Diez razones para elegir al Frente Amplio con mayorías parlamentarias

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El Frente Amplio se fundó para transformar nuestro país, después de diez años de gobiernos frenteamplistas podemos decir que ese objetivo primigenio se ha logrado, sin embargo el programa histórico (aunque fuertemente encaminado), está inconcluso: justicia, igualdad, libertad y democracia.

En estos días nos hemos acostumbrado a una discusión inconducente, mayorías parlamentarias siempre van a existir, pueden ser a favor de los cambios o contra ellos, las mayorías parlamentarias del Frente Amplio nos han permitido avanzar en este programa y hay por lo menos diez motivos para seguir apostando a este proyecto nacional inclusivo, democrático y esperanzador:

1. Conquistamos crecimiento económico con distribución de los ingresos: la desigualdad se redujo de la mano de los Consejos de Salarios, el aumento del salario mínimo nacional, las partidas compensatorias y la reforma tributaria. La política no sólo acompañó el crecimiento, lo fomentó y direccionó hacia los sectores históricamente postergados. Los trabajadores y trabajadoras vieron concretados sus derechos con más de cincuenta leyes y vamos por más.

2. Hoy somos un país con más justicia social: entre 2006 y 2013 un total de 696 mil uruguayos salieron de la pobreza, la mayoría de ellos niños, niñas y adolescentes. A su vez teníamos un 5% de la población que se encontraba en situación de indigencia, hoy estamos en el 0,5%, no solo muy por debajo del período de crisis, la más baja de los últimos 25 años, ello es fruto de la generación de políticas que apuntan a restablecer los derechos humanos vulnerados de los excluidos del capital. Todavía hay muchos compatriotas que viven en situaciones de pobreza, en diez años no pudimos contrarrestar los efectos degradatorios de las políticas excluyentes de los cuarenta años previos, por ello tenemos la responsabilidad de seguir y profundizar este proceso.

3. La justicia tributaria es un hecho: mientras que en el pasado todos los salarios aportaban un mismo porcentaje, sin importar si era de $7.000 pesos o $150.000, hoy tenemos un sistema de franjas en donde los salarios más sumergidos no pagan, los salarios medios pagan lo mismo que antes y aquellos de ingreso medio alto y alto tienen mayores aportes. Hoy nadie discute el IRPF, mientras antes todos se oponían, hoy discuten como mejorar una herramienta que es más justa que las anteriores. A su vez los impuestos al consumo han ido reduciendo su carga impositiva en forma gradual, primero se derogó el COFIS y paralelamente el IVA viene reduciendo su carga porcentual, con mecanismos que efectivamente hacen llegar a los usuarios esa rebaja.

4. Más salud: mientras el viejo DISSE nucleaba a 586 mil personas (los asalariados del sector privado) el FONASA es ejemplo mundial y genera un acceso a 2 millones de personas incluyendo asalariados públicos y privados, sus familias completas, unipersonales, profesionales y 350 jubilados (antes era 50.00) buscando llegar al 100% de este sector en 2016. Antes nos acostumbramos al cierre de las mutualistas mientras que el desafío actual es mejorar los tiempos de espera, a su vez este sistema ha profundizado la formalización porque a los trabajadores les es más conveniente estar en blanco, aumentando los cotizantes del BPS en más de medio millón.Uruguay sigue reduciendo la mortalidad infantil, registrando la más baja de su historia.

5. Más educación: en todas las edades ha aumentado la cobertura educativa, mientras que en 2005 uno de cada cinco niños de 0 a 3 años asistía a un centro educativo, hoy uno de cada tres lo hace, y ese crecimiento se ha dado en los sectores más desprotegidos, duplicando su participación. A su vez conquistamos el boleto estudiantil gratuito, pasamos de 900 a 13.600 becas para la educación media, permitiendo, junto a las asignaciones familiares, pasar del 75% de jóvenes estudiando al 85%. El aumento sustancial de la inversión en educación permitió una recuperación del salario en términos reales superior al 60% y el proceso de obras más profundo de los últimos cincuenta años, sin embargo no es suficiente. Vamos a transformar el sistema educativo para lograr más y mejores aprendizaje, con un amplio acuerdo social y político, aumentando la inversión para llegar a todos los niños, niñas y adolescentes, así como a los adultos para asegurar un derecho humano fundamental.

