Por: Martín Nessi
“La consciencia crítica no puede nacer sin una ruptura con el conformismo católico o autoritario y, por tanto, sin un florecer de la individualidad: la relación entre el hombre y la realidad, ¿ha de ser directa o ha de proceder a través de una casta sacerdotal (como la relación entre el hombre y Dios en el catolicismo, que es una metáfora de la relación entre el hombre y la realidad)? La lucha contra el individualismo lo es contra un tipo de individualismo determinado que tiene un determinado contenido social: precisamente contra el individualismo económico en un periodo en el cual este se ha hecho anacrónico y anti histórico (pero no se olvide que ha sido necesario históricamente y que fue la fase del desarrollo progresivo). Esto de que se luche para destruir un conformismo autoritario, ya retrogrado y paralizador, y a través de una fase de desarrollo de la individualidad y la personalidad critica se llegue al hombre colectivo es una concepción dialéctica difícil de comprender para las mentalidades esquemáticas y abstractas. Igual que es difícil de comprender que se sostenga que a través de la destrucción de una maquina estatal se llega a crear otra más fuerte y compleja, etc.”1Texto extraído de las notas de los cuadernos de Antonio Gramsci posteriores al año 1931..¿Cuáles son las posibilidades de lograr cambios profundos y estructurales sin romper con el conformismo? Nulas, totalmente nulas, ni siquiera escasas… Es imposible pensar en cambios y transformaciones de fondo en el caso que el conformismo logre instalarse entre nosotros. Entonces haremos lo que se puede, hasta donde se puede, votaremos a quien se puede ya que votar es lo único que podemos hacer, y trataremos de ser felices con eso.
Sin perder de vista un periodo de acumulación de fuerzas que forzosamente debemos transitar, y la realización de un análisis correcto de la actual coyuntura mundial en sus aspectos económicos, político, sociales y militares, entiendo puede ser (el conformismo) una de las peligrosas situaciones y escenarios posibles que nos acechan en la etapa histórica actual de la humanidad. Claro está que como sociedad no escapamos a esto y si lo sumamos a la etapa actual “las comodidades” y “el confort” que nos ofrece el sistema ¡¡¡Hay mamita que estamos complicados!!!
¿Cómo generamos entonces en los individuos consciencia crítica?
¿Basta solamente con ser transgresores y criticar la legalidad y valores vigentes?
Los hechos históricos demuestran claramente que solo con esto no alcanza… Es más, regímenes totalmente reaccionarios y autoritarios como el fascismo se han valido de estas premisas para avanzar, han sido incluso varios los Golpes de Estado que en Nuestra América han utilizado modus operandis que van en el mismo rumbo, con el Slogan principal de “defensa de valores” además de la crítica y el posterior “rescate” de la Nación “en manos de corruptos y perversos”. El Golpe de Estado en Honduras realizado en el año 2009 es un ejemplo claro en nuestra historia reciente de lo antes mencionado.
Generaremos entonces consciencia crítica en la medida que seamos capaces de ser transgresores y criticar, pero esto no alcanza sino somos capaces de convencer a través del hacer, crear y construir. Para esto necesitamos mucha paciencia la cual deberá ser imprescindiblemente sosegada y medicada con la comprensión del porque de nuestro accionar actual en el proceso y los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Para que esto sea posible debemos dar entonces a los individuos integrantes de un “colectivo x” las herramientas e información necesaria para comprender la realidad y coyuntura que los rodea así como posibilidades de aportar y definir en forma concreta ya sea directa o indirectamente. De no cumplir con esto no solo correremos el peligro de no generar consciencia crítica, y por tanto reproducir el sistema, sino que además estaremos sembrando desesperanza y desinterés entre sus integrantes siendo esto nefasto sea cual sea el colectivo al cual nos referíamos, una Nación, una comunidad o sectores, agrupaciones y expresiones de diversa índole y proveniencia dentro de las mismas.
Siendo más gráficos cabe preguntarse, por ejemplo, si es posible pretender que las generaciones venideras defiendan a La Nación, sus recursos naturales, sus empresas publicas etc. si no somos capaces de nutrirlos de elementos que los hagan reflexionar en cuanto a la importancia de defender lo antes dicho (esto implica saber su historia, su rumbo, el porque de su existencia y sentirnos todos parte de esa unidad).
Esto se refleja aun mas en colectivos específicos, donde además de todo lo anterior, debemos dar la posibilidad de opinar e incidir directamente en los mismos. Creer que habrá individuos que se sentirán parte de una unidad sin poder construir la misma a través de la edificación de soluciones donde sea participe, seria por lo menos una actitud irresponsable en el cuidado y la construcción de la misma.
En todos los casos el sentido de pertenencia a esa unidad es de meridiana importancia, ya que en definitiva nos preguntamos ¿Quién será capaz de luchar ya sea por una Nación, una comunidad, un colectivo o expresión “x”, un ideal o un proyecto si no se siente parte del mismo o de alguna forma siente que este no le pertenece?
Referencias
↑1 | Texto extraído de las notas de los cuadernos de Antonio Gramsci posteriores al año 1931. |
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