Entrevista al Sr. Ernest Urtasun, cabeza de lista para las próximas Elecciones Europeas por la coalición Iniciativa per Catalunya-Els Verds, de la izquierda catalana.
P: Cuéntanos tu situación personal.
R: Soy Diplomático de carrera pero no ejerzo.
P: ¿Qué te ha parecido, en términos muy generales, la Asamblea del Sábado “Ara es Demà”?
R: Yo creo que fue un éxito que respondió a una demanda como la unidad de la izquierda en Cataluña y en el conjunto de España, porque es verdad que hemos vivido durante muchos años con divisiones cainitas incomprensibles a ojos del electorado, sobretodo teniendo en cuenta la situación de gravísima crisis que vivimos. La voluntad era hacer una apertura del Partido hacia otras formaciones de izquierda y movimientos sociales.
Desde ese punto de vista la Asamblea fue un éxito. Ahora el reto es darle continuidad y forma política a todo esto, y es en lo que deberemos trabajar en los próximos meses aprovechando el éxito del encuentro.
P: El Movimiento 15M representó un hito en la movilización popular, fue algo importante y a nosotros nos queda la sensación de que faltó dar un paso organizativo. Algo similar a lo que pasó en Burgos y la lucha de su barrio Gamonal, o con la marea blanca (lucha por la Sanidad pública) y en otras expresiones barriales. En este proceso han surgido varias plataformas como el Partido X, como reflejo de esas situaciones. ¿Es posible capitalizar políticamente estas energías?
R: Yo no hablaría de capitalizar en el sentido de que hay movimientos que trabajan al margen de los partidos políticos. Yo más bien diría que en España se está dando una situación dialéctica entre los movimientos y los partidos, en el sentido que los movimientos plantean nuevas formas de hacer política, de protesta y de acción. Nosotros deberemos ser capaces de entenderlos y de abrirnos, de transformarnos organizativamente para darles una respuesta. Es necesario que seamos capaces de encontrar una dinámica conjunta, un punto de encuentro común.
P: Vemos un descreimiento generalizado en los partidos políticos, hay corrupción, hay injusticias, la Banca gana cada vez más. ¿Qué tendría que hacer la izquierda para romper con ese descreimiento, para que la población deje de pensar que todos son iguales?
R: Esa es una situación muy complicada: porque es verdad lo del descreimiento generalizado en la política, que también afecta a la izquierda, no somos ajenos a eso. A lo que estamos obligados nosotros, es a ir por delante en la propuesta, a exigir más transparencia en la financiación y en las maneras de hacer, denunciando para salga a la luz, todo lo que ha ocurrido en éstos últimos años. La ciudadanía tiene derecho a saber lo que ha ocurrido en el PP, en el PSOE, en CiU, con todas sus cuentas, con sus actuaciones en detalle, durante los años de la burbuja. Tenemos derecho a saberlo. Debemos ser muy proactivos en exigir transparencia.
P: ¿Podemos estar en la antesala del fin del bipartidismo?
R: Lo que está ocurriendo en España es una lectura histórica, es el hundimiento del pacto constitucional del 78. Y creo que eso es muy evidente desde distintos puntos de vista. La Constitución del 78 ya no sirve para dar respuesta a las aspiraciones del pueblo catalán, la institución monárquica está puesta en entredicho por gran parte de la ciudadanía y la tercera pata de la crisis institucional es la caída del bipartidismo en España, según lo indican todas las encuestas. Iríamos a un sistema de partidos totalmente nuevo, diferentes a los que conocimos en el 78. Esto plantea una nueva dinámica constitucional en España.
P: ¿La configuración del Estado actual se corresponde con los deseos de autonomía tanto en Cataluña como en Euskadi?
R: Creo que en el 78, por la correlación de fuerzas que teníamos, lo que se hizo era todo lo que se podía hacer. Creo que la posición del Partido Comunista de entonces era correcta y nuestros mayores hicieron bien en pactar. No había otra opción. Pero hemos llegado a un punto en la historia de España en la cual esas renuncias pueden ser replanteadas y exigir el derecho a poder hablar de República, hablar del derecho a decidir en Cataluña y en Euskadi, para buscar un modelo social y económico distinto. Las generaciones posteriores al 78 así lo exigimos.
P: Saltemos a Europa. Como miembro de la Comunidad Económica, España está sometida a las políticas comunitarias, donde priman los intereses globales por encima de los nacionales, con Alemania marcando el ritmo. ¿Cuáles son las alternativas a esta situación que propone tu Partido?
