Pensar y plasmar un Frente Grande desde abajo, tan claro nos lo deja el Bebe, es un “trabajo de hormiga”*, por los barrios, por el campo, en sindicatos, cooperativas, grupos de estudiantes; un Frente Grande en donde confluyan varias tendencias para construir en serio los cambios necesarios, cambios que eran necesarios en el 87´ como lo son hoy.
Porque todavía hoy podemos hablar del problema de la deuda externa, de la extranjerización de la tierra, de las Zonas Francas, de la herencia que nos dejó la dictadura…
Un poco olvidada está la voz de Bebe Sendic que nosotros como jóvenes queremos revivir; queremos denunciar, tener presente las injusticias que se dan día a día en los barrios, en el campo, en las familias de asalariados, con los jóvenes presos y relegados por no tener “oportunidades” y no nacer en un barrio de clase media.
Por eso un Frente Grande debe nacer desde abajo, nutrirse desde abajo, consolidarse y crecer juntos, hombro a hombro, sin oportunismos, sin cúpulas ni acomodados, sin aquellos que se acomodan para sus propios fines o para trabajar menos que un obrero. Porque es necesario para un “cambio verdaderamente revolucionario… buscar salidas colectivas”.
Hablar de salidas colectivas no es cortársela solo, es creer en la unidad como bloque de poder. Hablar de salidas colectivas es hablar de unidad.
El Bebe decía: «Frente a este panorama tenemos que construir la unidad desde abajo. Tal vez lo que los dirigentes políticos no consigan, lo logremos trabajando desde abajo, pacientemente, codo a codo con hombres y mujeres de distintas tendencias.» Al cerrar cualquier exposición los luchadores de este pueblo pueden expresarlo, ayer y hoy.
Pero hay más… «Sería bueno que nos comprometiéramos a dar un salto en el sentido humano y solidario. Un avance hacia ese hombre nuevo del Che, siendo más austeros, más generosos, más solidarios.Volver a la unión del pueblo por abajo y profundizar esa conciencia solidaria y socialista que permitió salir colectivamente de la dictadura y de la miseria que nos trajo. Construir en los hombres millones de columnas donde se pueda asentar una sociedad socialista.» La vigencia de esta frase se encuentra intacta, ayer, hoy y siempre, salvando la dictadura, y poniendo en su lugar el neo-liberalismo, la crisis del 2002, el desarrollo progresista. Válido para uruguayos, cubanos, venezolanos… Lo que dice el Bebe son premisas históricas, que siempre están a prueba, en cada generación, en cada individuo. Nos quedan como cosas que están bien y que todos aceptamos sin discutir, pero no siempre practicamos, ni mucho menos lo ponemos como urgente, cosa que sí hizo el Bebe mirando para adelante y combinando lo de todos los días con lo estratégico. El Bebe en su militancia trabajaba por actos concretos, pero siempre con un trasfondo, una visión.
La organización a través del Bebe proponía:
«-distribución de la tierra y mejoras para el trabajador rural”.
-“Terminar con la banca privada en manos de extranjeros”.
-“Terminar con la sangría del pago de la deuda externa”.
-“Volcar esos recursos y lo quitado a los especuladores, para un aumento general del salario que traiga el consiguiente ensanchamiento del mercado interno”.
-“Que las industrias y comercios endeudados con la banca pasen a los trabajadores”.
-“Que se haga un gran frente que se comprometa con estas soluciones”.
-“Que dentro del mismo nos unamos las fuerzas afines para darle un impulso a esta salida y a otras más profundas».
Compañeros acá hay que entender algunas cosas, que en la distribución de la tierra nos quedamos cortos con la repartida y con el reclamo, somos poquitos los que la pedimos y todos peleados. Hemos mejorado las condiciones del trabajador rural desde el gobierno y estamos atados a esa condición para garantizarla y profundizarla, pasa lo mismo con el aumento general de salarios a través del consejo tripartito y el FONDES que financia a los proyectos en manos de los trabajadores. En la concreción de esa lucha histórica, 27 años después, la logramos en parte, porque la banca pública es la más fuerte, porque no hay deuda externa de la dictadura, porque el INC está funcionando con más recursos. Pero a la autogestión no la defendemos todos, las grandes inversiones son capitales imperialistas, la deuda es otra y al INC le falta mucha financiación. ¿En qué estamos fallando? ¿Por qué algunas luchas son victorias parciales y otras que son planteadas no las sentimos así?
Primero, todas las victorias de estas luchas dependen de que sigamos en el gobierno, y esa disputa la vamos a dar, ganar y punto. Ahora, ¿cómo hacemos para que esa lucha sea programática, nuestra, y de izquierda? En eso tenemos que avanzar, pero fundamental es avanzar en estos años que se nos vienen, en la conciencia de la gente, hacer de lo conseguido, y lo que queremos conseguir, lo mismo que fueron las empresas públicas para los Uruguayos, algo que no se toca.
El Bebe nos da alguna pista. “Pa’ seguir con sus dos últimos puntos, el frente grande que se comprometa a esas soluciones, y que nos unamos todos los afines en esos puntos y en los que podamos.” Es fácil decirlo, pero parece más complicado, hoy que ayer, la convivencia entre militantes, se nos vuelve insoportable con señalarnos lo malos que somos nosotros, los infantiles que son ellos, lo reformistas, etc. etc. etc. Acá vamos a tener que entender a quién le vamos a ganar esta lucha concreta, pero subjetiva, esta lucha de conciencia…
«Podríamos decir que las comisiones pro referéndum triunfaron en su convocatoria al pueblo porque nadie quiso coparlas. La táctica de copar aparatos se viene practicando desde que nosotros estamos militando y desde mucho antes. En nuestro país, el resultado es siempre el mismo: se copan sindicatos, se copa un frente y se quedan con la cáscara vacía, porque los marginados se retiran silenciosamente. Copás y copás y siempre estás en el mismo sitio sin avanzar un milímetro.»
Compañeros, hay que trabajar juntos, pese a quien le pese, todos vamos a tener que aportar algo para que esto suceda (y no digo ceder, empecemos ya a cambiar la lógica). Si no podemos vamos a fracasar como organizaciones, como pueblo. No podemos perder por tratar de demostrarle al otro que tengo razón a base de agresiones, de buscar el enemigo, el traidor, el reformista, de este lado, del lado de los militantes. Si no lo logramos, nos ganó el progresismo y la falsa tranquilidad de que no podemos estar peor, nos gana a los que somos parte de este proceso político-electoral y a los que se abrieron porque lo encontraron agotado. Nos gana a todos, por perder la visión estratégica y no trascender más allá de nuestras banderas al conjunto del pueblo.
La izquierda tiene que ir junta en ideas, en propuesta, tan importante como ir junta en el trabajo diario, en la construcción de organización revolucionaria. Recién ahí empezaremos a disputar hegemonías.
*Esta y las siguientes citas son al Discurso de Raúl Bebe Sendic, Acto Tupamaro, Frente Grande. Estadio Franzini, 19 de diciembre 1987.
Por: Frente Juvenil