Sobre el fin del soporte técnico de Windows XP y algunas consecuencias autóctonas.
Desde hace unos años (cerca de tres) Microsoft venía anunciando que iba a “discontinuar” su sistema operativo Windows XP y finalmente, el 8 de abril de 2014 es la fecha anunciada oficialmente. Ingresando al siguiente link se podrá apreciar la cuenta regresiva oficial https://www.microsoft.com/es-xl/windows/business/retiring-xp.aspx
¿Qué significa esto?
“Después del 8 de abril de 2014 ya no habrá más actualizaciones de seguridad, ni parches para errores no ligados a la seguridad, ni opciones de soporte -gratuitas ni de pago tampoco- ni actualizaciones de contenido técnico en la Web”.
¿Qué implica que no haya más “actualizaciones de seguridad”, ni “parches para errores”?
A las “actualizaciones” de un programa informático también se le conocen como “parches”. Estos son cambios que se le hacen a un programa para corregir errores, agregarle funcionalidades, actualizarlo, solucionar problemas de seguridad, entre otros.
Las actualizaciones de seguridad, entonces, solucionan vulnerabilidades que permiten, aprovechándose de ellas, violar la seguridad del sistema.
Para el caso específico del Sistema Operativo (S.O.) Windows XP, los usuarios estarán familiarizados con dichas “actualizaciones críticas de seguridad”, que suelen advertir: “Se han detectado varios problemas de seguridad que podrían permitir a un usuario malintencionado poner en peligro un equipo que ejecute Microsoft Windows y hacerse con el control del mismo.”
Los parches que corrigen errores pueden centrarse (como en el caso del SP3 de Windows XP) en la mejora de rendimiento del sistema operativo, con el fin de entregar una mayor estabilidad del sistema.
Así que, luego del 8 de abril de 2014, no habrá más parches para corregir errores y además, aquellas vulnerabilidades encontradas podrán ser usadas por crackers, pudiendo tomar el control del sistema, obtener información crítica (claves, por ejemplo), borrar datos, etc.
¿En qué afecta a los usuarios “domésticos” y a las empresas?
Según empresas de consultoría que se dedican a recabar información acerca de navegadores o sistemas operativos utilizados, como Net Applications, nos muestran un dato interesante para Uruguay.
Como se puede ver, casi un 30% de los sistemas operativos utilizados son Windows XP.
Otra consultora internacional, también para nuestro país, establece en casi un 25% el uso de Windows XP.
Sabemos que al día de hoy aún se venden PC’s, de manera informal, usadas, por unos $1.500 (pesos uruguayos) que tienen instalado, de manera ilegal, dicho sistema operativo y hay muchos usuarios que no han podido actualizar sus equipos (comprar otros más actuales) que no pueden instalar otros sistemas operativos de la familia Microsoft, porque dichos aparatos no los soportan (por memoria ram, tipo de procesador o capacidad de disco duro, por ejemplo). Por ejemplo, muchas Magallanes del Plan Ceibal, tanto de alumnos como de docentes, tienen instalado Windows XP y el hardware de estas no permitiría instalar Windows 7 u 8.
Muchas empresas públicas, organismos del estado, tienen en sus parques informáticos un gran porcentaje de sus PC’s de escritorio con este sistema operativo. Es de lamentar no contar con la información necesaria para realizar un análisis mejor, información que se viene solicitando a los organismos competentes, pero que nunca hemos podido obtener.
Para el caso de usuarios domésticos, los que tenemos una computadora en casa por ejemplo, podríamos convivir con un sistema operativo desactualizado, siempre y cuando utilicemos un antivirus (para el caso los sistemas Windows). Con la limitante que los nuevos programas o actualizaciones de programas ya instalados, nuevos juegos, etc. no puedan “correrse” o ejecutarse en el sistema desactualizado. Las empresas de software dejarán de “hacer programas” para un sistema operativo que ya no tiene soporte y las empresas que hacen dispositivos de hardware, dejarán de aportar controladores (drivers) para dicho sistemas obsoletos, como ya ocurre.
Si pretendemos “actualizarnos”, lo que la empresa Microsoft sugiere es cambiarnos a Windows 8 (aprox. U$S 220 la licencia) o en su defecto a Windows 7 (U$S 150). Está claro que esto implica tener que comprar una licencia. Para así tener el “beneficio” de dichas actualizaciones.
Para una empresa: ahí sí hay un problema.
Vayamos a un caso concreto: los cajeros automáticos. El 95% de los cajeros automáticos del mundo utilizan el sistema operativo Windows XP y nuestro país no es una excepción (tal vez el porcentaje sea mayor).
