La formación de los educadores

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@mateamargouy

Prof. Yudith Gilardoni López

Los educadores escuchamos muchas veces: “No enseñan. No cumplen. Ni creen en ellos mismos. En mis tiempos, sin embargo, en la escuela… Ah y cuando yo iba al liceo y ahora…”

Todo parece ser culpa y responsabilidad de nosotros. Los educadores del país, ya no venimos como antes.1

El Consejo de Formación en Educación (CFE) abarca:

* 33 Centros en todo el país, formación de Maestros de Primera Infancia, de Maestros, de Profesores, de Maestros y Profesores Técnicos, y de Educadores Sociales

* 2.320 Profesores de Formación en Educación

* Cuatro años de carrera

* 27.000 Estudiantes

* Entrega de Títulos que habilitan a ejercer la Profesión como Educador durante un promedio de treinta años, en todo el territorio nacional.

Y NO SOMOS VISIBILIZADOS.

Los Educadores del CFE, a través de su Asamblea Técnico Docente (ATD), vienen realizando, desde hace mucho tiempo y con mucho tesón, un proceso de visibilización de esta área educativa, sobre todo con su proyecto de creación de una Universidad Nacional de Educación, aunque falta mucho camino por recorrer.

Universidad Nacional de Educación. Pública, Gratuita, Autónoma y Cogobernada.

Una Idea-Fuerza, nacida en la Asamblea Nacional de la Asamblea Técnico Docente de la entonces Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente de la Administración Nacional de Educación Púbica. Han transcurrido trece años y seguimos luchando por esa idea. Hemos sembrado y recogido el apoyo de nuevos sectores. Hemos llevado el tema a diferentes ámbitos del debate público.

No se trata sólo de una bandera, es la posibilidad concreta de profesionalización y dignificación del ejercicio de la enseñanza en el país. Implica un salto cualitativo que permita la Buena Educación en este Siglo XXI. Buena educación en tanto rica en contenidos significativos, responsable, comprometida con el aprendiz y la sociedad. Humanista. Integral. Respetuosa de la igualdad en la diversidad y la otredad en la justicia social y de derechos. Constructora de Participación y Democracia.

Comprometida con el Desarrollo de los Seres Humanos y del Planeta.

Memoria, Identidad, Futuro. Rescatemos del papel a Reina Reyes, Julio Castro, Antonio Grompone, Jesús Aldo Sosa (Jesualdo), Jorge Camors, Enriqueta Compte y Riqué, Pedro Figari, una lista interminable de hombres y mujeres con renombre y tantos sin él. Dialoguemos, pongámoslo en acción y generemos nuevo conocimiento, desde nuestras múltiples realidades en diálogo dialéctico y continuo.

¿INVISIBLES?

Estamos en el siglo XXI. Nuestros niños, nuestros jóvenes, nuestros adultos y nosotros, los Educadores, nos merecemos un salto de calidad que permita una Educación situada y dialogante con nuestras realidades de país pequeño, pero diverso, con Latinoamérica y el Mundo.

Una tercera Universidad Pública que se sume a la riquísima trayectoria de la Udelar, a la UTEC, trabajando en coordinación. La articulación con los Consejos Desconcentrados de la ANEP y de todas las dependencias en donde realizamos nuestra práctica profesional.

¿QUÉ SE HA HECHO EN ESTOS AÑOS?

Las victorias populares siempre son el resultado de la lucha de los actores sociales y en forma intermitente, las autoridades, en algunos momentos, nos escucharon y dialogaron y, en otros, no nos escucharon, no dialogaron.

Es un camino difícil. Los cambios son difíciles, pero posibles, parafraseando a Paulo Freire.

Nosotros seguimos estudiando, viendo distintos modelos universitarios, pensando en universidades pedagógicas, revisando la experiencia de Universidades Latinoamericanas, debatiendo, dialogando, seguimos andando.

A partir del año 2006

El CODICEN, le otorga a la Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente, la gestión de todos los Institutos del país.

