Creo que es importante compartir los argumentos de voto, por este medio, en la cola del super, en el almacén o puesto de feria. Mi voto al FA no está exento de calenturas por cómo se definió el candidato, la fórmula, por cagadas y errores de gobierno, por miradas de corto plazo que limitan las posibilidades a futuro, por discrepancias con formas y medios de hacer las cosas. La lista es larga.
No voto a un sector. No participo de ninguno desde hace algún tiempo. No milito en las bases tampoco. Las razones son múltiples.
Todo lo anterior no evita que vea que la inmensa mayoría de los uruguayos estamos mejor que hace 9 años. No mejor porque podemos cambiar el cero km y comprar plasmas (no tengo ni uno ni otro). Mejor porque tenemos un sistema de salud que presta atención a muchísima más gente que antes, porque ese sistema de salud ha mejorado y mucho la atención. Porque tenemos una mejor educación que hace 9 años, mejor en muchas cosas (equipamiento, salario docente, infraestructura y condiciones de trabajo, apoyo a los estudiantes) y también con muchas cosas en el tintero. Quienes hoy van al liceo eran niños o nacían en 2002, esos golpes tampoco sanan de la noche a la mañana. También porque muchísima más gente tiene trabajo y mejores derechos laborales. Nuestros derechos en general se han ampliado enormemente. La calidad de vida de los uruguayos ha mejorado mucho, incluso de aquellos más postergados, y eso es innegable. Esta lista también es larga.
A cada palabra de las anteriores cualquiera puede ponerle peros. Yo también. Sin embargo prefiero esos avances, a veces tímidos, a veces a los tropezones, a la vuelta del gobierno de las minorías para las minorías. Prefiero avances tibios que retrocesos en derechos de las mayorías. Prefiero el gobierno de la colcha de retazos al de la ARU, la ACA, la CIU.
Creo que la construcción de una sociedad mejor no se fundamenta en el hambre de las mayorías, en la educación para el mercado o en el retroceso en derechos laborales. No comulgo en la tesis de algunos de que se deben profundizar las contradicciones para que la gente reaccione. Es fácil pensar esas cosas desde un lugar acomodado, al que no van a llegar las salpicaduras de la miseria.
“Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir / La caravana en harapos de todos los pobres / Desde un mantel importado y un vino añejado / Se lucha muy bien / Desde una mesa gigante y un auto elegante / Se sufre también / En un amable festín se suele ver combatir. // Si fácil es abusar más fácil es condenar / Y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar. / Que fácil es protestar por la bomba que cayó / A mil kilómetros del ropero y del refrigerador / Que fácil es escribir algo que invite a la acción / Contra tiranos, contra asesinos / Contra la cruz o el poder divino / Siempre al alcance de la vidriera y el comedor.” (Canción en harapos, S. Rodríguez)
Una sociedad distinta se construye desde una mejor calidad de vida, mayor igualdad y educación. Desde la libertad individual conjugada con la solidaridad. En ese sentido apunta el programa del FA para el nuevo período. Con todos los peros que se le quieran poner, pero hacia ahí se seguirá caminando. Lentamente, con errores, con caminos distintos a los que preferiría, pero es el único programa que asegura que todos los uruguayos vamos a estar un poquito mejor en muchos sentidos. Es la única propuesta que permite seguir pensando en la construcción de una sociedad más justa.
No me da lo mismo si la mayoría parlamentaria la tienen unos u otros (mayoría va a haber). No me da lo mismo si el presidente es uno u otro. No me da lo mismo que los niños que nacen hoy tengan un horizonte mucho más amplio que el que tenían los que nacían en 2002. Por eso mi voto.
Que los árboles secos y podridos no nos impidan ver el bosque…
Por: Santiago Alzugaray