¿Se imaginan que ya no haya más actualizaciones que corrijan problemas detectados de seguridad? ¿Qué ocurriría con toda la información guardada? ¿Qué ocurriría con los “…problemas de seguridad que podrían permitir a un usuario malintencionado poner en peligro un equipo que ejecute Microsoft Windows y hacerse con el control del mismo”?
Microsoft le da la posibilidad a las empresas de «Contratar el servicio de Custom Support a través de Microsoft Premier Support para permanecer en los productos no soportados. Si, por cualquier motivo, decide permanecer en Windows XP SP3 o Office 2003 después de que termina su soporte, usted tiene la opción de contratar un acuerdo especial de soporte. Para acceder a este servicio es necesario tener un contrato de Soporte Premier y un proyecto de migración para ese producto. El coste del Custom Support es significativamente superior al Soporte Premier estándar y se incrementa anualmente debido a los crecientes costos de mantenimiento de ese servicio.» Por lo tanto, a condición de tener un proyecto de migración, de adquisición de otro producto (Windows 7 u 8) y la adaptación de los programas al nuevo sistema (pueden haber programas que no funcionen en las nuevas versiones del sistema operativo), además del hardware (puede ocurrir que una tarjeta de video o de sonido no tenga controladores, o drivers, para el nuevo sistema, por ejemplo), una empresa puede tener por un costo que anuncian puede ser mayor al de la nueva licencia, la extensión del soporte técnico por un año más.
Para el caso de una empresa, como puede ser un banco, esto debería haberse previsto hace más de un año, cuando ya se había anunciado la finalización del soporte técnico. Como surge de una nota aparecida en El País (Los cajeros automáticos deben actualizarse antes del 8 de abril, del 20 de marzo de 2014) “desde la secretaría de Banred dijeron a El País: «Es un tema que no está resuelto».” Y en el caso del BROU”»ya ha programado» la migración de sus cajeros automáticos desde Windows XP a un sistema operativo más actual, aseguró Eduardo Barbot, gerente ejecutivo de Red comercial de la entidad”. Lo que no se menciona en la nota es a qué sistema actualizarán. Es de suponer que, si no quieren “dolores de cabeza”, seguirán las sugerencias de Microsoft.
Y ¿qué sugiere Microsoft?
Obviamente: “Actualizarse a Windows 8 y Office 2013.” Ah! Porque también dejarán de dar soporte a Office 2003.
¿Qué hacer?
Este hito es una oportunidad para tomar algunas medidas que nos permitan actualizarnos tecnológicamente:
Cambiar de PC, por uno que soporte un sistema operativo superior (Windows 7 u 8), teniendo en cuenta que lo mismo que ocurre ahora con XP, ocurrirá con los otros sistemas operativos (Windows 7: fin de soporte extendido el 14 de enero de 2020; Windows 8: fin de soporte extendido el 10 de enero de 2023). Por nuestra idiosincrasia, cuando hacemos un gasto importante, en este caso para adquirir una nueva computadora, pensamos en que tenga que “durar por muchos años”, así que considerar las fechas de fin de soporte no es un dato menor.
Invertir en actualizar el hardware de nuestra computadora (ampliar memoria ram, cambiar de disco duro, por ejemplo), siempre y cuando se pueda, ya que algunas no lo permiten, e intentar la actualización.
Analizar alternativas que, sin cambiar nuestra computadora, permitan actualizarnos: cambiar de sistema operativo.
Analicemos las alternativas
Comprar una computadora nueva: debemos pensar en desembolsar entre 800 a 1.500 dólares, teniendo en cuenta que la gran mayoría de los PC’s que se venden en plaza, tienen preinstalado un sistema operativo de Microsoft, hecho que implica que el costo incluye el precio de la licencia y que debemos tener en cuenta el fin del soporte técnico para la versión del sistema operativo instalado. Actualizar el hardware de nuestra computadora: dependiendo del tipo de máquina que tengamos, es posible que no podamos hacerlo y en el caso de poder, siempre es más conveniente comprar una máquina usada, que tendremos que cambiar al poco tiempo.
Cambiar de sistema operativo: si no queremos gastar y pretendemos estar actualizados y poder hacer lo mismo que con los sistemas operativos de Microsoft, lo mejor es pensar en instalar una distribución GNU/Linux. Es así que migrar a software libre, es una opción que ha venido siendo de las que más se ha tomado en cuenta en estos últimos tiempos.