6. Más acceso a la vivienda: del Banco Hipotecario fundido a otorgar 7500 prestamos para vivienda nueva y 9000 para vivienda usada, recuperando viviendas en desuso y vacías, y reestructurando las deudas antiguas llegando a un mínimo en la morosidad, generando mecanismos de garantía de alquiler, y sistemas de acceso a la vivienda para jóvenes (como alquiler con opción a compra y garantías para alquileres colectivos). Mientras que otros usaban éstas instituciones para el beneficio personal o con prácticas clientelares, el FA democratizo el acceso a las instituciones de vivienda, universalizando los mecanismos de acceso y de información. El próximo periodo debe poner en primer plano el acceso a la vivienda, promoviendo el sistema cooperativo y actuando fuertemente sobre la especulación inmobiliaria.

7. Hicimos una revolución energética, me permito citar un documento de los compañeros que han trabajado en el tema:”La apuesta por las energías renovables ha permitido una rápida incorporación de energía eólica, solar, biomasa y biocombustibles y, de esta forma, Uruguay será el año próximo el primer país en el mundo en superar ampliamente el 50% de energías renovables en la matriz energética global (incluyendo todas las formas de energía utilizadas para el transporte, la industria, los hogares, el comercio y el agro). Este porcentaje superará el 90% en el sector eléctrico en particular. Esto implica una fuerte reducción del impacto ambiental del sector, la disminución de la pérdida de divisas por importación de petróleo, el aumento de la soberanía energética y la reducción y estabilización de costos, además de generar miles de puestos de trabajo.” Esto es generación de soberanía energética y va directo a la competitividad de nuestro sector productivo, un Uruguay productivo necesita energía barata, renovable y abundante.

8. Políticas de seguridad y convivencia: pasamos del paradigma represivo al paradigma de la convivencia, terminamos con el hacinamiento en las cárceles, redujimos la reincidencia de un 75% al 53% de las personas privadas de libertad, demostramos que la clave para la mejora de la seguridad es ganar los espacios públicos y desarrollar fuertes sistemas de mediación de conflictos, detuvimos el aumento exponencial de delitos y comenzamos experiencias de estudio y trabajo a los privados de libertad llegando al 60% de las personas privadas de libertad. Combatimos la corrupción, dignificando la tarea policial. Este proceso debe profundizarse. Solo el Frente Amplio puede hacerlo.

9. Las mejores relaciones internacionales de los últimos 50 años: las relaciones internacionales se basaron en cuatro ejes, la promoción y respeto de los derechos humanos, el respeto de la autodeterminación de los pueblos, la integración regional y la diversificación de mercados para nuestros productos. El desarrollo de estas líneas han expuesto a Uruguay a un cambio cualitativo en el escenario internacional, permitiendo tener mayor presencia y pasando a colocar nuestra producción a más de 170 destinos.

10. Un Uruguay de derechos: luchamos contra la discriminación racial, sexual y de género, desarrollando políticas concretas en favor de los colectivos olvidados y que sufren las consecuencias más graves de este fenómeno, aprobamos leyes de regulación de mercado de cannabis para luchar contra el narcotráfico y asegurar los derechos civiles de los usuarios, establecimos acciones afirmativas y conquistamos la interrupción voluntaria del embarazo acabando con las clínicas clandestinas y la muerte de mujeres; aprobamos el matrimonio igualitario, el cambio se nombre y sexo registral profundizando una cultura de diversidad.

Ahora bien, estas conquistas fueron del movimiento político y social de la izquierda uruguaya: sin el trabajo combinado de mayorías parlamentarias con movilización social éstas transformaciones no hubieran sido posibles, muchas de ellas están hoy en juego. El programa histórico de las luchas sociales debe ser profundizado y mejorado, sin embargo solo las mayorías parlamentarias a favor de los cambios nos aseguran su continuidad, y eso es el Frente Amplio.

Por: Tati Sabini

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