R: En Europa creo que tenemos un fenómeno de renacionalización de las políticas comunitarias. Los Estados han vuelto a ganar peso frente a las instituciones comunitarias. Esto se ha producido, entre otras cosas, fundamentalmente por la voluntad de los gobiernos conservadores nacionales, principalmente el alemán, de pilotar la crisis desde Berlín o desde Frankfurt, y de una Comunidad Europea débil para defender el interés general. La Comisión Europea con Barroso a la cabeza ha sido la peor de todos los tiempos, me atrevería a decir que ha actuado como el “Cobrador del Frac” (empresa española dedicada a cobrar deudas) de la oligarquía financiera europea. Creo que hay dos niveles de actuación de la izquierda. Las decisiones en Bruselas se toman en primer lugar en el Parlamento, que juega un papel, y luego en el Consejo Europeo o reunión de los gobiernos ejecutivos nacionales, que ha sido reforzado.
La alternativa europea se debe construir en dos niveles:
1º, formar una mayoría progresista en el Parlamento Europeo, y esto se empieza a hacer a partir de las elecciones del 25 de Mayo 2014. Necesitamos un polo de izquierda, a la izquierda de la socialdemocracia, que tenga como programa electoral principal romper con las políticas de austeridad. La configuración de este polo en el Parlamento es de una gran prioridad en este momento. Ya estamos tejiendo alianzas en Europa para configurarlo.
2º, Como con eso no es suficiente, necesitamos voces en el Consejo Europeo. Y esto pasa por ganar elecciones nacionales. En España aún estamos lejos de lograrlo, pero por ejemplo Syriza en Grecia está en las puertas de poder hacerlo. Esas voces progresistas serán muy importantes en el Consejo.
En resumen, la alternativa europea se construirá con un bloque progresista en el Parlamento, que obligue a un cambio de mayoría, y victorias en algunos países para poder tener voces en el Consejo Europeo. Sumando ambos niveles podremos cambiar las mayorías. El Parlamento tiene un peso importante en el proceso legislativo europeo pero el Consejo sigue mandando mucho, de modo que un Parlamento progresista será imprescindible pero no suficiente si no nos acompaña el Consejo.
P: ¿Qué capacidad tendría la izquierda para cambiar las políticas imperantes en Europa?
R: La ciudadanía a veces tiene la sensación de no saber quién gobierna las instituciones europeas. Tradicionalmente hasta ahora ha sido el resultado del pacto entre la derecha y la socialdemocracia. En el Parlamento actualmente se toman decisiones bajo un pacto similar al existente en Berlín. El Presidente del Parlamento, el Presidente del Consejo Europeo han sido votados en bloque por la gran coalición.
Una prioridad estratégica de la izquierda debe ser romper eso. Necesitamos romper esos pactos derecha-socialdemocracia, y la socialdemocracia ha entrado en crisis por culpa de esos acuerdos. Y esto será posible si cambiamos la correlación de fuerzas dentro de la izquierda. A la izquierda de la socialdemocracia necesitamos un bloque mucho más fuerte, que obligue a la socialdemocracia a moverse. Esta es la gran opción estratégica de la izquierda en estos momentos en Europa.
P: En éstos momentos los partidos socialistas están impulsando a Schultz, como el gran gurú de la socialdemocracia. ¿Iría esto en detrimento de la representatividad nacional de los partidos al potenciar una persona al Parlamento Europeo?
R: Por primera vez, dado que nunca había sucedido en Europa, cada familia política presenta candidatos a la Presidencia de la Comisión. La aprobación será del Parlamento. Schultz ha emergido como la figura a liderar la socialdemocracia europea. Pero la gran pregunta es: ¿liderar la socialdemocracia para hacer qué? ¿Para seguir pactando en la gran coalición con la derecha y acceder a un cargo de responsabilidad? O, por el contrario, ¿quiere liderar la socialdemocracia para encabezar una alternativa progresista en Europa? Ésta es la gran pregunta que Schultz no responde; y de hecho, al ser Schultz un socialdemócrata alemán, tenemos miedo que en el pacto alemán entre derecha y socialdemocracia vaya implícito un acuerdo para colocarlo en la Presidencia. Ese esquema reproduciría la gran coalición alemana en Bruselas y Schultz no responde a esa pregunta, y nosotros queremos interpelarlo al respecto durante la próxima campaña. Que le expliquen a la ciudadanía qué mayoría quiere liderar su candidato. Esto será muy importante.
P: ¿Dentro de las actuales estructuras de la Comunidad Europea, es posible una Europa más humana y más solidaria?
R: Yo creo que en las actuales estructuras jurídicas de la Unión Europea es difícil. Es difícil porque en estos momentos tenemos un corsé neoliberal que se llama Tratado de Lisboa. En la campaña insistiremos en avanzar hacia un proceso constituyente para hacer otro tratado en la Unión Europea. El Tratado de Lisboa nació mal, fue una manera de incorporar a la ciudadanía por la puerta de atrás, imponiendo condicionantes en la política económica de tipo neoliberal, como por ejemplo, disuadir al Banco Central Europeo hacer una política expansiva a favor de la creación de empleo, o impedir avanzar hacia un tesoro único europeo, imprescindible ahora para salvar la zona euro.
