Hay que pelear para que los conflictos terminen en paz

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Por: Asier Altuna*

50 años son muchos años, demasiados para vivir en conflicto permanente, son los años que ha durado el conflicto armado entre los Estados español y francés y la lucha del Pueblo Vasco.

En todos estos años, los vascos han vivido la crudeza del régimen franquista, la muerte del dictador Franco y la posterior “caída” del régimen franquista. Hemos podido observar como los cargos franquistas pasaron de la noche a la mañana a ser los demócratas de toda la vida.

En los siguientes años, desde 1978 hasta 2008 ha habido 3 fallidos procesos de negociación entre ETA y el Estado español. La crudeza del conflicto ha persistido, se ha vivido la violencia por parte de los dos bandos; más de 1400 muertos, entre las víctimas ocasionadas por ETA y los muertos causados por el Estado o por las fuerzas a su servicio. Miles de heridos por acciones armadas, cargas policiales, etc. Se estiman, por otra parte, en unos 10.000 torturados en estos 50 años y la lista de agravios sigue. El mapa del  sufrimiento es muy extenso en el País Vasco.

Aunque desde 2010 se ha abierto una coyuntura política de esperanza para Euskal Herria, miembros importantes de la Izquierda Abertzale permanecen en la cárcel, caso Arnaldo Otegi y los otros representantes de Batasuna condenados en el llamado “caso Bateragune”.

Es la reflexión de fondo impulsada en la Izquierda Abertzale, y su apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas, la que ha abierto un nuevo tiempo que, más allá de la actitud obstruccionista de Madrid, fortalece la fuerza por esta paz ganada desde la pelea.

En este contexto cabe tener en cuenta la situación del Estado español, un estado en descomposición, un Estado en crisis que deja al descubierto con sus claros tintes franquistas que esa etapa oscura de la Historia no se ha cerrado del todo, a lo sumo ocultado tras el velo de la impunidad acordado en la llamada Transición democrática.

Diferentes factores evidencian la descomposición del Estado español; la crisis económica brutal (una deuda pública del 101% del PIB y más de 6 millones de personas sin empleo) y la crisis político-institucional (el descrédito del modelo político, los flagrantes casos de corrupción o el modelo autonómico impuesto a la fuerza en la transición del 78… hacen aguas).

Las naciones históricas de la Península Ibérica ya no miramos a Madrid, miramos a Europa. Miramos y observamos con detenimiento el devenir de los pueblos sin estado del continente europeo.

En la última década las naciones sin estado de Europa, hemos constatado que el único modo de elegir el futuro de nuestros pueblos pasa por decidir por nuestros propios medios el camino que queremos recorrer. Así, en los próximos años; Escocia, Flandria, Groelandia, Kanakia, Catalunya, País Vasco tenemos ante nosotros la opción real de marcar el camino hacia la independencia.

Los independentistas de izquierdas queremos agarrar el tren de la soberanía para avanzar junto a los otros pueblos hacia la independencia, hacia la construcción de un nuevo Estado socialista Vasco. Pero a la vez, somos conscientes de que primero debemos cerrar el doloroso capítulo de las consecuencias dejadas por el ciclo de la violencia.

Por ello, hoy en día la Izquierda Abertzale y su expresión política, SORTU1Sortu. Creado en febrero de 2013, ideológicamente se adscribe a la corriente del nacionalismo vasco conocida como izquierda abertzale. Recoge el bagaje y el capital político de la izquierda abertzale organizada históricamente en otros partidos como el anterior, Herri Batasuna (HB) o Euskal Herritarrok (EH) tomando como base la resolución Zutik Euskal Herria. Desde su proceso de constitución toma como referente electoral a la coalición Euskal Herria Bildu, de la cual formará parte en las elecciones. Sus objetivos, según sus ponencias son «una Euskal Herria- País Vasco libre, socialista, feminista y euskaldún» así como romper con el actual sistema «capitalista y patriarcal, y construir una sociedad totalmente diferente basada en la democracia participativa». En cuanto a Europa, el objetivo es «cambiar la actual Europa basada en intereses capitalistas y hacerla mucho más humana». En su presentación, dijeron que sus sendas a seguir son «la constitución de un Estado vasco en el marco europeo», «encauzar la confianza del espacio político de la izquierda abertzale», y contribuir «alianzas políticas y sociales que sitúen el soberanismo y el independentismo en el carril principal de la sociedad vasca»., redobla sus esfuerzos en aras de conseguir cerrar el ciclo armado de una manera ordenada y dialogada de cara a encarar en las mejores condiciones el proceso de emancipación nacional y social de nuestro país.

