El desarrollo sostenible y la capacidad futura de sustentabilidad de la economía humana, en fin de la vida es un pre condición para el crecimiento y el desarrollo económico. De conservar la biodiversidad depende el crecimiento futuro y la distribución de ese crecimiento depende en gran medida del capital natural de recursos escasos no finitos que exista.
Si consumimos indiscriminadamente, contaminando y generando impacto ambiental sobre el territorio y las especies no llegaremos nunca “al socialismo” porque no habrá que compartir.
Los planes de desarrollo social y económico del país; y su inserción internacional deben asegurar un adecuado funcionamiento de los sistemas naturales, consolidando la política de ordenamiento territorial para ir hacia la planificación territorial estratégica del hábitat con un objetivo de equidad.
La discusión de los proyectos futuros que impactaran la vida de los ecosistemas está centrada en la tasa de descuento a futuro que empresas extractivas de recursos pagaran hoy por la destrucción de la biodiversidad. Solo nos preguntamos sobre ¿cuánto pagaran para eliminar a futuro los desechos de su actividad? o ¿qué cantidad de dinero están dispuestos a disponer para las futuras generaciones? y ¿de qué manera los estados lo conservaran o multiplicaran? No podrán gastarlos en pagar hoy deuda externa volviendo el dinero a las naciones capitalistas dominantes, generando un suicidio ambiental y humano futuro.
Loa sectores vulnerables son los más afectados por la contaminación ambiental y los que tienen menor acceso a los bienes naturales. La injusticia ambiental se manifiesta en una creciente negación de derechos a la tierra, al territorio, al agua, a los medios de sustento, a la salud, a disfrutar de un ambiente sano. Allí donde prima una visión economicista del desarrollo no se respetan ni la vida humana, ni la cultura de los pueblos, ni los ecosistemas, ya que se imponen los intereses de las grandes inversiones.
El principal desafío para el país en el futuro será lograr la incorporación temprana de la dimensión ambiental en los planes de inversión y producción, y en las políticas y planes sectoriales. Las iniciativas de inversión que se presenten deben ser seleccionadas, diseñadas y adaptadas para asegurar la protección de los elementos que componen nuestros sistemas naturales sobre la base de tres pilares:
1) el Estado tiene un rol importante a jugar en los procesos de desarrollo; 2)la planificación es relevante para una buena gestión;3)la participación ciudadana es una garantía de transparencia y favorece la democratización de los procesos de toma de decisiones.
Existen instancias de audiencias públicas previstas por la Ley General de Protección del Medio Ambiente, pero están al final de los procesos, en momentos en que el clima se vuelve bastante tenso.
Participan en ellas los más activos actores del sistema pero se pierde un montón de gente por el camino que podría aportar su visión; en particular las comunidades donde se pretendan desarrollar proyectos que impacten en el territorio.
Interpelar al capitalismo y su modelo de consumo para construir en democracia la capacidad política para enfrentar y cambiar el estilo de desarrollo económico y social que genera y sustenta la destrucción del capital natural, el individualismo, la competencia y la desconexión de los sistemas es un objetivo estratégico de la izquierda en el presente siglo. Porque si continuamos con este nivel de crecimiento económico generador de desechos y extracción de recursos agotables no habrá mercado de la abundancia sino de la escasez, la desigualdad y decrecimiento en el horizonte de las generaciones que nos precederán.
Desde nuestra izquierda latinoamericana la redistribución de riquezas, el cambio en las relaciones de intercambio hacia la igualdad en la diversidad son necesarios para quienes queremos un modelo de desarrollo integral que cuestione el crecimiento sin redistribución. La tesis de Brundtland y el informe del banco mundial (entidad monetaria que maneja los “fondos verdes) sobre el medio ambiente recomendaron que el crecimiento de las economías ricas no supere el 3% hace más de 20 años. Hoy los países ricos contaminan y crean desechos no degradables inmanejables, si no cambiamos el estilo de vida de la sociedad de consumo la premisa socialdemócrata es una hipótesis errónea.
El crecimiento económico de las sociedades ricas no es ecológicamente sustentable. Hasta que no desarrollemos desde la política una forma de economía que tienda al uso de los recursos renovables (agua, pesca, leña, producción agrícola) con un ritmo que no exceda la tasa de renovación y que use los recursos agotables (mineral, hidrocarburos, nutrientes del suelo) con un ritmo no superior al de su sustitución por recursos renovables; estaremos en problemas.