Para el caso de Office 2003, que también se queda sin soporte, no se notarán diferencias sustanciales si se opta por cambiar a OpenOffice o LibreOffice.
Démosle una oportunidad a GNU/Linux
A la hora de decidir qué hacer, creo que estamos en el mejor momento para “dar el salto”, no solo de sistema operativo, sino conceptual.
No me voy a detener en analizar los beneficios de usar software libre, ya se ha escrito y explicado bastante, aquí.
Cambiar e instalar un sistema operativo como puede ser Ubuntu, Debian, Fedora, Linux Mint, etc. no sería más difícil que cambiar de Windows XP a Windows 7 u 8. Creo, incluso, que sería mucho más fácil aprender a usar algunos de estos sistemas que seguir en la línea de Microsoft.
Todas las distribuciones GNU/Linux tienen versiones Live CD o DVD, que permiten ejecutar el sistema operativo directamente del medio externo, sin tener que instalarlo, así podemos probar dicho sistema y las aplicaciones o programas que vienen con él, sin modificar lo que ya tenemos instalado en nuestra computadora.
Como usuarios domésticos, está en nosotros animarnos a probar.
Para el caso los organismos del estado y empresas en las que tiene mayoría accionaria.
En Uruguay, tenemos desde el 27 de diciembre de 2013, promulgada por el Poder Ejecutivo, la ley de Software Libre y Formatos Abiertos en el Estado.
En su artículo 2º establece: En las instituciones y dependencias del Estado mencionadas en el artículo 1º, cuando se contraten licencias de software se dará preferencia a licenciamientos de software libre. En caso de que se opte por software privativo se deberá fundamentar la razón. En caso de que el Estado contrate o desarrolle software, el mismo al ser distribuido, se licenciará como software libre. El intercambio de información realizado con el Estado, a través de Internet, deberá ser posible en, al menos, un programa licenciado como software libre.
Por tanto, en el estado uruguayo, no habría dudas al respecto: la migración debe hacerse a sistemas operativos y paquetes ofimáticos cuyo licenciamiento sea el de software libre.
Lamentablemente, creo que habrá muchos gerentes y responsables de direcciones o departamentos de informática, que no querrán “calentarse la cabeza” e intentarán “fundamentar la razón” para seguir usando software privativo, esto es, seguir usando los sistemas operativos de Microsoft. Por ejemplo, en el caso de los cajeros automáticos, como dijimos antes, sabemos hace tres años que iba a ocurrir esto con Windows XP y como vemos por sus propias declaraciones, aún no tenían previsto qué hacer.
Tres años es un tiempo bastante prudencial para prever contingencias al respecto, por ejemplo tener una aplicación o programa realizado en un lenguaje que pueda ejecutarse en otra plataforma diferente a la de Windows, o sea, reprogramar la aplicación que controla las transacciones de los cajeros automáticos para que pueda correr independientemente del sistema operativo sobre el que esté instalado. Dicha oportunidad se perdió y los tiempos indican que el camino menos traumático será seguir gastando en sistemas privativos, que quedan obsoletos por razones meramente de negocios. No se evalúa, ni se ponen a consideración problemas que han quedado al descubierto tras las denuncias de Snowden. Según el diario inglés The Guardian las denuncias del extécnico de la CIA Edward Snowden revelaron que Microsoft colaboró con las agencias de inteligencia de Estados Unidos para que las comunicaciones de los usuarios fueran interceptadas. Precisamente, la compañía de tecnología informática de Silicon Valley ayudó a la NSA a eludir el sistema de encriptación que protege las conversaciones entre usuarios a través del chat del portal Outlook.com, que incluye el servicio de Hotmail. Etc, etc, etc.
¿Qué se hizo, qué se hará?
Por lo visto, el camino seguido por el BROU será el más fácil, según pudimos comprobar consultando la página web comprasestatales.gub.uy
Allí se puede ver el llamado a precios realizado para la “Contratación de servicio de Migración de puestos de trabajo a Windows 7. C.D. 2013/51/08474”, “…de hasta 2.450 puestos de trabajo a Sistema Operativo Microsoft Windows 7 instalados en dependencias localizadas en el Interior y Montevideo, y oficinas en Edificios Centrales de Montevideo“, publicado el 6 de diciembre de 2013, cuyo monto es de US$ 225.388,90.
Así que no es de extrañar que los sistemas operativos de los cajeros automáticos corran la misma suerte.
No es un dato menor tener presente la fecha de promulgada la Ley de Software Libre en el Estado, que mencionamos renglones antes.
Por: Leonardo Trujillo