El 17 de octubre de 2011, una conferencia Internacional celebrada en Donostia-San Sebastián, dio a conocer al mundo la ya conocida Declaración de Aiete. En ese documento, de cinco puntos, se explicitaba  una hoja de ruta para superar el conflicto armado y avanzar hacia la normalización política. Tres días después, el 20 de octubre, la organización armada vasca ETA, decretaba vía comunicado, el cese definitivo de su actividad armada.

En este contexto, en noviembre de 2011 el Partido Popular (PP) se hacía con la presidencia, tras ganar las elecciones generales españolas con una mayoría absoluta sin precedentes. El Partido Popular de Mariano Rajoy, apenas llega al poder pone en marcha toda su maquinaria de guerra para intentar descarrilar el nuevo tiempo político abierto en Euskal Herria. El PP, no es que no haya dado pasos en los dos años transcurridos desde su llegada al poder, sino que ha persistido en la política de la confrontación.

Hablábamos antes de la crisis del Estado español, en particular por su situación económica extrema, pero esa crisis se ve agudizada por su incapacidad para dar respuesta en términos democráticos al proceso vasco, al igual que ocurre, salvadas las distancias, con la vía catalana.

Lo único que ofrece Madrid ante el fracasado modelo autonómico2Modelo autonómico de España: La estructura de España en comunidades autónomas se recoge en la constitución española de 1978. El artículo 2 reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las regiones y nacionalidades que componen el Estado. El texto de la Constitución establece los poderes que pueden ser asumidos por las comunidades autónomas y aquellos que sólo se le pueden atribuir al Estado. En cambio el mapa autonómico de España es fruto de los pactos autonómicos de 1981 y 1992, nunca refrendados ni llevados a las Cortes. es más centralismo y pérdida de competencias. Persiste en proclamar la unidad de España y blandir la Constitución. No hay que olvidar que, según el artículo 8 de la Constitución española; “El Ejército es el garante de la unidad de España”. En ese sentido, preocupa el clima social que se vive en España, el auge y la incitación a la extrema derecha a actuar en aras a defender esa unidad sacrosanta nacional.

Hoy por hoy no se vislumbra en España por parte del gobierno de turno del PP intención alguna de cambiar por voluntad propia su gestión ante el nuevo tiempo político, en aras a arreglar las consecuencias del conflicto que afecta al País Vasco. De hecho, hace falta que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, le condene por retener ilegalmente en la cárcel a decenas de presos vascos para que se haya producido alguna decisión ajustada a derecho y de la más elemental justicia en la cuestión penitenciaria.

El Estado español se resiste a abordar las consecuencias del conflicto entre otras razones porque es consciente de que una vez que se cierre el ciclo de la confrontación armada y se encaucen soluciones para paliar las consecuencias del conflicto, el siguiente escenario en el que nos encontraríamos los vascos es el de elegir libremente entre las siguientes ofertas políticas: la del PP, proyecto nacionalista español (unidad de España vía constitución española); el modelo federal del PSOE-PSE-PSN; el modelo autonómico con más o menos competencias que ofertan los nacionalistas vascos de derecha, o, finalmente, la oferta de los independentistas de izquierda, que defendemos una vía democrática -mediante consulta a la ciudadanía- hacia la independencia del País Vasco.

En todo caso es mucho lo avanzado en estos dos años, y para la inmensa mayoría de la sociedad es una evidencia que no hay mejor alternativa que la de persistir en la búsqueda de la paz justa y duradera. Esa misma sociedad valora -y así lo demuestran los resultados electorales- que la Izquierda Abertzale ha ejercido y ejerce de motor en ese cambio en marcha en nuestro país.

Hoy los independentistas de izquierdas podemos decir alto y claro que por encima de los obstáculos que los estados español y francés nos ponen en el camino, seguimos avanzando en la construcción de la paz, la soberanía y de un nuevo modelo social en nuestro país.