Hasta que no generemos residuos solo en la cantidad que el ecosistema los pueda asimilar o reciclar; estaremos perdidos porque los sueños libertarios serán grandes cantidades de basura y contaminación.
Nuestro compromiso es contra el poder de la mano burocrática que firma decretos y se olvida que costos sociales y de capital natural tendrán en el futuro. Quienes gobiernan deberían recordar que “la tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos” (Marx; 18 brumario Luis Bonaparte).
Plantear la redistribución de recursos y de la producción en las generaciones actuales y las que vendrán es revolucionario, porque si no hay equidad los conflictos de redistribución de lo que quede de capital natural en el futuro impedirán la existencia.
El funcionamiento de la economía exige un suministro adecuado de energía y materiales que debe además poder disponer de los residuos generados y buscar ejecutar un plan para revalorizarlos, reutilizar los, reciclarlos, redistribuyendo y reduciendo el impacto económico, social y ambiental futuro.
El Uruguay debe desarrollar un plan para triplicar el reciclaje de residuos con un mercado potencial de 150 millones de dólares anuales para la gestión social de residuos y centenares de puestos de trabajo en Centros de Compactado y Reciclaje Comunitarios, en diferentes zonas del país para llegar a construir aéreas de Disposición Final de Residuos, Centros de Reciclaje con transformación de residuos sólidos y líquidos que incentiven la industrialización de plástico, neumáticos, cartón y vidrio recuperados. Además de reutilizar bienes secundarios y terciarios que las clases medias y ricas dejan de usar pero pueden servir para mejorar las condiciones de vida de los más pobres (mobiliario, electrodomésticos, aberturas, chapas, tirantería, grifería y materiales de construcción. Los residuos orgánicos son un elemento generador de articulaciones para tener también en cada hogar árboles frutales y una huerta orgánica incentivando la soberanía alimentaria; esto permite recuperar los suelos; involucrar a través de las huertas familiares, invernáculos en centros educativos, cárceles y padrones productivos comunitarias a través del compostaje hacia la agroecología, la producción orgánica y sustentable e incluso ser un bien de exportación para países sin tierra de calidad que adquieren abono orgánico.
Existen experiencias de utilización de materiales reutilizados para la construcción de viviendas e infraestructura que deberíamos combinar con la bioconstrucción sustentable.
Reconocemos logros de los dos últimos gobiernos Frenteamplistas en materia de normativa ambiental, en particular las leyes de ordenamiento territorial y de descentralización, así como los planes de uso y manejo del suelo, las aéreas protegidas biodiversas, las directrices departamentales de gestión ambiental sostenida en Maldonado y Rocha que intentan darle un marco para comenzar a caminar. Es necesario formular políticas públicas que desarrollen la sustentabilidad ambiental en todas sus dimensiones. Planificar una empresa pública para la Gestión Social de los Residuos que cuente con una Agencia nacional para la gestión ambiental que fiscalice, construya directrices estratégicas y legislación, articulando los mecanismos de evaluación y monitoreo ambiental estatal con participación de los ciudadanos e información publicada de todos los proyectos en ejecución en Uruguay que tengan evaluación ambiental. El capital nacional y la tecnocracia estatal juegan a favor de las transnacionales que continúan construyendo poder y aumentando su tasa de retorno o ganancia sin importar que pasara con las generaciones futuras. Transformar la clasificación en reciclaje poniéndole innovación y tecnología aplicada para que la basura la veamos como productos reutilizables y reciclables.
Investigando métodos para sistematizar a bajo costo nuevas prácticas de gestión; allí la universidad diseminada en el interior debe articular con todas las cadenas productivas para aportar y aprender en este camino.
A través del Fondo de desarrollo (Fondes) crear fondos de inversión, investigación y gestión para la inclusión social de clasificadores, investigación aplicada, formación permanente de recursos humanos y fideicomisos para la generación de energía a través de la basura articulándolo con el Congreso de Intendentes.
