Argentina hoy…

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Es conocido lo que pasó por estos días en mi país. Argentina parece cumplir con esa frase de Marx: la historia se repite dos veces, primero como tragedia y luego como farsa.

La Tragedia
En diciembre de 2001 la Argentina vivía una de las peores crisis de toda su historia. El modelo neoliberal nos había llevado a la ruina. Desde el comienzo de la dictadura militar (24 de marzo de 1976) hasta ese momento la Argentina había completado el plan del FMI a rajatabla, nuestra economía estaba extranjerizada y altamente endeudada, la desocupación había escalado a niveles pocas veces visto, las industrias eran parte del pasado, la exclusión de nuestro pueblo era profunda, De la Rua había llegado al gobierno prometiendo cambios que nunca se hicieron realidad, de hecho fue la continuidad del menemismo, hasta llegó a tener al mismo ministro de Economía, el nefasto Domingo Cavallo.

En este contexto y con el colapso del sistema financiero se dio el estallido social más importante del que se tenga memoria. La gente salió a la calle a pedir comida. El 19 de diciembre de 2001 se saquearon supermercados y otros tipos de negocios. La gente pedía a gritos para comer, imágenes terribles de grandes cadenas de supermercado haciendo montañas de comida para que los vecinos lo agarren. Por la noche hubo una fuerte protesta en Plaza de Mayo. Miles de personas pidiendo «que se vayan todos». Ahí llegó la represión, los primeros muertos y heridos de bala. Al otro día, 20 de diciembre, la protesta fue más fuerte y la represión llegó a pasarle por encima con los caballos a las Madres de Plaza de mayo. Hubo resistencia popular, el resultado: 35 muertos por la represión. La renuncia del Presidente fue inmediata.

La Farsa
El 10 de diciembre de 2013 Argentina cumplía por primera vez 30 años de democracia ininterrumpida, después de una década de grandes transformaciones donde se han recuperado más de 6 millones de puestos de trabajo, se han reabierto miles de industrias, se ha amplificado la cobertura social al punto que es la más importante de Latinoamérica, se han creado derechos nuevos como el matrimonio igualitario o la ley de identidad de género, etc.

Argentina vive su período de crecimiento económico más importante en sus 200 años de historia. La realidad ha cambiado mucho y a nosotros no nos la cuentan.

Sin embargo, hace dos semanas una protesta policial por cuestiones salariales en una provincia derivó en graves incidentes en todo el país con saqueos, guerra de vecinos y hasta muertos. Pero ¿qué pasó entonces? Está claro: intentaron recrear la imagen de 2001, la idea de la ola de saqueos, el descontrol generalizado. Pero esta vez fueron saqueos organizados en camionetas 4×4, con policías de civil a la cabeza de los mismos. En fin, las policías provinciales fueron base de maniobras de los sectores concentrados del poder que pretenden desestabilizar al gobierno más popular que construimos los argentinos en los últimos 30 años.

¿Por qué?
La Argentina no es una isla, es parte de una región que viene dándose una lucha sin cuartel por construir su propio destino. El proceso de transformación que viven los países de América Latina, en el marco de un mundo que se debate entre la crisis que afecta a los que siempre fueron los beneficiarios de la historia, léase EEUU y Europa, es un llamado de atención para los que siempre creyeron que éramos su patio trasero.

El re-acomodamiento del orden mundial es lo que está en disputa y América Latina puede hacer un aporte significativo a la idea de un mundo multipolar, crece en el mundo una nueva región con consistencia política, con un mercado interno inmenso, con recursos naturales para abastecer al mundo varias veces, con autonomía política y económica de las potencias mundiales si es que así lo decidimos.

Pero los imperios no se quedan sentados viendo cómo sus esclavos se liberan. Al contrario, operan, hacen política en contra, fagocitan todo lo que puedan para generar mejores condiciones para que ellos puedan volver a condicionar a nuestros gobiernos. No es casualidad que la policía hoy sea un factor de desestabilización en nuestro continente, precedentes como el intento de asesinato y acuartelamiento contra Rafael Correa en Ecuador, las protestas violentas de policías en Bolivia contra Evo Morales, o la participación de las Fuerzas de Seguridad en la masacre de campesinos en Paraguay que después sirvió de excusa para hacer un golpe institucional al compañero Fernando Lugo.

Lo que hoy vivimos en Argentina es un intento más de los poderes fácticos de nuestro país y del mundo por desestabilizar a un gobierno popular, pero no nos confundimos, el objetivo no es sólo Cristina o Argentina, el objetivo es frenar el proceso de transformación que vive la Patria Grande para subordinar a nuestro continente a sus intereses. Por suerte la historia está de nuestro lado, porque a ella la construyen los pueblos y nuestros pueblos han decidido ser parte para siempre.
 
Por: Leonardo Grosso – Diputado Nacional -FpV. Movimiento Evita

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