Esa situación no nos sirve para ir a una Europa ciudadana y social. Es necesario avanzar hacia un proceso constituyente y hacer un nuevo tratado. Además, el Tratado de Lisboa ha producido una brecha brutal entre la ciudadanía europea y las instituciones: los ciudadanos tienen la sensación de que esas instituciones no trabajan para ellos.
Desde este punto de vista, avanzar hacia una nueva Constitución Europea, con nueva legitimidad democrática, es fundamental.
P: Se teme una fuerte abstención en las próximas elecciones europeas?
R: Sí. Las elecciones al Parlamento Europeo siempre han generado importantes abstenciones.
En las últimas votó menos del 40% de la ciudadanía en España, lo que es un rotundo desastre. Yo tengo la intuición de que habrá más participación en éstas porque hay una indignación ciudadana muy evidente, y la gente tendrá ganas de expresarlo en las urnas. Y eso es una oportunidad para la izquierda: tenemos que ser capaces de canalizar ese cabreo hacia un nuevo horizonte progresista en Bruselas. Creo que la participación será mejor, pero el problema es estructural, no es coyuntural. La brecha entre ciudadanos e instituciones europeas ya es demasiado grande. Los mecanismos democráticos y de control soberano no funcionan en Europa y muchos piensan que ir a votar no sirve para nada.
P: La gran Banca europea, alemana y británica son un gran poder en la sombra, y ellos marcan el futuro a seguir, produciendo el deterioro del bienestar de una gran mayoría de la población. ¿Crees necesario un nuevo Estatuto para el Banco Central Europeo?
R: Sí.
P: ¿Y el poder político deber ser partícipe de esas decisiones?
R: Sí. Es la vieja discusión con los economistas neoliberales, que opinan que la libertad del Banco Central Europeo es sagrada. Creo que el Banco Central Europeo toma decisiones que son fundamentales para el día a día de los ciudadanos, como por ejemplo, la financiación de las administraciones. En éstos momentos el BCE presta dinero a las entidades financieras prácticamente gratis, a menos del 1% de interés, y éstas luego prestan dinero a las administraciones públicas a un 3 o un 4% de interés, lo que produce un enorme endeudamiento de ellas y un lucro desmesurado por parte de las entidades financieras, a costa de la administraciones locales. Y esto tiene un impacto real y directo en los servicios públicos a los ciudadanos, (pensiones, subsidios de paro, y otros).
¿Por qué el BCE no puede intervenir en el mercado primario de deuda, comprando deudas directamente de las Administraciones, tal como hace el Banco de Inglaterra o la Reserva Federal en USA? No lo hace porque los tratados y reglamentos lo prohíben, y desde luego la Banca manda. Y esto es un problema muy gordo porque está generando un sobre endeudamiento de las Administraciones y un lucro desmesurado de las entidades financieras. Otro asunto importante relativo al Estatuto, es que la Reserva Federal norteamericana tiene un mandato sobre los objetivos de política monetaria, basado en contener la inflación y generar empleo. Cuando el nivel de desempleo en USA llega a un determinado nivel, la R. Federal tiene un mandato para reducirlo y lo mismo con la inflación. Bajan intereses e imprimen más dinero para generar actividad y mantener el equilibrio.
En Europa no. El mandato del BCE sólo tiene un objetivo, el control de la inflación, por lo que en estos momentos el 26% de paro que existe hoy en día en España le importa un comino al BCE, ni tiene atribuciones para ocuparse de ese tema. Y esta situación es intolerable. Tomando en cuenta los porcentajes de paro que existen en varias zonas de Europa, tenemos necesidad de una política económica mucho más expansiva. Son básicamente decisiones políticas.
USA está saliendo más rápido de la crisis que Europa, y esto es, entre otras razones, porque la Reserva Federal ha sido muy agresiva en sus programas de intervención monetaria, que han funcionado. Pero en Europa tenemos a un BCE que es un engendro liberal, incapaz de actuar en la recuperación económica ni en la creación de empleo.
P: ¿Qué mecanismos propondrías para evitar fugas de capitales dentro de la Comunidad Europea en la que existen países con políticas fiscales mas ventajosas, como por ejemplo Irlanda, que tiene un impuesto de sociedades mas bajo y por eso crea desequilibrio?
R: Creo que la Comunidad Europea debe avanzar hacia instrumentos fiscales comunes. No podemos tener libre circulación de capitales y competición fiscal entre Estados. Pero esto también está fomentado por el neoliberalismo en Europa. Si miramos el programa de los liberales europeos veremos que defienden la competencia fiscal como algo fundamental, como algo a incentivar. Las diferentes fiscalidades de los estados europeos, relativas a sociedades, a IRPF, al IVA, ha generado competencias entre Estados y se han visto obligados a bajarlos. Esa situación ha presionado a la baja la fiscalidad de los Estados. La única manera de frenar este proceso, es equilibrar la legislación fiscal, y esa es nuestra apuesta. El IRPF y el IVA deberían ser de un nivel común en todos los países europeos, para frenar la evasión de capitales, de lo contrario las empresas se irán a países con impuestos más convenientes para ellas, como Francia o Irlanda.
