Gloria al bravo pueblo son las primeras palabras del glorioso himno de la República Bolivariana de Venezuela, haciendo alusión al valiente pueblo Venezolano, que con brío se enfrenta a las diferentes dificultades que a lo largo de la historia se manifiestan desde su independencia.
A comienzos del mes de febrero del año 2014, se han presentado situaciones complicadas y lamentables, dejando como saldo múltiples heridos y al menos 15 muertos, esto reseñado por algunos medios internacionales.
Las preguntas son: ¿Qué tan confiable es la información que se difunde internacionalmente? ¿Quién está detrás de todo esto en realidad? ¿Cuál es la situación política de Venezuela en este momento? ¿Cómo ocurrió todo esto? ¿Por qué? Interrogantes que tienen respuesta en el marco histórico, energético, político, y económico, contemporáneo.
“Febrero caliente” fue la consigna de los grupos extremistas opositores al gobierno revolucionario y democrático que rige a Venezuela, proclamada discretamente a través de las redes sociales desde comienzos del año. Dejando en evidencia de antemano el plan macabro de desestabilización y golpe de estado tramado desde lo profundo de estos grupos.
Haciendo un breve recuento:
A comienzos del mes de febrero un grupo de estudiantes universitarios en el Estado Táchira frontera con Colombia, bajo el amparo constitucional del artículo 350 que reza la libertad de protesta y manifestaciones públicas, hicieron uso de su derecho solicitando al gobierno mejoras en el área de la inseguridad entre otros tenores, supuestamente de forma pacífica.
Situación que se desvirtuó cuando un sub-grupo provoco con premeditación e incitación a la violencia el ataque con palos, piedras, materiales inflamables, quema de neumáticos y enfrentamientos a funcionarios del orden público frente a varias instituciones, haciendo uso incluso de armas de fuego, adicionando el asalto a la casa del Gobernador. Estando en el lugar su familia, siendo esta lapidada por la turba, hiriendo a la esposa de este que con su cuerpo protegió a sus hijos pequeños y trato de calmar a la multitud haciendo señal con sus manos.
Producto de esto, algunos ciudadanos fueron arrestados en flagrancia directamente en el acto delictivo, para posteriormente investigar la naturaleza de estos hechos vandálicos.
Posteriormente las manifestaciones agresivas continuaron ya no solo en el Táchira sino también en las principales ciudades del país cada vez con mayor magnitud.
Más tarde otro grupo de estudiantes y afines, solicitaron a las autoridades públicas el derecho a una marcha pacífica en Caracas Distrito Capital. Pidiendo la liberación de los estudiantes detenidos así como la los asuntos ya planteados anteriormente.
El doce de febrero de 2014 esta marcha fue efectuada bajo este esquema finalizando en la sede principal de la Fiscalía General de la República. Solicitando la presencia de la autoridad máxima de esta institución. Aquí ocurrió algo muy similar al Táchira, mismo modus operandis. Luego de la retirada de los principales dirigentes de oposición del lugar convocado para finalizar la manifestación, Otro sub-grupo previamente organizado con bombas incendiarias, radios de comunicación entre otros instrumentos para incitar al desorden público y la violencia, cumplieron con su objetivo. Resultando la destrucción casi total de la fachada del edificio, el apedreamiento a los funcionarios de orden público, la quema de vehículos tanto oficiales como particulares en la zona, el asalto de las instituciones del estado, ataques directos a otros funcionarios administrativos incluyendo actos lascivos en contra de algunas mujeres quienes laboran en la empresa metro de caracas, el robo a mano armada de dos bancos del estado, la quema de casi cincuenta unidades de transporte colectivo público, y ocasionando la muerte de algunas personas, presuntamente por franco tiradores, ubicados en algunos puntos críticos de los edificios. Muy similar a lo ocurrido en el anterior golpe de estado el 11 de Abril del 2002.
Vale la pena destacar que el primero en caer tras la pérdida de su vida, fue un compañero tupamaro integrante de un colectivo del conocido barrio caraqueño 23 de enero, nombre que no divulgo por respeto a su familia, sin dejar de reconocerle como un héroe anónimo. Este junto a otros se encontraba realizando un trabajo de inteligencia social en vista de los acontecimientos.
Transcurridos varios días las múltiples manifestaciones y ataques continúan. Hay quemas de cauchos en las principales vías de transporte del país y lugares estratégicos, colocación de cables de acero a lo ancho de algunas carreteras ocasionando la muerte por decapitamiento de un trabajador conductor de una motocicleta, quema de vehículos de uso particular, corte de cableados líneas telefónicas, así como saboteos en telefonía celular e internet mediante instrumentos tecnológicos, amenazas por mensajería de texto y por redes sociales a las familias de los dirigentes de la revolución, el marcado de las casas a familias afectas al gobierno, entre otros son cada vez más recurrentes ocasionando un intenso ataque psicológico y moral a la nación. Esto ya es terrorismo…
Tal parece que en Venezuela hay un intento de desestabilización con fines de derrocar al gobierno constitucional elegido democráticamente.
Aparentemente la estrategia política es crear desorden público, con el objeto de que exista un clima de ingobernabilidad y posteriormente la suspensión de garantías constitucionales, para dar un toque de queda militar. Si esto ocurre lo segundo seria la activación de la Carta Democrática Interamericana acordada por la OEA, dada la ruptura de poderes y la afectación de las libertades civiles. Acto seguido el pronunciamiento de la Corte Penal Internacional establecida por la ONU mediante el estatuto de Roma por la violación de los DDHH y crímenes contra la humanidad. Toda una formula perfectamente diseñada…
En resumen todos estos acontecimientos forman parte de un plan estratégico que obedece a intereses económicos de los enemigos del mundo que ven en Venezuela el potencial de una Latino América Libre y Soberana…
Por: Robin Martínez