Debemos consolidar la política energética en cada casa del país y dotar al sistema de insumos fabricados en el Uruguay para que las fuentes de energías renovables y limpias comiencen a ser utilizadas en todas las actividades humanas (autos y motos eléctricas, motores eléctricos) con generación de energía fotovoltaica y eólica en cada hogar y en cada oficina pública. La crisis energética que el país tenía en el 2005 comprometía el desarrollo futuro, pero el Frente Amplio lo transformo en una nueva política de estado que cambio la dependencia tan fuerte a los hidrocarburos; produciendo energías renovables a través de la biomasa, la generación eólica y la energía solar. Este es un cambio revolucionario en la matriz socio, económico, ambiental del Uruguay. Hoy las grandes empresas se benefician de esta nueva forma de construcción de política energética pudiendo comprar y vender electricidad. El próximo gobierno debe llegar a todos los hogares posibles del país a través de un sistema de micro generadores de energía y dando el ejemplo en cada oficina pública. Probar que es y económicamente sustentable disminuir la dependencia a los hidrocarburos y ser parte de esta
revolución verde. Ancap está prospectando y explorando reservas de petróleo y gas, debemos saber cuáles son los métodos de extracción propuestos, que impacto ambiental tendrán y que normas degestión ambiental sostenida debemos tener para no contaminar los acuífero Raigón y Guaraní. No podemos darnos el lujo de experimentar el Fracking solo por rentabilidad económica actual, porque condenaremos a las generaciones futuras a perder la reserva de agua dulce. Ahora están esperando el momento para vendernos esta técnica como rentable y conveniente para el crecimiento económico pero sabemos que al igual que la energía nuclear son altamente contaminantes si existe un error el desarrollos sustentable será fractura hidráulica de nuestro porvenir porque este procedimiento gasta millones de litros de agua contaminándola con químicos que luego van a parar a la tierra.
Los marginados son los que tienen menor acceso a los bienes naturales por tanto la injusticia ambiental se manifiesta en una creciente negación de derechos a la tierra, al agua, a los medios de sustento y a disfrutar de un ambiente sano. Allí donde prima una visión economicista del desarrollo no se respetan ni la vida humana, ni los ecosistemas, ya que se imponen los intereses de las grandes inversiones por encima de la soberanía de los ecosistemas vivos y la cultura de los pueblos. Para el mercado y sus economistas hay una ausencia de las generaciones futuras y de las demás especies (flora, fauna,mineral). Es por eso que los precios de los recursos ambientales formados y extraídos entre humanos que viven en el presente son un ingreso generado al interior de nuestra generación pero la asignación de derechos de propiedad sobre el capital natural deberá tener en cuenta a los que están por nacer y le dejaremos el ecosistema destruido hoy.
Por todo esto el pago de externalidades por parte de las empresas que destruyen y descapitalizan el ecosistema debe ser tomando como base en la productividad del capital y los costos de oportunidad de la biodiversidad en un horizonte temporal futuro. ¿Cómo amortizar el capital ambiental no renovable?
¿Cómo medir la tasa de descuento inter generacional?El impacto ambiental futuro en términos económicos aumenta con la extracción de recursos no renovables tu PBI pero deprecia tu PNI (“producto interno neto”). La venta de un activo que es agotable es una descapitalización tal que no debería ser contemplada como un ingreso, no es producción y además no genera valor agregado; deberíamos contemplarla como perdida de patrimonio. Los ingresos de capital por la venta del recurso que se perdió a un ritmo determinado de extracción debe ser convertida en una serie infinita de ingresos reales a futuro para compensar e igualar las perdidas. Pero cuidado si nos equivocamos y no dividimos la utilidad por el recurso extraído en la cuota parte que corresponde a ingreso y la cuota parte que es descapitalización o agotamiento del recurso a futuro tendremos menos riqueza para todos. Por eso definir ingreso y capital del recurso no renovable extraído es fundamental.
Esa parte que es capital debe ser separada de la economía de consumo e invertirla para crear un flujo perpetuo de ingresos intergeneracionales futuros. Esto hoy no se hace; porque la sociedad de consumo que los dueños del poder económico imponen no les sirve, pero esta discusión como naciones soberanas al sur del planeta que contamos con recursos excepcionales hoy tenemos que levantarla por la vida en el futuro. El valor económico de los bienes y servicios ambientales y de las externalidades depende de quién tiene el derecho de propiedad y la distribución del ingreso. Por eso investigar, discutir y gestionar los recursos del capital natural como un tesoro de nuestros hijos, nietos, bisnietos;
es tan necesario como decirle a las trasnacionales que los recursos naturales son parte de nuestro patrimonio como naciones y los defenderemos soberanamente para que entender que somos en tanto los demás sean también y que es tiempo de para todos todo.
Por: Julio Camargo Majfud