La decisión fue por el futuro y el futuro era el respeto, el diálogo y la unidad.

La Formación Docente necesitaba cambios.

La Educación necesitaba, y necesita, mayor Presupuesto. Luchamos y seguiremos luchando por llegar al seis por ciento.

Necesitamos formación permanente y de post- grado: diplomas, maestrías, doctorados. La formación en servicio es claramente insuficiente, refuerza además el funcionario sobre el profesional.

En el año 2007, se acordó con la UDELAR la realización de Maestrías. Muchos años después se entregaron diplomas en lugar de Maestrías. En el 2017 se acordó finalizarlos con FLACSO. La ANEP no puede entregar posgrados. La única salida, para muchos, son las Universidades privadas y/o extranjeras y, para unos pocos, la Universidad de la República.

Ese mismo CODICEN, le concedió a la Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente mayor autonomía, entre otras cosas para organizar la elaboración del Plan 2008 en Comisiones de trabajo integradas por docentes, delegados de ATD y estudiantes. A esas Comisiones, se incorporaron docentes y estudiantes de los CERP como primer medida política de integración, representantes de Directores de CERP y de los IINN, de los IFD y del IPA y de la propia DFPD. Posteriormente, ese trabajo se envió a las Salas Docentes de todo el país, las que, en un proceso democrático, elaboraron los programas de las asignaturas de cada carrera.

La creación de los Departamentos Académicos fue un espacio embrionario, creado con la finalidad de realizar investigación como forma de caminar hacia una estructura universitaria.

La formación docente necesitaba cambios, dijimos, así que, bienvenido el Plan 2008, con mucha autocrítica incluida con el paso del tiempo, construido entre todos, para todas las formaciones y para todo el país. El Plan preveía, también, una Comisión de Seguimiento. Esta última, no funcionó.

Este plan respeta los tres ejes históricos de la formación en Educación, en forma simultánea e integral, durante los cuatro años. Asignaturas propias de las Ciencias de la Educación, comunes a todas las carreras; Disciplinares, asignaturas específicas a cada formación y la Didáctica y la Práctica Docente, en todas las carreras, pero con características particulares en cada una de ellas.

Nuestros estudiantes, están (siempre estuvimos) en el Territorio, “en la cancha”, jugando el partido. Al egresar lo harán durante toda su carrera. Esta práctica, este “saber hacer” debe dialogar y construir teoría y ésta, debe ser llevada al Territorio. Están, estamos “embarrados”.

Insisto, necesitamos una Universidad de la Educación. Vemos la necesidad urgente de la Investigación y la Extensión sistematizada y publicada, que nos permita crear conocimiento propio y situado, que dialogue con el regional y el universal.

La importancia de los tres órdenes co-gobernando, co-actuando, co-pensando.

Debemos fortalecer el vínculo de las instituciones que forman educadores con la comunidad.

De ahí emergerían con mayor fluidez los problemas a investigar para que tuviesen real pertinencia con los problemas reales que afrontan los educadores cotidianamente en contacto con las comunidades educativas.

Porque estamos “en territorio”.

Necesitamos al Orden de Egresados. Estos Institutos de Formación Docente y de Formación de Educadores de todo el país, necesitan de todos para ser modificados y salir de viejos moldes y crear cultura de una Universidad de Educación del Siglo XXI.

Esto, junto con otros trabajos que se vienen realizando, constituirá un paso fundamental para dar visibilidad y viabilidad a un proyecto nacional de formación de educadores que el país requiere y por el que es necesario seguir trabajando.

Y SIEMPRE INVISIBLES

Continuamos con el relato.

La Ley de Educación 18.437 crea el Consejo de Formación en
Educación, transitorio, entre tanto no se concretase el Instituto Universitario de Educación. Pero, tanto los docentes en la ATD, como los proyectos que se han presentado en el Parlamento por parte de diferentes partidos políticos, siguen proponiendo la idea de una Universidad de Educación.

En el año 2011, los Educadores Sociales pasan a la órbita del Consejo de Formación en Educación.

