El Frente Amplio, la principal fuerza renovadora de Uruguay, acaba de cumplir 43 años.
En ese tiempo ha sobrevivido a pruebas de fuego: ilegalización por una feroz dictadura cívico-militar, el asesinato de prestigiosos militantes y muchos años de prisión para otros. Pero hasta los grandes dolores han ido acumulando experiencia en los sindicatos y sectores populares.
Todos tienen claro, hoy, que el Frente predica un mundo nuevo, socialista, con plena libertad, y que en tanto lucha por ese objetivo va ampliando su militancia y formando indoblegables luchadores. Se trata, pues, de una fuerza política con principios claros, templada en la participación popular.
De las persecuciones de una feroz dictadura militar la izquierda y demás sectores progresistas han aprendido –en la clandestinidad o en la legalidad- a fortalecer y ampliar su militancia, que ha arraigado hondamente en el corazón de los orientales.
En los objetivos del Frente, su defensa de Cuba, de Nicaragua, de Haití y su prédica por la unidad de los pueblos de Latinoamérica y del Caribe se define su lucha contra el imperialismo yanqui, que en la perspectiva histórica que surge de las luchas populares aparece cada vez más condenado a su expulsión de estas tierras.
En este 43 aniversario, además de recordar las políticas sociales que también forman parte de sus objetivos y que se han llevado adelante en estos años de gobierno, encontramos a los partidos que integran el Frente unidos y caminando hacia un nuevo horizonte.
Por: Guillermo Chifflet