Que el que más tiene… no pague nada

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Por: Antonio Vadell

Los datos del Censo General Agropecuario , obtenidos en el año 2011, nos muestran la situación del agro nacional y al compararlo con los censos anteriores podemos ver los resultados de las políticas aplicadas al sector. Por lo tanto son de vital importancia ya que permiten evaluar la estrategia seguida, y en caso de ser necesario reorientarla o directamente cambiarla. A pesar de todos estos fundamentos, poco y nada se habla del mismo. Veamos por qué.

Entre los dos últimos censos se ha producido el mayor proceso de concentración de tierras producido desde que existen los censos. El número de explotaciones pasó de 57.131 en el año 2000 a 44.890 en el 2011. Se redujo el número de explotaciones en 12.241. Veamos quienes ya no están.

Cuadro 1. Número de explotaciones por año de Censo, según nacionalidad del productor.
ec3f9e8df9(*) En rojo las nacionalidades que descienden y en azul la única categoría que aumenta.

A partir del cuadro anterior, el Cuadro 2 nos permite ver quienes ya no existen y quienes crecen y los sustituyen.

Cuadro 2. Balance del número de explotaciones según nacionalidad. (Elaboración propia).
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Se redujeron las explotaciones en manos de uruguayos, pero también se reducen las que poseían argentinos, brasileños y otras nacionalidades.

La única categoría que aumenta es la “No aplicable”. ¿Quiénes son los que entran dentro de esta categoría? Y nos dice el CGA sobre esta definición: “el concepto “nacionalidad del productor” solo se aplica cuando éste es una persona física. En consecuencia, la información de la variable “nacionalidad” correspondiente a explotaciones con otro tipo de condición jurídica –por ejemplo, sociedades- fue tabulada agrupándola en la categoría “no aplicable”.

Dentro del término “no aplicable”, también se incluyen las explotaciones gestionadas por dependencias estatales, las que en el año 2000 eran 395, y no existen elementos de que este número haya cambiado. Por lo tanto el enorme crecimiento, pasando del 1% al 14,5%  (6.000 explotaciones más) de esta categoría se debe a las nuevas sociedades, cuya condición jurídica no permite la identificación como persona física.  Se confirma una injusta política desde el Estado: hay que saber, investigar y difundir todo sobre los pobres, pero nada sobre los ricos, el secreto los protege.

Olvidemos por un momento la nacionalidad de quienes están al frente de las explotaciones y pongamos énfasis en el tamaño de estas nuevas formas jurídicas. En el año 2000 estas explotaciones eran el 0,9% y tenían en conjunto el 1,0% de la superficie. En el 2011 llegan a 14,5% de las explotaciones y abarcan el 43,1% de la superficie nacional. La categoría “no aplicable” pasó a tener un tamaño de explotación que en el año 2000 era de 319 ha y en el 2011 de 1.077 ha. Multiplicaron por tres sus campos. En valores por hectárea podemos decir que pasaron de tener un campo que valía U$S 142.912 en el 2000, a uno de U$S 3.231.000 en el 2011.

Cuadro 3. Comparación de la superficie en manos de “No aplicable” y equivalencia en superficie censada por departamento. (Elaboración propia).
e1eb79980c(*) La generosa diferencia en más de 330.000 ha, la dejamos para cubrir los campos en manos del Estado.

La superficie en manos de “No aplicable” equivale a todo el litoral de nuestro país. A partir de estos indicadores de concentración brutal de la tierra, poco interesa la nacionalidad. Son las grandes empresas capitalistas las que se han hecho dueñas de nuestras mejores tierras y de manera inexorable han expulsado a sus habitantes, a unos pocos corridos con plata y a los muchos excluyéndolos de cualquier proceso de desarrollo con justicia social. Acá está la explicación de que tengamos solo un 5% de población rural .

Todas estas explotaciones rurales son las únicas que están exentas de pagar el tan necesario impuesto de primaria, que si paga toda vivienda, por más humilde que sea en la ciudad. Lejos quedó aquella consigna de “que pague más el que tiene más”, dando paso a “el que más tiene que siga acaparando y nada pague”.

[1] Censo General Agropecuario 2011, Recuentos preliminares. MGAP, Estadísticas Agropecuarias, DIEA. Marzo de 2013. 28 pp.
[2] Según datos de DIEA, precio de la hectárea en el año 2000 fue de U$S 448 y en el 2011 de U$S 3.196.
[3] https://www.ine.gub.uy/censos2011/index.html

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