Y seguimos creciendo, nuevos Educadores se suman, con una riquísima formación y experiencia, sobre todo en la Educación No Formal, pero también en la Educación Formal.

En ese tránsito hacia la institucionalidad universitaria se crean las Comisiones de Carrera y las Comisiones de Enseñanza y Desarrollo Curricular, con la integración de los tres órdenes y con dificultades, por supuesto.

Se crearon para ello, Comisiones de Carrera de Magisterio, Profesorado, Maestros de Primera Infancia, Educadores Sociales, Maestros y Profesores Técnicos.

Con respecto a la incorporación de las funciones universitarias de investigación y extensión para mejorar la enseñanza, un grupo de profesores de Formación en Educación han trabajado en proyectos de investigación, por ejemplo con la ANII, que, si bien constituye un ámbito que brinda aportes, necesitamos nuestro espacio para decidir los temas. Y éstos deben ser sobre Educación en, Educación de, Cómo Enseñar. Lo nuestro es la Educación. Y para ello una Universidad de Educación.

Se realizan, y se han realizado, muchísimas actividades académicas de extensión, que son también cubiertas por el manto de la invisibilidad. No disponemos de los medios ni de las condiciones para su difusión, lo que constituye un aspecto a seguir trabajando. Nada parece acontecer en nuestros Institutos. Y tanto, tanto sucede.

Somos invisibles.

La Universidad dejando atrás el Normalismo, propio del Siglo XIX y la formación de funcionarios para los subsistemas, que fue el origen de los Institutos. Ahora pensamos en profesionales de la Educación, capaces de investigar, construyendo conocimiento desde y para nuestro país, sin desconocer la realidad latinoamericana y mundial. Nosotros somos enseñantes. Enseñar, investigar, extender en y con las comunidades educativas de los más diversas contextos sociales, culturales, lingüísticos sobre Educación. Estamos allí.

La Universidad tendría que ser una Institución que permita articular Centros Educativos Formales y No Formales, con la comunidad, los enseñantes y los Institutos de Formación Docente. Diálogo que habilite la investigación, la extensión y, principalmente, las acciones.

No podemos permitirnos el congelamiento, porque el mundo y la realidad no se congelan.

Y SEGUIMOS LUCHANDO POR:

6% PARA LA EDUCACIÓN. BUENA GESTIÓN. MEJORES SALARIOS DOCENTES.

El Consejo de Formación de Educación está integrado por tres Consejeros designados políticamente, un Consejero docente y un Consejero estudiantil. Los dos últimos elegidos por voto secreto, en elecciones realizadas por la Corte Electoral.

El 7 de marzo, la Prof. Rosana Cortazzo Fynn asumió el cargo de Consejera Docente, sustituyendo al anterior Consejero, Maestro Edison Torres Camacho, los dos surgidos de la ATD de Formación Docente, los dos defensores de la creación de la Universidad de la Educación.

Reitero, el Consejo de Formación en Educación tiene cinco Consejeros, tres elegidos por las autoridades políticas y dos elegidos por voto secreto, el Consejero Estudiantil y el Consejero Docente. No hace tanto era una oficina de CODICEN. Hoy es un Consejo Desconcentrado.

¿Y seguimos siendo invisibles?

La Educación de un Estado constituye una Política Pública. Se trata de un programa de gobierno, pero va mucho más allá. Pensar en Educación es pensar en una Política de Estado que se desarrollará durante muchos años, por varios gobiernos y con el respaldo de muchos partidos. Se trata de pensar en QUÉ PAÍS QUEREMOS EN EL FUTURO.

La Consejera Docente, Prof. Rosana Cortazzo Fynn, en parte de su discurso de toma de posesión señaló:

“Es una jornada de celebración por la importancia que tiene para el Orden Docente tener una representante electa democráticamente para la formación en educación pública. Y, sobre todo, en este casi invisible Consejo, instaurado por Ley en el 2010, pero invisibilizado por la gran prensa. Y también por cierta parte del espectro político, dado que ni el discurso, ni en el presupuesto tienen el protagonismo que los docentes quisiéramos.

