Editorial

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Por: Colectivo Mate Amargo

En esta edición de mateamargo trataremos el tema Vivienda, problemática que no se ha podido abarcar en todos los artículos que hemos podido recopilar de nuestros colaboradores. Tal es así que nos hemos salteado un número para llegar a este.

Pidiendo las disculpas a nuestros lectores, entramos en el tema: hoy la vivienda en Uruguay ha comenzado a encontrar soluciones para los diferentes sectores de nuestra pueblo, hemos desarrollado el Plan Juntos, el Plan de Vivienda de interés social y todos los préstamos otorgados a todas las formas de cooperativismo en relación a la vivienda.

Todavía queda mucho por resolver, el precio de los alquileres con la consiguiente especulación inmobiliaria, es unos de los problemas centrales a resolver.  Para un gran porcentaje de trabajadores, casi la mitad de los ingresos de sus hogares está destinado al pago de un techo en donde vivir. Así, esta situación la padecen todos aquellos que viven en propiedades alquiladas. De esta forma la mayoría de los trabajadores pierden su capacidad de ahorro y sus ilusiones del techo propio.

Debemos resolver los altos precios de los alquileres, consideramos que esto no se resolverá si no es con la intervención directa del estado. Ya no queda ningún tipo de dudas que la auto regulación del mercado solo mejora las ganancias de los que más tienen y relega los derechos de los que sin tener la posibilidad de adquirir una vivienda propia, se ven obligados a alquilar. Esto entendemos debe ser resuelto y creemos que la solución pasa por atacar a las 60.000 mil viviendas desocupadas que influyen en el valor de las propiedades.

Generando una cartera de viviendas sociales, donde el estado las adquiera para ser alquiladas a un precioso racional. Y que no puedan ser vendidas, con el fin de lograr un contrapeso al poder de los especuladores inmobiliarios.

El gobierno ha avanzado en vivienda y creemos fundamental la puntería de solucionar los problemas con la solidaridad (como lo es el Plan Juntos y las cooperativas de ayuda mutua). Pero con solidaridad no alcanza para luchar contra los poderosos, se necesitan Políticas Públicas, por tanto es hora de ir a más y que los más infelices sean los más privilegiados.

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