El empleo de las mujeres en Uruguay, algunos problemas en perspectiva

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@mateamargouy

Por EconomiaPolitica.uy

La preocupación que nos lleva a escribir este artículo, es el futuro inmediato del empleo y el desempleo en las mujeres y las brechas de género. Aún en la mejor de las hipótesis, la que puede revertirse, o sea si gana el Frente Amplio las próximas elecciones, habrá que prestar especial atención a estas brechas, sin generar con ello, una competencia entre trabajadores.

La cantidad de empleados creció muchísimo desde el 2004 (310.115), y más de 200 mil fueron mujeres. Pero entre 2013 y 2018 la cantidad de empleados bajó en 34 mil, unos 29 mil varones y el resto (8 mil aproximadamente) mujeres. Al mismo tiempo, la cantidad de desempleados disminuyó abruptamente en 10 años y hasta 2012/13, para luego crecer hacia el 2018. Por un lado, la caída del desempleo fue mayor en mujeres que hombres hasta 2014, pero además el incremento a partir de allí fue más acelerado en varones que en mujeres. Todos estos elementos juntos, tuvieron como resultado que las brechas de empleo y desempleo medidas por la cantidad de personas en esas situaciones, se fueran cerrando entre varones y mujeres durante estos años.

Así lo muestra el gráfico.

Cuando las brechas las analizamos a través de las tasas de empleo y desempleo, la situación es similar en torno a las brechas de género que en este sentido existen. Mientras que la tasa de empleo de los varones en 2006 era de 65,4%, en el 2018 fue de 65,2% prácticamente manteniéndose, mientras que para las mujeres aumentó un 14% pues era del 44,4% y pasó al 50,4%. Es oportuno tener presente que la tasa de empleo se mide en relación a la población en edad de trabajar (entre 15 y 65 años), o sea es la cantidad de empleados dividido la PET (Población en edad de trabajar). Como sabemos, la población es una variable estable en Uruguay, por tanto, los cambios acaecidos fueron por el aumento de cantidad de personas ocupadas. Para el caso de la tasa de desempleo, también bajó mucho más en mujeres (de 14% a 10% entre 2006 y 2018) que en varones (de 8% a 7% en iguales años). Pero resulta interesante destacar que la tasa de desempleo se calcula en base a la PEA (Población económicamente activa), o sea es la cantidad de desempleados dividido la PEA, y esa población no es otra cosa que la cantidad de desempleados más la cantidad de empleados. Por tanto, si tenemos presente que la Población activa creció entre 2006 y 2018 un 7% en hombres y un 17% en mujeres, se tendrá una visión más completa del significado de la tendencia al cerramiento de estas brechas en estos años.

En una lógica de roles de género más que manifiestas, producidas por la división social del trabajo, lo antes descrito tiene lógica cuando observamos los cambios en la estructura del empleo en similar período, y sobre todo si nos detenemos a mirar dónde se han perdido más puestos de trabajo entre el 2015 y 2018.

El comercio emplea el 18% del total, como se sabe el peso allí de la mano de obra femenina es importante; allí la cantidad de empleados han permanecido más o menos estables. La Industria manufacturera emplea el 10% y perdió más de 9 mil empleados; la construcción (8% de la mano de obra), el agro, la forestación y la pesca (otro 8% de los ocupados) ramas mayoritariamente con obreros varones, perdieron respectivamente 9 mil y 17 mil ocupados. Al mismo tiempo en sectores como la salud (8 mil empleados más), educación (aumentaron más de 2 mil), administración y servicios de apoyo (9 mil ocupados más), alojamientos y servicios de comida (4 mil más), que emplean importante cantidad de mujeres aumentaron significativamente.

Si miramos el asunto de estas brechas en perspectiva, en primer lugar, tenemos que señalar que en el último año el incremento del desempleo fue mayor en mujeres (4 mil desempleadas más) que en varones (2 mil), pues el sector comercio comenzó a perder lo ganado hacia el 2017, volviendo a los niveles de 2015, en una población económicamente activa de mujeres que continúa aumentando a buen ritmo y ante una disminución de esa población de hombres.

¿Qué nos indica lo expuesto en torno a un cuarto gobierno frenteamplista? Que los shocks para generar empleos inmediatos como por ejemplo los relacionados a la construcción que se proponen, o tendrán que observar medidas paliativas en torno a cuotas que vayan mucho más allá del empleo público, o tendrán que ir acompañados de otros shocks de empleos que ocupen mujeres, sabiendo que la deconstrucción de roles lleva muchos años, y la necesidad de trabajar es para hoy.

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