Jornada de celebración, porque la Asamblea Técnico Docente del Consejo de Formación en Educación sigue haciendo historia y, nuevamente, las propuestas procesadas, trabajadas en su seno, se expresan en el logro de una representante del orden del CFE.

Celebración, porque en forma presencial, o a través de otras formas, compartimos este acto con compañeros que nos formaron y compañeros con los que nos formamos como militantes en la defensa de la Educación Pública, compartiendo proyectos debatidos por años en muchas jornadas de trabajo, a lo largo y ancho del país.

Acto de celebración, porque seguimos dando pelea y generando propuestas para que se concrete la Universidad de Educación autónoma, gratuita y cogobernada. Celebramos que los educadores mantengamos la utopía como el horizonte que nos invita a soñar, caminar, pensar y trabajar por las propuestas que construimos colectivamente, para seguir avanzando en más y mejor formación para nuestros educadores.

Sabemos que, casi nunca, las luchas en el campo popular se logran totalmente y para siempre. Pero, en el contexto actual, la vigilancia de los logros alcanzados se hace más necesaria que nunca.

Vayamos a las propuestas:

La base de la propuesta programática pone el foco en avanzar hacia una cultura universitaria. Pone el foco allí, en el convencimiento de que la transformación de las tradicionales prácticas de la formación en una institucionalidad universitaria no se produce, solamente, con una nueva legislación, pero reconociendo que los marcos normativos son cruciales.

Vamos a presentar algunas de las líneas programáticas que orientarán nuestro trabajo. Aún sin legislación (pero como utopía a alcanzar) sostenemos que debemos avanzar en el desarrollo de otras prácticas, formalizarlas e instituirlas. Por eso es clave la construcción de nuevas estructuras y reglas de organización de la vida institucional del CFE, donde se instituya una cultura universitaria en la formación de educadores, hilvanando aspectos comunes a todos, desde el respeto a la heterogeneidad de las carreras, sus historias e identidades.

La tríada de funciones propias de la cultura universitaria debe formalizarse. El avance en la instalación de una cultura universitaria requiere que se priorice la concreción de cambios en las siguientes dimensiones:

  1. Avanzar en la democratización y participación de los Órdenes como eje transformador que transite hacia el cogobierno.

  2. Trabajar por la consolidación de estructuras académicas donde confluyan la enseñanza, la investigación y la extensión.

  3. Concretar una nueva estructura docente (en el corto plazo).

  4. Planificar una política de posgrados.

  5. Lograr un desarrollo planificado de la Formación en Educación en todo el territorio nacional”

Y nuestra Consejera Docente prosigue con la instrumentación de estos cambios (no se trata de declarar sin más), con las medidas concretas para hacerlos posibles.

La citada Consejera, Profesora Rosana Cortazzo Fynn, es Profesora de Química y ha ejercido la docencia en el Consejo de Enseñanza Secundaria y en el Consejo de Formación en Educación, hasta este 28 de febrero.

El Maestro Edison Torres Camacho, anterior Consejero Docente, el 1º de marzo de este año regresó a sus cargos en el Consejo de Enseñanza Inicial y Primaria y en el Consejo de Formación en Educación.

Me pregunto: ¿Por qué somos INVISIBLES? ¿Por qué NO existimos? Acaso ¿Se nos niega que seamos, y podamos ser, aún mejores intelectuales? ¿Quizás se busca que mantengamos la formación dentro del Normalismo y el cuidado, como en el estado disciplinador de fines del Siglo XIX y de la primera mitad del Siglo XX?

 

1La profesión de educador está directamente vinculada a un tema de género. Ha sido parte del orden patriarcal y del “uso de la mujer” como reproductora, en este caso de saberes y de cuidadora, con un lugar secundario y de poco prestigio como trabajadora, profesional e intelectual.

Este tema que invade todo, necesita más tiempo y espacio. Disculpas compañeras.

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