Mercado Popular de Subistencia
Hoy, pasado un corto periodo de tiempo pero para nada despreciable, el Mercado Popular de Subsistencia (MPS) continua creciendo, después de una honda reflexión allá por fines de 2015, en el seno de la Brigada José Artiga se define poner andar lo que hoy conocemos.El fin: luchar contra los grandes grupos económicos que hoy definen que alimentos se venden, que se compran, y a que precio.
El MPS, organización popular que da batalla a las grandes cadenas de supermercados, cadenas importadoras que hace de la vida de los mas pobres una gran peripecia, a empresas que se han dedicado a construir y mantener el oligopolio y el oligopsonio de la distribución de productos tanto de la canasta básica, como también de otras mercancías hoy necesarias para la vida cotidiana de cada vecino. Identificándolas y poniendo nombres arriba de la mesa, hablamos de Grupo Casino (Disco, Devoto y Geant), Tienda Inglesa (su mayor accionista Goldmand Sachs, estadounidenses), Grupos de Narváez de la cadena de supermercados Tia (TA-TA y Multiahorro), todas cadenas multinacionales.
Como bien sabemos alrededor del 90% de lo que consume el Uruguay son productos importados, por tanto es algo a poner sobre la mesa, ya que la producción nacional, familiar y autogestionada son la que se ven más afectada por este fenómeno de atropello y avasallamiento, en el entendido de este poder oligopólico, les permite marcar los precios muy por arriba de lo que realmente valen, como también son las que deciden que entra en góndola y que no.
Agregando un condimento mas a este dilema, hoy el problema de la bancarización, la llamada inclusión financiera que viene afectando mas que nada a los almacenes barriales, pequeños comercios, entre otros, en “la medida que la ley no cuenta con ninguna pauta de impacto selectivo o diferenciado, sino que por el contrario, se ha impulsado como una medida de modernización capitalista que ha afectado de forma terrible a este grupo de compatriotas.”, significa agregarle nuevos costos. Si acceden, en algunos casos se verán obligados a cerrar, y si no adhieren, también esto acontecerá, debido a que hoy tanto pagos de salarios, tickets o planes sociales se hacen por medio electrónico, tendiendo a cada ves más a quitar de circulación el dinero en mano, obligando a estos a registrarse en todos los sentidos. Sin duda los que se ven más afectados por este dilema son los pequeños comerciantes, bolicheros, productores nacionales y los mas pobres de este país, viéndose beneficiado sin lugar a dudas estas grandes cadenas (que son los que hoy monopolizan los «Comercios Solidarios», nombre que utiliza el Mides para los que aceptan la Tarjeta Uruguay Social (TUS)), también la banca privada, ya que hoy hasta el sistema de post esta tercerizado.
En este sentido es que entendemos que la única posibilidad de hacer frente a este abuso desmedido y a otros problemas es organizándose, y tejiendo una alianza palpable y real donde participen consumidores, productores familiares del campo y la ciudad, autogestionadas, productores nacionales y bolicheros, quiosqueros, feriantes que viven de su trabajo.
Como decíamos más arriba organizarse posibilita hacer frente a este abuso desmedido, pero también implica ir construyendo un proyecto real, donde el control de las mercancías las manejemos nosotros, los creadores de riqueza. Manteniéndonos, con independencia de clase, solidaridad y valores propios de este pueblo, capaces de enfrentar al capital trasnacional.
Invitamos hoy a ser participe a todos los bolicheros, que como bien hemos sabido !otra que solidaridad!, en algunos casos donde las papas quemaban recurrimos a ellos con la libretita, y como no, algunos hasta el día de hoy; o en algunos casos era y es el lugar donde recurrimos a dejar folletos o avisos barriales, o simplemente un centro donde descargar los problemas cotidianos de cada familia. Sin embargo hoy el trajín de lo ya dicho, nos hace empujarlos y recurrir a supermercados, quienes son en definitiva los que nunca van a ser un buen vecino, ni mucho menos, son los que van a ponerte precios llamadores y otros por las nubes, o van a usar tácticas para multiplicar dinero, sin pensar en nuestra necesidad.
En 2017 el Mercado Popular de Subsistencia se componía de alrededor de trecientos y pico de familias llegando a comprar 5,4 millones de pesos, de los cuales 2,5 millones fueron destinados a manos de cooperativas, empresas familiares, y nacionales; en 2018 en este participaban en el entorno de cuatrocientas familias llegando a comprar 8,1 millones de pesos de los cuales 4,5 millones fueron a parar a manos de cooperativas, empresas familiares, y nacionales.
Por todo lo anteriormente dicho y mucho más, es que hoy lanzamos la asamblea fundacional de los “Boliches Populares”, comprometidos con hacer frente las grandes superficies y aspirando a buscar una salida colectiva entre consumidores, productores y bolicheros.