P: ¿Para cuándo las prohibición de los paraísos fiscales?
R: El debate de los paraísos fiscales en la Unión Europa hasta produce risa. Solemos criticarlos duramente pero más de la mitad de ellos están bajo soberanía europea, la mayoría en islas británicas, algunos en suelo continental (Andorra, Luxemburgo, San Marino) y otros en territorios europeos colonizados.
La lucha contra los paraísos fiscales está totalmente abandonada, porque al final ellos son los mecanismos legales que tiene la oligarquía financiera para escapar a la fiscalidad europea y atacar esto es atacar el núcleo del capitalismo europeo. Es la gran batalla a dar. Pero aquí hay que hacer también una reflexión de fondo: los paraísos fiscales existen y funcionan de esta manera, porque el capitalismo europeo en los últimos años ha evolucionado hacia un capitalismo de rentistas, lejos del capitalismo productivo que tuvimos luego de la postguerra y que fue cuestionado.
Aquí hay un debate más de fondo aparte de limitar los paraísos fiscales, y es que necesitamos volver a recuperar la economía productiva, que recupere el peso frente a la economía financiera de rentistas.
P: ¿Posibilidades o proyectos para reconvertir Europa? ¿Cómo estimular al sistema productivo europeo frente a la competencia de China? Nos bajan los sueldos y no se invierte en I D. ¿Qué posibles estímulos se pueden dar a la industria productiva?
R: Creo que debemos tener una fiscalidad capaz de penalizar las actividades especulativas y rentistas. Por ejemplo, la Tasa Tobin se ha planteado como una solución, pero hay dificultades, porque de los 28 países que inicialmente la apoyaban, se han descolgado varios y sólo quedan 17 que siguen apoyándola. Se va a hacer una cooperación reforzada en la que estaría España, pero no Irlanda ni Londres. La Tasa Tobin está en discusión, con mucha presión de la Banca para que no avance, y eso que la Tasa significaría un gravamen de solamente un 0,1% a cada transacción financiera, lo que no es un impuesto exagerado, tal es el volumen de transacciones, que los cálculos situarían la recaudación en 25 mil millones de euros, lo que es una barbaridad (equivalente al presupuesto de la Generalitat de Catalunya para toda la Sanidad y Educación catalana). Es importante entender que todo eso solo lo podremos hacer a nivel europeo.
Aquí hay otro debate de fondo, impulsado por cierta izquierda radical, que frente al engendro neoliberal de la Unión Europea propone dejar el euro y volver a las fronteras anteriores, y luego hacer un programa económico alternativo al neoliberalismo actual. Creo que esto no es viable porque hoy en día los Estados-nación son demasiado pequeños frente al capitalismo global.
España por sí sola no puede instalar la Tasa Tobin porque los mercados financieros son mucho más poderosos. Y de ahí la importancia del proyecto europeo, con legislaciones que penalicen ciertas prácticas financieras y que sean capaces de canalizar los capitales hacia actividades productivas. Además, uno de los problemas de España y de Europa, es que nos estamos desindustrializando, lo que es un drama para nuestras economías, que afecta directamente al empleo, a la calidad de vida. Son economías sin futuro por ser especulativas.
P: Entonces, en la actual situación europea, con este proyecto político actual, ¿se puede hablar de una cronificación del paro?
R: Claro. Tenemos en estos momentos lo que los norteamericanos llaman una recuperación sin creación de empleo. Parece que los datos macro económicos indican una estabilización de la crisis, pero el paro sigue creciendo.
P: Parece que se están discutiendo grandes acuerdos económicos tales como Europa-USA, Europa- Asia, Europa-América Latina,… ¿En qué condiciones está Europa ante esos acuerdos en la actual estructura financiera que no produce? ¿Únicamente como consumidor nato?
R: Creo que un TLC con USA es la muestra del fracaso de la visión de lo que quiere ser Europa en el mundo ante la gran crisis, ante la no generación de empleo. Como si el libre cambio fuera una salida a la crisis. Sería una huida hacia delante, olvidando los problemas europeos, y sería un gran error, porque los sectores industriales y culturales europeos se verían gravemente afectados (ustedes en América Latina conocen ejemplos bien claros). Sería una catástrofe.
Una de las razones por las que la Unión Europea ha entrado en crisis, que arranca en los años 90, es que no hizo políticas comerciales que potenciaran la exportación de su modelo económico en la OMC y en otros foros. Eso hubiera sido ser una opción comercial muy distinta a la actual. En lugar de hacer eso, en lugar de fomentar condiciones laborales respetando la Carta de la OIT, para avanzar hacia el estado del bienestar con sistemas de protección, etc., lo que se importó fue la precariedad de fuera para insertar a la UE dentro del capitalismo, presionando a la baja los salarios. Y éste es uno de los grandes fracasos del modelo europeo.
