Por: Jorge Notaro
Hay que seguir remando
El Frente Amplio está perdiendo sus raíces y transformándose en un partido electoral, con un programa que no convoca a la lucha y una práctica de gobierno que no redujo el poder del capital, con una progresiva desaparición de su componente de movimiento, el deterioro de los vínculos con las organizaciones populares y una pérdida de su capacidad de movilización. Como consecuencia es probable que gane la próxima elección sin mayoría parlamentaria y que pierda la siguiente.
Los frenteamplistas que luchamos por la superación del capitalismo encontramos en la precandidatura de Constanza Moreira una posibilidad de coordinación de la reflexión y la acción que fortalecerá la identidad del FA como organización que expresa las luchas de las organizaciones populares en el plano político.
La mejora en las condiciones materiales de vida de los sectores populares como resultado de las políticas de los dos gobiernos del FA está fuera de discusión. Pero es sólo una condición necesaria, no suficiente en la lucha por la superación de la explotación, de la exclusión social, de la concentración y extranjerización del capital que profundiza la dependencia económica, política y militar del país1Ver: Lo que falta por hacer – Mate Amargo No.12 Julio 2013.
Hasta el 2006, el FA tenía en cada elección más votos que en la anterior, a nivel nacional, departamental o en las internas, pero desde ese año esta tendencia se invirtió. Es probable que cada 25 de agosto así como en la discusión de las bases programáticas para el próximo Congreso, participen menos frenteamplistas que durante las ocasiones anteriores.
Otro cambio que debilita al FA es la forma de resolver las diferencias, que durante el largo proceso de acumulación de fuerzas fue la búsqueda de consensos con flexibilidad en las negociaciones. En el ejercicio del gobierno se impuso sin concesiones el punto de vista de las organizaciones que no proponen la superación del capitalismo.
En la política económica se impuso el enfoque del Frente Líber Seregni presentando como técnicas propuestas que implican una definición ideológica y que condicionaron las decisiones políticas como ocurría durante los gobiernos de los partidos tradicionales. Cabe recordar que en 2004 las elecciones las ganó una coalición en la que se sumaron la Alianza Progresista para construir el Encuentro Progresista en 1989 y el Nuevo Espacio para formar la Nueva Mayoría en 2004. Pocos meses después del triunfo electoral las dos organizaciones se incorporaron al FA considerando superadas las diferencias y formaron con Asamblea Uruguay el FLS. Cabe recordar también que en 1989 el Nuevo Espacio cerraba su campaña electoral previniendo al electorado del peligro que representaba el FA por su afinidad con Hugo Chávez y que el jefe de la campaña era el Dr. Fernando Lorenzo.
La presidencia del compañero Mujica, luego de derrotar al candidato de la continuidad en el Congreso y en las elecciones internas, sumado al peso de la bancada del MPP surgida de las elecciones de octubre de 2009, crearon condiciones para la profundización de los cambios que no se repetirán en el futuro inmediato. Sin embargo, esta posibilidad se frustró agitando fantasmas como la posible fuga del capital o los impactos de la crisis mundial. En la próxima elección se puede esperar una pérdida del caudal electoral del MPP, la consolidación de la hegemonía de la alianza FLS – PS y como consecuencia no se adoptará ninguna medida que afecte los intereses del capital o del imperialismo durante el período 2015-2019.
En la próxima campaña electoral es necesario poner el énfasis en lo que falta por hacer. No sirven los análisis superficiales y cortoplacistas ni las evaluaciones autocomplacientes que no identifican los problemas que deben ser encarados. Tampoco los planteos demagógicos que ofrecen mejorar la educación, la salud y la educación sin decir qué grupos sociales pagarán más impuestos para financiar esos mayores gastos.
El programa tendría que expresar las reivindicaciones de las organizaciones populares y continuar sus luchas en el plano político para la confrontación con las clases dominantes del país y sus socios del exterior. De esta forma se convoca a participar a los que se sienten expresados y se asume el costo de la oposición de los que van a perder parte de sus privilegios. Sin lucha, sin movilización popular, sin confrontación, no hay posibilidad de profundizar los cambios.
En este contexto es imprescindible fortalecer al FA creando un espacio político que coordine la reflexión y la lucha para la construcción de un camino al socialismo que no está trazado, contribuyendo al mejor resultado electoral posible, conviviendo en la discrepancia pero exigiendo que se tengan en cuenta estos puntos de vista, fortaleciendo la expresión y el apoyo a las organizaciones populares. En ese proceso cambiará la correlación de fuerzas internas y el FA recuperará su capacidad transformadora.
Nota:
Jorge Notaro: Militante por la coordinación de los frenteamplistas que luchan por la superación del capitalismo. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores.
Referencias
↑1 | Ver: Lo que falta por hacer – Mate Amargo No.12 Julio 2013 |
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