@mateamargouy
Ec. Jorge Notaro1
En enero de 2018 el movimiento “Un solo Uruguay” (USU), también definido como de autoconvocados, prendió una luz amarilla, era una protesta numerosa e inesperada que podía ser el comienzo de una proceso de “argentinización”. El gobierno actuó rápido con algunas medidas que mejoraron la situación de los productores pequeños y medianos, redujo la presión fiscal sobre las actividades agropecuarias y permitió una devaluación de un 13% en el año. En el reciente acto del 23 de enero de 2019, periodistas de Búsqueda estimaron una concurrencia de menor a 10.000 personas (Búsqueda, 24/01/19, p.4) y en el de un año antes distintas fuentes estimaron entre 30.000 y 50.000.
La respuesta del gobierno
Las medidas adoptadas entre enero y marzo de 2018, dirigidas a mejorar la situación de los productores pequeños y medianos de diverso rubros como granjeros, tamberos, ganaderos, arroceros y a los colonos del INC, fueron eficaces y tuvieron como impacto desinflar el movimiento
Entre las medidas se destacan la rebaja del 18,03 % en el precio del gasoil que benefició a 13.091 productores, el reperfilamiento de deudas de productores de leche (2.800 productores), descuentos en la contribución inmobiliaria, congelación de arrendamientos de colonos productores de leche (1.050), apoyo a productores frutícolas afectados por falta de frío y a productores afectados por el granizo, emergencia agropecuaria en ocho departamentos y apoyo con raciones a crédito con un año de gracia.
Estas medidas facilitan la supervivencia de estos productores superando algunos de los problemas que la cuestionan en el corto plazo. Pero son insuficientes para que aumenten su producción así como la superficie trabajada, para constituirse en la principal barrera al aumento de la concentración y la extranjerización de la tierra.
Los problemas existían pero el gobierno no tomaba medidas, quedó en evidencia que no tiene una política de fortalecimiento de los productores agropecuarios familiares, como consecuencia van desapareciendo y el FA no los incorporó a un proyecto de cambios, para el cual son actores imprescindibles.
Los productores familiares no tienen acceso a las exoneraciones tributarias de la ley de promoción de inversiones, no existe un Banco de Desarrollo ni ninguna otra forma de financiamiento de inversiones específico. El Instituto Nacional de Colonización (INC) sólo dispone del 3,6% del territorio, durante 2017 compró 10.000 hectáreas por US$ 33 millones y entregó 13.152 hectáreas a 221 familias (02/01/18). Pero la cantidad de aspirantes a colonos se estima en 6.500 de modo que al ritmo de incorporación de tierra del INC durante los gobiernos del FA se precisarían 65 años para atender la demanda de tierra.
El papel social y político de USU
El movimiento cumple un papel significativo en la campaña electoral con sus criticas al gobierno y precandidatos de casi todos los partidos de oposición estuvieron presentes (Lacalle Pou, Larrañaga, Alonso, Talvi, Viera en representación de Sanguinetti, Mieres). El diario El Observador entrevistó al lector de la proclama, conocido como el “Canario” Cabrera, que se retiró de las gremiales agropecuarias por considerar que traicionaban los intereses de los productores y se abrazó con Larrañaga, sugiriendo algo más que un encuentro casual (24/01/19).
Las reivindicaciones de los terratenientes disfrazados en el movimiento de autoconvocados difundió la idea de que “el agro no soporta más impuestos”, condicionando la última rendición de cuentas y las negociaciones de salarios. Para que el FA profundice los cambios es imprescindible aumentar el gasto público y para no aumentar el déficit fiscal, que significa más deuda pública y más dependencia, es necesario aumentar los impuestos a los dueños de la tierra y sus ingresos, así como al capital y sus ingresos, por qué llevan diez años de grandes ganancias y pagan muy poco
Los dueños de la tierra son los que más se enriquecieron en estos años y los que pagan menos impuestos. Según el informe del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (DIEA) SERIE “PRECIO DE LA TIERR. Compraventas Año 2017”, el precio promedio por hectárea en 2004 era 600 dólares y en 2017, 3.700; los dueños multiplicaron su riqueza por seis. En el transcurso de 2018 la devaluación de 13% aumentó los ingresos de todas las actividades agroexportadoras.
En el anuario de OPYPA de 2018, el Ing. Agr. Tambler estimó que %. los impuestos pagados por el agro bajaron de 294 en 2017 a 265 millones de dólares en 2018; la presión fiscal, es decir los impuestos pagados divididos por el total de ingresos generados en el agro, era de 9.7 % en 2017 y bajó a 8.4% en 2018, muy inferior al promedio del país que se ubica en un 29%
Las clases dominantes luchan por mantener sus privilegios, como no lo pueden decir abiertamente los disfrazan con los problemas reales de los pobres y los mandan al frente en una guerra, en una elección o en una movilización. En este momento en el Uruguay los granjeros, los apicultores, los tamberos chicos, los pequeños y medianos productores de todos los rubros, tienen múltiples dificultades y para sobrevivir precisan una política de apoyo.
Lo que falta por hacer
Un proyecto político de superación del capitalismo tiene que expresar las reivindicaciones y articular un conjunto de sujetos colectivos sociales y políticos, ya que las transformaciones que se derivan de su puesta en práctica implican una redistribución de costos y beneficios, tanto en términos económicos (ingresos o condiciones de existencia) como políticos (relaciones de poder). Los productores agropecuarios familiares tienen que ser incorporados a este proyecto, asociados a los trabajadores asalariados, a las pequeñas y medianas empresas, a las cooperativas y a otras formas de gestión asociativa. Se requiere redistribuir los medios de producción facilitando el acceso (el uso y no la propiedad), contribuyendo a que los que tienen pequeñas propiedades no las pierdan y promoviendo nuevas formas de propiedad y de gestión asociativa. Nos acercamos al socialismo cuando se reduce la propiedad del capital sobre algunos medios de producción, se le quita el carácter de mercancía a algunos bienes y se crean oportunidades de sustituir la explotación por la cooperación.
1 Economista, integrante del Sistema Nacional de Investigadores de la ANII y del Núcleo de Pensamiento Crítico de la UDELAR