P: O sea que nos obligarán a consumir menos y con mercados internos de menos capacidad.
R: El consumo interno europeo esta bajo mínimos, incluso en Alemania. Eso es el resultado de una política. Los salarios alemanes han sido presionados a la baja con lo que el poder adquisitivo ha caído. En Francia, el poder adquisitivo, aunque ahora mismo sigue siendo el más elevado, está estancado desde hace muchos años, cuando en el pasado fue uno de los más altos de Europa.
P: Alemania puede permitirse esto y soportarlo, porque es fuertemente exportador y su mercado interior le importa poco.
R: Lo que pasa es que su actitud es producir en base a la contención de salarios y no en I D. Esa política es la que está poniendo en grave crisis a la eurozona. Al final, Alemania lo que ha hecho es una política neo imperialista comercial con sus socios de la eurozona, lo ha hecho con contención salarial y con un nivel de inflación 1,5 puntos menor a la media europea y destrozando las balanzas comerciales de sus socios. La balanza comercial de España fue destrozada por esta política alemana, lo que ha generado déficits comerciales, acumulación de deuda, etc. Y eso al final, Alemania lo acabará pagando, si la periferia europea no consume lo que Alemania produce.
P: En el campo de las Relaciones Exteriores ya nos hablaste de la pérdida de peso de Europa, ahora se habla mucho del avance de USA hacia Asia con importantes inversiones y otros intercambios. ¿Mira Europa de igual manera a América Latina, y sobre todo a sus países emergentes, para lograr acuerdos comerciales? ¿Crees importante reforzar relaciones con el MERCOSUR y/o Pacto Andino, como forma de cambiar los lineamientos comerciales y políticos? ¿O es que Europa no tiene nada que exportar?
R: Europa sí tiene cosas para exportar. Creo que Europa occidental desde el final de la II guerra mundial fue anclada en las estructuras de seguridad y defensa norteamericano, y no ha tenido una política exterior autónoma. Y ese proceso se está agudizando porque los Estados nacionales están perdiendo peso a nivel internacional, pero se niegan a trasladar sus competencias en materias de políticas de defensa y de seguridad al ámbito europeo. Y como Europa no quiere hablar con una voz única, está perdiendo peso.
La UE debería mirar mas hacia América Latina, reforzando lazos con sus experiencias de integración (ejemplo MERCOSUR) pero con lazos comerciales y políticos para generar proyectos compartidos de bienestar y diálogos políticos, no acuerdos neoliberales como los que la UE hace actualmente.
En estos momentos, veo a América Latina proponiéndole a Europa tales acuerdos y no al revés.
Y esto sería muy importante para la izquierda europea. Ahora tengo la sensación de ver un mundo al revés: la izquierda europea totalmente desarticulada, y en cambio, la izquierda latinoamericana muy fuerte y que gobierna.
P: Es que América Latina está viviendo un momento dulce, nunca hubo una alianza política entre países con objetivos comunes, tales como la UNASUR, la CELAC, el MERCOSUR o el PACTO ANDINO: Y esto es un elemento muy importante. Cuando decimos en Uruguay que deseamos que el FA gane, es para nosotros un hecho político de suma importancia a largo plazo, porque ello significará que las condiciones de vida mejorarán.
R: La impresión que tengo de la Comunidad Europea, es que está desmontando su pacto social de la posguerra, mientras que América Latina está construyendo el suyo. Es la gran diferencia de ambas dinámicas. Veo a América Latina, luego de muchos años de pobreza y desigualdades y luego del acceso de gobiernos de izquierda, construyendo su pacto social, con la salida masiva de gentes de la pobreza. Brasil, Uruguay y otros países, han hecho grandes avances, mientras que Europa va al revés, desmontando su pacto social. Es decir, la dinámica de la lucha de clases en ambos continentes ahora mismo está invertida.
P: Hace unos días se publicó en un periódico de Cataluña (“La Vanguardia”), un artículo de H. Kissinger en el que defiende que la lucha por el poder actual y futuro en Asia podría finalizar en otra guerra mundial, lo manifestó en la reciente conferencia de seguridad en Alemania.
R: Es que la militarización del Pacífico es un hecho.
P: Sí, está claro. En ese artículo de H. K. Nos llamó la atención que dice que Alemania, por su cuenta, que hasta ahora tenía limitaciones junto a Japón en lo relativo a movimientos de tropas, está hablando ahora de enviar tropas al exterior (como lo hizo en Afganistán por ejemplo).Crees que habrá una política común de defensa europea? ¿Será la OTAN la que decida o cada país decidirá por su cuenta?
