En clave de FA

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Este número de Mate Amargo nos desafía a desafiar. Pensar el Frente Amplio en clave de futuro es también y en parte ver el Uruguay desde esa misma clave.

Intentaremos entonces de la forma más ordenada posible compartir con ustedes (la barra lectora del Mate) algunos puntos-pasos a dar que entendemos se deben de tener en cuenta pensando en el futuro próximo cercano y no tan cercano.

En esto lo primero es entender que muchos de los pasos que estamos dando hoy y seguiremos dando en el futuro cercano,son en primer lugar el sustento y el pilar del futuro no tan cercano. Tal vez el centro de todo esto sea entender que nuestro Uruguay ya «estaba hecho», lo cierto es que en realidad la cosa no era tan así y había mucho por hacer. Con total respeto a nuestra historia y a las distintas construcciones que otros han realizado, entiendo no exageramos si decimos que el Frente Amplio esta re-armando el Uruguay. Desde las primeras décadas del siglo XX el Uruguay no generaba cambios reales y tan profundos en sus estructuras. Y el tiempo histórico que nos está tocando vivir es de cambio y construcción plena.

La Refundación Nacional (para decirlo en nuestro lenguaje) ha estado siempre en nuestros planteos, ya que entendemos es una necesidad estructural de este hermoso lugarcito de tierra que habitamos. Hasta hace no mucho tiempo atrás esta Refundación Nacional se encontraba en nuestras conversas,en proyecciones, en nuestra guía ruta,en nuestro imaginario colectivo como parte de la izquierda. Hoy la historia es muy otra y esta etapa (aunque en el inicio de su inicio) es una realidad que el Frente Amplio con su variedad de visiones viene llevando a cabo.

Es el inicio del inicio, pero es ni más ni menos que practica concreta y además de ser practica concreta tiene resultados ya visibles.

En corto tiempo el proyecto del FA en cuanto a desarrollo y modelo de país ha demostrado ser solido y obtener resultados favorables.

Como decíamos (en lenguaje de todos) el Uruguay se esta rearmando. Y seguir armándose parece un desafío. Continuar generando las infraestructuras necesarias para lograr un Uruguay que continúe su
desarrollo a la vez que se integra y se conecta con el resto de la región y el planeta es un desafío. Continuar explorando , innovando y diversificando energías que nos pertenecen para utilizarlas en nuestro favor seguirá siendo también un desafío que implica entre otras cosas ser autosuficientes lo cual genera grandes cuotas de soberanía.

Claro está esto genera crecimiento, desarrollo y riqueza y aquí hay otro desafío: distribuir esta última. Sin equidad, sin igualdades, sin posibilidades de desarrollo para las grandes mayorías lo anterior no tiene sentido.

La derecha pega con lo que le queda en el único lugar que le queda, la inseguridad. Allí entendemos hay mucho para seguir trabajando. De todas formas entendemos problema mayor la violencia como tal. Que es en definitiva la gran generadora de inseguridad publica.

Existe una «violencia estructural» esa es la más peligrosa, la más antihumana, la más destructiva, es la que debemos revertir y combatir antes que a ninguna ya que es la madre de la mayoría de las otras
violencias.

Por supuesto que, la distribución de la riqueza tiene que ver en esto y está claro la riqueza y sobretodo la batalla y masacre por el apropiamiento de la misma ha sido uno de los mayores alimentos que esta «violencia estructural» ha tenido a lo largo de la humanidad. Entonces unos tienen innecesariamente tanto y otros tan poco. Entonces unos se sienten adentro y otros se sienten discriminados y por fuera,y así terminamos siendo tremendamente torpes e injustos.