La creación de un frente electoral estratégico de izquierdas y soberanista -EHBildu- ha posibilitado que los independentistas de izquierda hayamos entrado con fuerza en diferentes instituciones del País Vasco. Tras un ciclo de 3 elecciones en 2 años, la coalición electoral Euskal Herria EHBildu3Euskal Herria Bildu. Euskal Herria Bildu (EH Bildu) fue acordada por Eusko Alkartasuna (EA), Aralar, Alternatiba y Sortu. Estas formaciones suscribieron un acuerdo estratégico de largo plazo para ofrecer a la ciudadanía vasca «un proyecto de soberanía nacional y de verdadera transformación social», que apostaba por «la construcción de alternativas viables que sitúen la economía como una herramienta al servicio de la ciudadanía», como la creación de una Caja Pública Vasca; así como poner la soberanía política y económica «al servicio de un nuevo modelo económico, ecológico y social, de una redistribución justa de la riqueza y de lucha contra la exclusión social, que tenga en la mayoría social trabajadora su referente fundamental». El acuerdo incluía otros compromisos referidos a «la consolidación de un escenario de no violencia con garantías y el restablecimiento de los mínimos democráticos», la euskaldunización, la lucha por la igualdad de mujeres y hombres, la defensa de la educación, el ámbito de la juventud, en favor del internacionalismo, y en contra del racismo y la xenofobia. disputa al Partido Nacionalista Vasco (PNV) la hegemonía en el ámbito nacionalista.

Siguiendo con los avances, debemos de reconocer que la  participación de la comunidad internacional en el proceso político y de paz ha sido muy importante, vital, y los resultados así lo atestiguan.

La estrategia por parte de los gobiernos español y francés de acallar y aislar el nuevo tiempo político y dar a entender que nada o casi nada ha cambiado en el País Vasco ya no tiene credibilidad alguna. Toda la comunidad internacional es consciente de que la paz es posible y real hoy en el País Vasco.

La conferencia de Aiete de 2011, la creación del Grupo Internacional de Contacto, o el Grupo de Verificadores Internacionales son muchos de los aportes de la comunidad internacional al proceso de solución democrática en Euskal Herria.

Pero la gran protagonista de ese proceso hacia la paz es la propia sociedad vasca. Prueba de ello, y ante los síntomas de bloqueo que mostraba el proceso de paz, una nueva batería de propuestas para avanzar en la senda de la solución tomaba cuerpo en mayo del 2013 con la iniciativa de Foro Social por la Paz4https://www.forosocialpaz.org/presentacion/ en el País Vasco. Este Foro social contó con la participación de expertos internacionales., que compartieron sus experiencias y reflexiones sobre el desarme y la reintegración de las personas presas y huidas, la garantía de los derechos humanos o la tarea pendiente de cómo afrontar el futuro sin olvidar el pasado.

En octubre de 2013 han tenido lugar dos encuentros de importante transcendencia; por un lado la conferencia de alcaldes de San Sebastián, a la que han asistido alcaldes y cargos públicos de países que han superado o están en vías de superar conflictos. Este encuentro ha supuesto un revulsivo muy importante y en el mismo se ha podido constatar que el cambio en marcha que desde hace dos años empieza a hacer mella en la sociedad. La participación de alcaldes de diferentes partidos vascos da fe a ello.

La otra conferencia de relevancia ha sido el “Encuentro continental por la paz en el País Vasco”5https://procesodepaz.org/encuentro-continental-por-la-paz-en-el-pais-vasco/ celebrada en México el 17 de octubre, coincidiendo con el segundo aniversario de la Declaración de Aiete-San Sebastián.

El encuentro contó con la presencia de 4 destacados referentes de la política latinoamericana; Cuauhtemoc Cárdenas (México), Piedad Córdoba (Colombia), Rodrigo Borja (Ecuador) y Lucía Topolansky (Uruguay), junto a 5 organizaciones civiles que fueron las promotoras del evento. El encuentro sirvió para dar cuenta del respaldo de 18 altas autoridades -de ellas 13 ex presidentes- al proceso de Aiete.
Los promotores del evento adelantaron nuevas iniciativas y hubo propuestas como la de Piedad Córdoba de realizar el siguiente encuentro en Colombia a favor de la paz en el País Vasco.