R: No hay una política de defensa europea común. Cada país hace la suya y lo que le da la gana. Existen colaboraciones militares (Airbus), pero no existe una política común europea de defensa. Las políticas de defensa las marca clarísimamente la OTAN. Esto es solo una parte de la historia, la otra parte tiene que ver con Alemania y ahí hay un matiz a incorporar: en los últimos 10 años Alemania está reconstruyendo su soberanía, la que había perdido luego de la derrota en la II guerra mundial. La está reconstruyendo poco a poco.
Alemania ya manda tropas al exterior desde hace 10 años, cosa que no había ocurrido antes (la guerra de los Balcanes fue la primera vez, y también en Afganistán). De modo que Alemania está emergiendo como un actor no militar, porque no tiene un gran ejército, pero sí con voz propia en ámbitos internacionales, habiendo estado silenciada durante 50 años. Y la crisis de la eurozona ha reforzado ese proceso, porque durante la euro crisis Alemania homogeneizó a Europa. La soberanía alemana ha emergido durante los últimos 10 años e irá a más. Sumado a esto, la preocupante decadencia de Francia, que en los equilibrios de poder europeos está reculando cada vez más en Europa. La crisis de la eurozona, que hasta ahora se había radicado en Grecia, Italia, España y Portugal, llegará a Francia. Y cuando llegue veremos qué ocurrirá, porque Francia es un país muy difícil de gestionar. Hace poco, Hollande anunció un recorte de 55.000 millones de euros en el presupuesto, lo que es una barbaridad.
La política de defensa europea sigue dependiendo de la OTAN, pero Alemania incide cada vez más.
P: Una reciente encuesta de “El Pais” (de España) que trata sobre la corrupción a nivel europeo y que es realmente alarmante: menciona un 99% en Grecia y hasta un 40% en países nórdicos. Al margen de la actuación de cada país en este tema, ¿tiene la UE mecanismos que garanticen transparencias territoriales?
R: No.
P: ¿Y qué se puede hacer para lograrlo?
R: El mismo informe de “El País” menciona que lo evadido es de 120.000 millones de euros anuales. Los mecanismos en contra de la corrupción dentro de la UE son muy escasos. Hay instrumentos, existe la OLAF, que es la oficina antifraude, que en teoría es quien controla el fraude en las instituciones europeas, pero es una oficina muy pequeña y con muy pocos medios. Además, el control el gasto de fondos europeos ha sido muy deficiente. Por ejemplo, en España hemos tenido episodios memorables de malversación muy bochornosos, como sucedió con Unió Democrática de Catalunya, que fue condenada por usar fondos destinados a parados para auto financiarse. Fue algo escandaloso.No existen mecanismos antifraude en la UE y yo creo que deberemos ir a su creación. Lo más sencillo desde un punto de vista práctico es dotar a la OLAF de los mecanismos y fondos que hoy no tiene. Esto nosotros lo llevamos en nuestro programa.Así como hay una directiva del agua que obliga a que la política del agua en todos y cada uno de los países europeos cumpla con una serie de parámetros, no existe una directiva relativa a la anticorrupción y creo que debería existir. Y sin duda es una de nuestros grandes temas de hoy en día.
P: Referente al Poder Judicial, vemos que ha perdido gran parte de su independencia frente al poder político. En España esto es muy claro, pero en el resto de Europa, de una u otra forma, sucede algo similar, nadie controla a las actuales políticas neoliberales. ¿Se podría incidir en Bruselas con un mejor control que garantice el ejercicio de los DD.HH. según el texto de la ONU?
Aquí incluimos también el tema de la inmigración.
R: El tema de la protección de derechos dentro de la UE es muy deficiente. Había un viejo proyecto europeo que era el tema de la ciudadanía europea, que pretendía otorgar derechos superiores a sus ciudadanos en comparación a los otorgados por cada Estado miembro. Es un proyecto detenido, y hemos ido para atrás en ese tema. En estos momentos en la UE se producen agresiones en materias de DD.HH. que no habíamos visto desde hace muchísimos años. Y esto tiene mucho que ver con el resurgir de la extrema derecha y del fascismo en Europa, que ya es un auténtico problema. En Francia, con la expulsión de los gitanos, la expulsión de rumanos en Inglaterra, la persecución de gitanos en la Europa del Este y lo que sucede en las fronteras de la UE con África (casos de Melilla y de Lampedusa) nos está llevando a años atrás en materia de protección de DD.HH. Y este tema lo deberemos situar claramente dentro de nuestra campaña, marcando claramente la forma de combatir eso, haciendo una política distinta. Creo que la UE debería actuar para impedir que un Estado miembro, como sucedió con Francia, expulse a menores de edad a causa de la etnia. No es admisible en estos casos que la UE mantenga silencio, y lo mismo en materia de inmigración.Lo que ocurre en muchos casos, es que en materia de derechos de los inmigrantes, los ministerios del interior de cada país tienen secuestrada a la política, y si alguien intenta cambiar esa política de inmigración se encuentra con un coto cerrado, secuestrado. “Éste es mi asunto, tú no te metas” dicen los ministros de interior locales.
