Por: Jéssica D’Amore
Una obra de danza de Sofía Acosta
Basada en una experiencia personal, intenta explorar mediante el lenguaje de la danza contemporánea, los procesos y aceptaciones por los que pasamos los seres humanos con respecto a la muerte, su creación es a partir de los estados emocionales, transita el espacio recorriendo calles, ocupa lugares frágiles, desconocidos y nos los ocupa, trata de tocarlos, siente la ausencia, olores, texturas, colores, imágenes, poesía, despedida, ternura y vida.
“Cierro mis ojos para sentir tu presencia”
Sofía Acosta
Es esta ocasión tenemos la oportunidad de ver una obra de danza de una coreógrafa uruguaya, con larga trayectoria en el medio, la cual ha pasado por escuelas y compañías tales como Contradanza y Mu-Danza entre otras.
Esta obra compuesta y dirigida por Sofía Acosta quien nos mostrará con una mirada totalmente poética, dulce y amorosa, ese punto inevitable al que todos llegamos en el círculo de la vida: la muerte. Pero como ella aclara “esta obra mira como amor ese momento de despedida, es dar lugar a lo nuevo a otra vida”, es decir: un lugar de partidas… pero de arribos también.
Desde lo visual tiene un variado manejo del color, uso de elementos, cambios de vestuario que hacen de esta obra una invitación para todo público no solo el erudito de la danza sino todos y sin límite de edad podrán disfrutar de la misma. El tema disparador no marca de forma dramática la obra sino que por el contrario, su creadora buscó dar quiebre a la esencia de ésta para mostrar lo engrandecedor de estar vivos y así festejar la vida. Con detalles sutiles, para que la mirada se dirija hacia ese tabú que es el que el final de lo físico pueda transmutar, morir es finalizar, dar cierre, concluir y no más, es parte del regalo que la vida significa y así lo retrata esta mujer que nos va a deleitar con su obra. Nos invadirán las imágenes, por la sensibilidad artística y emotiva que Sofía ha dado a cada coreografía, cuidando todo detalle.
Grandes y chicos serán atrapados por el color, la entrega física, la puesta en escena y la música, que si bien no es inédita, tiene que ver con esa mirada poética y amorosa sobre la ausencia de los seres queridos. Aceptar la partida para recibir lo nuevo, dejar ir y seguir adelante vibrando la vida.
Esta es otra gran oportunidad para los que gustan de la danza y los que aún no se han dado la oportunidad o no imaginan como un tema del cotidiano pueda ser relatado desde lo físico y sin la palabra. Es una gran ocasión para disfrutar de una puesta en escena de tres bailarinas (Sofía Acosta, Ana Vázquez y Florencia Ferrer) que con su emotividad nos transportaran a lugares invisibles de nuestro interior.
Todos invitados los días 24, 25 y 26 de setiembre en el Teatro Solís – Sala Zavala Muniz.