Junto a todo este respaldo de la comunidad internacional, hay que dar cuenta de otro hecho reseñable, al que se ha aludido siquiera someramente en otro apartado de este escrito. El 21 de octubre de 2013, ha sido hecha pública la sentencia definitiva del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que ha anulado la Doctrina 197/2006, más conocida como la “Doctrina Parot”, una aplicación de la ley irregular establecida con el objeto de prorrogar la permanencia en prisión de los presos pese a haber cumplido estos la condena que le fuera impuesta. Más de 57 presos políticos vascos deberán de recobrar de inmediato la libertad, gracias a esta sentencia. Esa sentencia debería servir de revulsivo para activar nuevas dinámicas, amplias y efectivas, que lleven al gobierno español a cambiar su política penitenciaria y acoplar sus leyes a los nuevos tiempos políticos.

El Estado español, lo sabemos, va a retrasar cuanto pueda los pasos que la sociedad vasca le exige que dé en la dirección de la paz, el diálogo y el entendimiento mutuo. Esa cerrazón es un obstáculo nada desdeñable, pero no lo suficientemente importante como para impedir que desde Euskal Herria- País Vasco sigamos peleando por la paz, ya que como bien dijo Lucía Topolansky en el encuentro de México: “la paz es crucial para cualquier pueblo, no se puede vivir en guerra” y ello hace que hoy cobre mayor vigencia que nunca la enseñanza de la senadora uruguaya de que “hay que pelear para que los conflictos terminen”.

La apuesta de la Izquierda Abertzale es firme y decidida. Su apuesta de paz está firmemente asentada en la voluntad de la ciudadanía vasca. Y además contamos con inmejorables aliados en la comunidad internacional, en países hermanos como Uruguay, para seguir peleando por la libertad.

28 de octubre de 2013

* Responsable para América Latina del Partido SORTU

Referencias

Referencias
1 Sortu. Creado en febrero de 2013, ideológicamente se adscribe a la corriente del nacionalismo vasco conocida como izquierda abertzale. Recoge el bagaje y el capital político de la izquierda abertzale organizada históricamente en otros partidos como el anterior, Herri Batasuna (HB) o Euskal Herritarrok (EH) tomando como base la resolución Zutik Euskal Herria. Desde su proceso de constitución toma como referente electoral a la coalición Euskal Herria Bildu, de la cual formará parte en las elecciones. Sus objetivos, según sus ponencias son «una Euskal Herria- País Vasco libre, socialista, feminista y euskaldún» así como romper con el actual sistema «capitalista y patriarcal, y construir una sociedad totalmente diferente basada en la democracia participativa». En cuanto a Europa, el objetivo es «cambiar la actual Europa basada en intereses capitalistas y hacerla mucho más humana». En su presentación, dijeron que sus sendas a seguir son «la constitución de un Estado vasco en el marco europeo», «encauzar la confianza del espacio político de la izquierda abertzale», y contribuir «alianzas políticas y sociales que sitúen el soberanismo y el independentismo en el carril principal de la sociedad vasca».
2 Modelo autonómico de España: La estructura de España en comunidades autónomas se recoge en la constitución española de 1978. El artículo 2 reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las regiones y nacionalidades que componen el Estado. El texto de la Constitución establece los poderes que pueden ser asumidos por las comunidades autónomas y aquellos que sólo se le pueden atribuir al Estado. En cambio el mapa autonómico de España es fruto de los pactos autonómicos de 1981 y 1992, nunca refrendados ni llevados a las Cortes.
3 Euskal Herria Bildu. Euskal Herria Bildu (EH Bildu) fue acordada por Eusko Alkartasuna (EA), Aralar, Alternatiba y Sortu. Estas formaciones suscribieron un acuerdo estratégico de largo plazo para ofrecer a la ciudadanía vasca «un proyecto de soberanía nacional y de verdadera transformación social», que apostaba por «la construcción de alternativas viables que sitúen la economía como una herramienta al servicio de la ciudadanía», como la creación de una Caja Pública Vasca; así como poner la soberanía política y económica «al servicio de un nuevo modelo económico, ecológico y social, de una redistribución justa de la riqueza y de lucha contra la exclusión social, que tenga en la mayoría social trabajadora su referente fundamental». El acuerdo incluía otros compromisos referidos a «la consolidación de un escenario de no violencia con garantías y el restablecimiento de los mínimos democráticos», la euskaldunización, la lucha por la igualdad de mujeres y hombres, la defensa de la educación, el ámbito de la juventud, en favor del internacionalismo, y en contra del racismo y la xenofobia.
4 https://www.forosocialpaz.org/presentacion/
5 https://procesodepaz.org/encuentro-continental-por-la-paz-en-el-pais-vasco/

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