El caso de la isla de Lampedusa fue claro. Hubo muchos muertos, hubo un gran debate y luego se reunió en Bruselas el Consejo de Ministros de Interior, y allí se acordó que esos temas los gestiona cada país según sus criterios y como le dé la gana. Y ahí terminó todo. Por lo tanto, en DD.HH. el reto es incluso competencial, poder arrancar las políticas de cada ministro de interior suplantándola con otra de ámbito europeo y de distinto enfoque, más humanitario.
P: Además, a la situación anterior se le suman las crisis internas, con mayor conflictividad y las contradicciones que se generan. Llama la atención que ahora entrarían Bulgaria y Rumania en la UE como miembros de pleno derecho y algunos países de la UE han dicho no, como Holanda e Inglaterra.
R: Ahora los han tenido que aceptar, aunque en el pasado ciertos países, España incluida, establecieron excepciones, como prohibir que trabajen, en contra de rumanos y búlgaros. Y esa excepción ha caducado en enero pasado y ha habido un gran debate en este tema, sobre todo en Inglaterra, con fuertes temores de que esa inmigración reviente el mercado laboral inglés. Fue un debate netamente xenófobo en Inglaterra. Al final la excepción se canceló y ahora mismo tienen derecho a trabajar en Inglaterra e incluso en España. La reacción de la derecha y de la extrema derecha con este tema fue muy violenta.
P: … esto ha sido como gasolina para esa gente.
R: Exactamente. Tendremos un Parlamento Europeo en el que irrumpirá la extrema derecha, pero eso lo ha generado la rotura del pacto social europeo. Si bien algunos europeos veteranos dicen que “estamos en los años 30”, yo no digo eso. No estamos tan mal como entonces, pero el fascismo nace como un instrumento de la derecha contra la pobreza. Al igual como sucedió con el fascismo en Europa durante los años 30, como forma de detener las reivindicaciones de la clase trabajadora. Y ahora volvemos a tener conflictividad social y con mucha exclusión, con el capitalismo en plena y brutal ofensiva, es cuando vuelven a aparecer este tipo de situaciones. Buscan al chivo expiatorio en búlgaros, en rumanos o en kosovares, cuando antes eran los judíos o los comunistas; y en la medida que el pacto social europeo siga degradándose crecerán las expresiones políticas de la extrema derecha. Eso es un auténtico problema. En España no hemos tenido aún una emergencia muy fuerte de la extrema derecha, pero en Francia, Le Pen, puede ganar las elecciones europeas e incluso puede quedar primera. Algo similar en Holanda con Wilders, o la Liga Norte en Italia, etc. Es algo terrible. Aquí en Barcelona, empezamos a tener concejales de Plataforma per Catalunya en los barrios y eso a mi me preocupa un poco las próximas elecciones municipales del 2015. Deseo que no se vayan a multiplicar este tipo de expresiones a nivel local.
P: Preocupa también que el ámbito de movilización de esta gente y de captación de adeptos sea en los barrios más modestos, y que eso no se da en las zonas de nivel alto. Es decir, compiten en zonas que tradicionalmente han sido de la izquierda.
R: Esa es la historia de la izquierda francesa, donde se ha visto que alcaldías tradicionalmente comunistas han sido conquistadas por la extrema derecha del Frente Nacional.
P: Sucede que al lugar donde se dirija el inmigrante y donde está la clase trabajadora, en los lugares mas castigados, la extrema derecha crece usando el caldo de cultivo del inmigrante.
R: Claro, totalmente de acuerdo. Ese fenómeno ocurre en los barrios modestos, en lugares con mucha inmigración, y la derecha los señala como los causantes de todos los problemas (paro, seguridad), cuando ellos no tienen nada que ver. Usan el discurso fácil para pescar. Los casos de Vic, ciudad catalana con una importante población marroquí que trabaja en el campo, la extrema derecha creció al señalarlos como los causantes del paro, como si el capitalismo europeo no tuviera nada que ver en ello. El de Badalona, con muchos rumanos, sucedió algo similar. Son claros ejemplos.
P: En cierta forma vemos una competencia entre pobres y los empleadores fomentan los guetos para explotarlos mejor.
R: Desde luego, sucede así. En eso la legislación española es muy tramposa, que siempre se ha desarrollado permitiendo la trampa, la manera de que un empleador pueda tener un inmigrante trabajando de forma irregular, que muchas veces es lo que interesa al empresario. El tema de la extrema derecha en Europa es un desastre. Escribí un artículo en el diario “Público” diciendo que ante la gran crisis europea no tenemos medios para ofrecer una alternativa clara a nivel sindical y político. Creo que hoy en día salvar el proyecto europeo y salvar a la izquierda es lo mismo. Sin una reconstrucción de los instrumentos sociales no seremos capaces de salvar el proyecto. Esto es muy evidente. Y en esto, la situación de América Latina es muy interesante, de cómo han acumulado fuerzas a través de los años, ganando terrenos a la derecha en temas culturales, ofreciendo alternativas en varios de ellos, y al final, luego de mucho trabajo y unidad, hoy llegaron al gobierno. Hoy en día, América Latina es un espejo donde debe mirarse Europa y ver qué hacemos.
