 11 años que el Estado, a través de la Ley, estableció a la Violencia Doméstica como un tema prioritario y parece imprescindible continuar investigando y profundizando al mismo tiempo que elaborando, ejecutando y evaluando políticas públicas en todas las esferas posibles. Hoy se habla, se hace visible lo que por mucho tiempo se mantuvo en el silencio de la impunidad incluso dentro de las propias familias de las víctimas.
La del estribo: “(…) el fin último de la educación es la formación de ciudadanos: de personas que puedan ejercer sus libertades fundamentales y exigir el cumplimiento de sus derechos en una sociedad democrática” ANEP.
Afiche ganador del concurso «Ni ahí con la violencia doméstica» 2011 organizado por la Comisión Interdepartamental de Género. Autoras: Valentina Cardone, Margarita Freire, Camila Chappe, Sofía Rodríguez, Camila Maisonave y CeciliaCasas, Liceo Departamental de Durazno – Inst. Dr. Miguel C. Rubino.