Andrés Correa
Es cruda la realidad que vive Argentina desde diciembre 2015 cuando asumió la presidencia Mauricio Macri, y esta realidad empeora día a día. Pese a que el relato oficial y los grandes medios de comunicación ocultan o deciden encubrir, un contexto social de crisis económica, pobreza y desempleo en constante aumento, cientos de miles de personas en las grandes ciudades en situación de calle, con un endeudamiento ilimitado producto de una economía tutelada por el FMI.
En plena campaña electoral, hacia octubre, el gobierno de Mauricio Macri, que va por su reelección, decidió emprender un duro y violento discurso contra las organizaciones sindicales en Argentina.
Las acciones emprendidas desde el inicio de la gestión macrista con denuncias contra distintos dirigentes sindicales que incluyeron aprietes a jueces (algunas denuncias merecen seguirse de cerca como la de Marcelo Balcedo detenido en Punta del Este que era la pata macrista en la CGT , pero otras aportan a la confusión general y al “son to@s iguales”): más de 20 gremios fueron intervenidos en estos cuatro años, se aprobó una ley anti huelga en Córdoba y hasta la jubilación forzada de un dirigente gremial de la municipalidad cordobesa, para evitar que se presente en las elecciones del sindicato.
A través de la Internacional de la Educación, CONADU y CTERA denunciaron al Gobierno argentino ante la UNESCO por falta de diálogo y práctica antisindical
José Luis Espert, de condición liberal, expresión del conservadurismo en Argentina, candidato a presidente y columnista económico de varios programas de televisión del canal America, en Buenos Aires, en una entrevista el pasado 30 de mayo, sentenció que “hay que bajar costos laborales o iremos a la guerra con los sindicatos.”
Vale todo
Desde que asumió Macri, como presidente del país, el gobierno en pleno, el poder económico y el poder mediático, apuntaron a justificar algo que alcanzaron en parte, bajar lo que denominan “el costo laboral argentino”, en buena medida lo hicieron con la devaluación, la inflación, pero en particular, el aumento brutal en las tarifas públicas, alimentos y transporte público.
Ahora, en campaña electoral salieron a reforzar el discurso y todo vale para el oficialismo decidieron polarizar atacando a los sindicatos para buscar contener, más allá de cierto descontento, a su base social más reaccionaria y a algún despistado que piensa que el problema de Argentina son los gremios.
La exigencia del empresariado en Argentina y la voluntad del gobierno es ganar las elecciones (algunos dicen “como sea”) y lograr en un segundo mandato, poder aplicar la flexibilización laboral y avanzar en un ajuste fiscal, pero saben que las organizaciones sindicales son su principal escollo.
Vienen por todo
Desde el discurso oficial sostenido y repetido por los grandes medios de comunicación y algunos periodistas alimentan el odio, promueven discursos violentos, desprestigian las organizaciones sindicales.
Rodrigo Barbano en “Video de entrenamiento antisindical de Amazon” publicado en Mate Amargo (https://www.mateamargo.org.uy/2019/07/10/video-de-entrenamiento-antisindical-de-amazon/), muestra un video de la empresa Amazon, que considera perjudicial la actividad sindical y hace referencia a la “descarnada franqueza”. En Argentina 2019, los empresarios son tan francos, como descarnados al alzar su voz públicamente contra los sindicatos y los trabajadores.
El presidente de la Cámara de la Construcción, Julio Crivelli en Futurock, defendió el plan del macrismo para implementar la reforma laboral y aseguró que el empresariado «quiere despedir sin causa».
Los trabajadores de las telecomunicaciones y la televisión agrupados en FATTEL FOEESITRA y SATSAID denunciaron que las máximas autoridades de la empresa Telecom (del Grupo Clarín) que públicamente y de cara a los trabajadores hicieron referencia a que existen en la empresa: “trabajadores tóxicos, que los sindicatos obstruyen el avance de la empresa y son amenazas veladas sobre la continuidad laboral”.
El periodista, Daniel Muchnik, de Clarín y Radio FM Millenium lanzó una brutal crítica tratando primero de matones a los gremialistas en general y luego en particular hizo referencia al Secretario General de La Bancaria, Sergio Palazzo, con la amenaza del periodista que dijo “en Estados Unidos se acabó con Hoffa matándolo”.
Los ataques son contra todo el movimiento obrero argentino pero es claro pero con eje en aquellos que resisten y confrontan.
El poder que enfrentamos es brutal no ahorra en violencia física ni simbólica, crean un sentido común basado en el miedo, la incertidumbre y las mentiras.
Debemos ser astutos.