P: América Latina puede servirles de bombona de oxígeno.
R: Claro.
P: ¿Por qué está tan mal explicado y fundamentado en España el concepto de Federalismo? Hay sitios que ni siquiera conocen el concepto. ¿Por qué no lo explican bien?
R: A esa palabra en España la han pervertido, porque aquí con los problemas territoriales quetenemos, algunos defienden el federalismo pero sin explicar su significado. La propuesta del PSOE en Granada no es federalismo, es una chapucera reforma constitucional, con un Senado un poco mas territorial y nada más, pero es no es federalismo. Yo soy federalista. Pervertir y machacar la palabra crea dificultades para defender este concepto y ya no vende. Creo que un federalismo bien entendido sería la solución para un encaje de todas las naciones que componen el estado ahora mismo. Pero hay que saber qué significa y qué tipo de federalismo queremos. El federalismo hoy además debe entender que estas naciones deben poder hacer, si lo desean, consultas de autodeterminación.
P: Vivimos en autonomías, y si se explicara bien el concepto de federalismo como un paso más avanzado, la gente lo entendería claramente. Explicar qué significa el federalismo moderno, no el de George Washington de hace muchos años en los USA.
R: Hay que hacer eso que dices. Lo que pasa es que estamos en una fase con una gran hegemonía del independentismo en Catalunya y los federalistas tenemos grandes ificultades para explicarnos, también porque tenemos pocos aliados en el resto de España y el PP ha iniciado un proceso bestial de recentralización del estado. Tradicionalmente, nadie en España lo ha defendido claramente, con uñas y dientes. Lo que ha hecho el PSOE al respecto es de chiste. Sí lo ha hecho Izquierda Unida, y si IU crece nos permitiría a los izquierdistas catalanes engancharnos a eso. Sería un federalismo que permitiría Las consultas de autodeterminación, que evitaría que el idioma catalán sea pisoteado, con competencias claras, que permitiría políticas exteriores de tipo federal. Esto existe, pero nadie lo propone.
P: Lo que tú dices es justamente el federalismo moderno, el que contempla las recaudaciones, los idiomas, las interrelaciones entre Estados dentro de España, etc. Me llama la atención entonces la poca fuerza del federalismo, como si se le tuviera miedo.
R: De acuerdo. Necesitamos voces en España que tomen en serio este tema. Yo tengo la esperanza de que ahora que IU está creciendo mucho, lo haga.Creo que el federalismo sólo será creíble hoy si replanteamos en serio el pacto del 78.. El federalismo hoy tiene que replantear al Estado. Ahí empieza todo. No sirve plantear al federalismo como un maquillaje de lo que se hizo en el 78, que es lo que propone el PSOE, es absurdo El federalismo del PSOE no sirve, porque en lugar de plantear una alternativa a la situación actual, está actuando como baluarte del acuerdo del 78 junto al PP, con una gran alianza para defender un modelo en crisis.
P: Soplan vientos de que la UE trataría de iniciar relaciones comerciales con Cuba, rompiendo el bloqueo. ¿Cómo ves este tema?
R: La historia con Cuba es acojonante, porque Aznar en 1998 hizo algo demencial durante su primer mandato, un hito en la política exterior europea, que fue conseguir una decisión común europea sobre Cuba que decía lo siguiente: “Con Cuba no se hará nada, y para hacer algo con Cuba necesitaremos la unanimidad de los todos Estados de la UE para poder hacerlo”. Desde el punto de vista de la política exterior española es algo aberrante, porque ante un socio preferente por la cultura y por las tradiciones, te atas de pies y manos a cada Estado de la UE y te dejan dependiendo de la voluntad de los otros. En la UE hay diversas opiniones, entre ellas, hay Estados de la antigua órbita comunista que hoy en día son profundamente anticomunistas, que no quieren saber nada con Cuba. Y eso fue un gravísimo error, y cambiarlo fue muy difícil. Zapatero intentó cambiar esa posición común pero no pudo porque Aznar lo había impuesto con la condición común. Ahora parece que la realidad es diferente debido a las reformas de Raúl Castro hay intenciones de acompañamiento, y veo a la UE mas dispuesta.
También hay que ver si esto no significará un mayor y más fácil acceso de empresas privadas europeas. Creo que Europa no quiere quedarse descolgada de la realidad cubana, y Obama ya ha sido ágil también aquí.
Que se mejoren las relaciones y que exista un diálogo político entre Europa y Cuba es fundamental.
Por: Quatre gats. Barcelona (entrevista realizada en febrero de 2014)