El Uruguay ha avanzado y mucho en este sentido, somos una sociedad más justa, solidaria y equitativa, los de la barra de abajo hemos recuperado vida, alegría, dignidad y esperanza. Sin embargo más allá de
todo esto una parte de esta violencia estructural sigue andando y tenemos el desafío de revertir y combatir algunas situaciones de este tipo. En su ritmo y forma el Frente Amplio ha también andado este
camino. Entendemos hay que seguir profundizando también desde ese lugar. Capaz alguno entienda esto como poesía y si quiere hasta lo puede leer en prosa, lo cierto es que las ganancias de las cuales unos
pocos se benefician en base a derechos básicos de la vida de un ser humano (por ejemplo alimentación y vivienda) son todavía muy elevadas y eso representa una de las formas mas cercanas de esta «violencia
estructural» que debemos seguir combatiendo con acciones concretas. Aquí también se ha hecho mucho y se ha logrado mejorar notoriamente la calidad de vida y las posibilidades de desarrollo de gran parte del pueblo uruguayo. Este pueblo que además hoy en inmensa mayoría se siente representado, entiende hay un gobierno que lo defiende y se siente hasta en parte una parte del mismo.

Sin embargo,esas mejoras no son por si solas un hecho potente para combatir esta maldad en algunas estructuras. Para esto se requieren acciones concretas en todos los niveles y una sociedad que camine en ese rumbo: el de revertir algunas relaciones y situaciones existentes. Queremos decir con esto que aquí hay un desafío para el Frente Amplio a nivel de gobierno y como fuerza política viva que participa en la vida del país. Este además es un desafío del Uruguay y de las fuerzas populares (organizadas o no) que son las que mayormente sufren (a veces sin enterarse) de este tipo de violencia.

Llevamos diez años de gobierno y hemos hecho lo imposible para lograr revertir situaciones estructurales de esas que no queremos y hemos discutido y cuestionado varias veces la «normalidad» de algunas relaciones y situaciones estructurales que nos parecen injustas y no nos conforman. Desde Pepe hacia abajo hemos puesto nuestro esfuerzo para darle palo al statu quo (parte importante de esta violencia estructural) así como también en la creación de herramientas y acciones concretas que nos permitan ir cambiando paso a paso relaciones y situaciones de esa violencia estructural que de a rato
nos cachetea. La creación del FONDES y la creciente organización autogestionaria referente al trabajo es una parte importante de esta lucha contra las violencias estructurales, sin embargo todo es un
complejo sistema y por tanto hay que amalgamar hechos y acciones hacia un objetivo común donde mucha cosa termina siendo parte de esta maquinita. El machismo, la discriminación hacia el otro, son también
parte de esta maquinita de la violencia estructural. Pero también son parte de estas las relaciones de producción, la generación de riqueza, la explotación a costas de una gran generación de plusvalía y otros aspectos,todos relacionados,como las posibilidades de desarrollo, el acceso a una buena educación, a un buen sistema de salud, a estar geográficamente integrados, a no vivir aislados, a tener ciudades democráticas. Para hacer todo esto necesitamos de un pueblo ingenioso y capaz de generar alternativas.

El Frente Amplio ha demostrado ser una fuerza política solida y coherente con acuerdos que nos permiten avanzar en un cierto rumbo,tiene el desafío de seguir armando el país y su desarrollo desde
sus propios cimientos. Por momentos hemos sentido que armamos una casa al revés, es decir, arriba estaba media hecha, parecía al menos que así era sin embargo abajo no tenia nada y allá hicimos vías de transporte y allá hicimos infraestructura y allá buscamos distintas alternativas energéticas y alternativas para la industria e infraestructuras y hasta puertos, plantas regasificadoras, logística y cosas por el estilo. En aspectos como la investigación y la ciencia venimos también avanzando.

El que no quiera que no lo crea pero el Frente Amplio sigue construyendo el país, lo esta rearmando, lo esta refundando, está comenzando a hacerlo de nuevo.

Seguir potenciándonos, desarrollándonos y acompañar esto de una justa distribución de la riqueza que permita junto a otras acciones combatir y revertir situaciones de injusticia y violencia estructural propios de este sistema es una tarea que debemos asumir con todo aquel que este en ese camino.

Ahora el 30 de noviembre nos toca llenar las urnas. Luego a no desaparecer y cada cual en su lugar a seguir consolidando esta etapa, la del desafío más cercano, la que será a su vez base para otros
desafíos.

Por: Martín Nessi

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