Ismael Smith
En el artículo anterior, sosteníamos como la primera obviedad, que lo único permanente, en la cruzada mundial y casi mesiánica de los gringos es, LA DEFENSA DE SUS PROPIOS INTERESES, a costa del precio que sea.
Obviedad 2:
Dicho esto, podemos afirmar, que frente a la situación de la República Bolivariana de Venezuela, el particular interés de los EEUU, no tienen que ver con la supuesta “falta de democracia” o la lucha contra “una dictadura encabezada por Maduro”.
Más bien, se trata de una lucha de posicionamiento geopolítico, por el control estratégico de una zona que, considerada y proclamada como “el patio trasero de los gringos”, ha estado, en estas décadas, en franca disputa de modelos.
Las Décadas Ganadas, que han significado , por lo menos, una ruptura temporal -o cuando menos, un cuestionamiento- , del continuo histórico de dominación y dependencia con el Norte, no ha pasado desapercibido para los poderes hegemónicos1.
Más bien, como respuesta planificada para este lado del mundo (y luego de atender, a fuerza de bombazos, mercenarios y montañas de cadáveres sin prensa- el frente abierto en Medio Oriente), se ha fomentado, (desde las agencias, departamentos, y sinfín de áreas destinadas para operar en estos asuntos), patrocinado, arengado y coreografiado, con todos los medio económicos, tecnológicos y publicitarios que tienen siempre a disposición, la coordinación y planificación de un contingente de “ofertas de derecha”, (ya sea mas o menos conservadora o ultra conservadoras, más o menos populistas, pero siempre muy oportunistas), que mediante diferentes mecanismos, más o menos turbios
-sabemos que eso no les importa- han logrado, a través de golpes de estado de nuevo tipo, bloqueos mediáticos, guerra económica y comercial, o la conformación -y formación2– de un ejército de jueces y fiscales listos para hacer los deberes; un escenario de retroceso, en los “márgenes de independencia” que se venían configurando en la región, a partir de los denominados procesos progresistas.
Faltas de respeto como la UNASUR, o la CELAC, impulsada por Chávez, fueron experimentos de Soberanía Regional que, como era previsible, no serían pasadas por alto por el auto proclamado gendarme mundial.
Es así, que, luego de derrotar, en Argentina, al Proyecto Nacional y Popular, mediante una brutal, brutal campaña de odio, y la construcción de un “otro” – u “otra”, en este caso-, para echarle la culpa de todos los males.
La consolidación del discurso de “la grieta” que presentó una psicológicamente bien construida dicotomía entre un “ellos” y un “nosotros”, basado principalmente en un discurso aporofóbico y xenofóbico, pero que se centró en demonizar “lo distinto a mí” ; una brutal operación mediático-judicial, que intentó eliminar vía judicial a la oposición; más una maximización de la política de la farándula.
Y luego del megashow -al mejor estilo del Carnaval de Río, transmitido en vivo por el imperio comunicacional de la Red O Globo, y convertido en relato ultra ideologizado en una telenovela de Netflix – que comienza con la destitución de Dilma, sigue con la prisión de Lula, -principal figura política y candidato seguro a ganar las pasadas elecciones-, y termina con la Gloriosa Designación – cual guionista de lo inverosímil- del Juez Moro como Ministro de Justicia de Bolsonaro, dejando a Brasil en manos de éste oportuno militar con delirios de mesías, y dejándolo además fuera de los BRICS, y de cualquier proyecto soberano regional, pero muy alineado si, a la agenda externa yanqui.
Luego de todo esto, y volviendo a Venezuela, podemos decir también, para finalizar, que la agenda de recuperación de su territorio de influencia, llevada a acabo por los Estados Unidos de Norteamérica, en sus múltiples facetas, ha tenido en Venezuela un rival un tanto insistente.
Y es que, podemos afirmar, que, además del enorme botín al que esperan3 tener libre acceso, como trofeo de guerra , si el Gobierno de la República Bolivariana fuera derrotado, y por encima de éstas ansias ,casi de piratería, decimos que el lograr enterrar, destruir, hacer desaparecer de la historia política de Sudamérica al modelo político comenzado por Chávez, y continuado – con sus luces y sombras – por el Presidente Electo, Nicolás Maduro, tiene para los Yanquis un enorme valor Político-Simbólico.
Si entendemos que la prisión de Lula, aspira, no sólo a la derrota electoral, sino a la “derrota moral” del PT y de todos los que simpatizaron con el proyecto, y que es un enorme mensaje simbólico, que pretende un castigo ejemplificante, además de dejarnos claro que ya no les importa conservar las formas, HOY, LA DERROTA DEL GOBIERNO DE VENEZUELA, INTENTA SER UN MENSAJE DE DERROTA MORAL, PARA TODOS LOS QUE ASPIRAMOS A LA CONSTRUCCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE UN PROYECTO POLÍTICO AUTÓNOMO DESDE ESTE LADO SUR DEL PLANETA.
1Entendida cómo la supremacía que un estado o un pueblo ejerce sobre otro.
2Podemos afirmar que las principales reformas jurídicas realizadas en estos últimos tiempos, así como la formación de jueces y fiscales, en nuestros países, fueron dictadas y dirigidas, de acuerdo a lineamientos pensados y difundidos desde ámbitos externos, con sede en los EEUU, y que fueron promocionadas desde sus Embajadas, con muchos recursos económicos, dirigidos a la formación de “cuadros judiciales”, bajo la nueva doctrina de “cruzada contra la corrupción”, dando pie al nuevo modelo de “delación premiada”, con condonación o reducción de penas, a acusados de actos de corrupción, transformándolos en “testigos preferenciales”.
3La reserva de petróleo mas grande del mundo, la reserva en oro , comprobada, más grande del mundo, minas de coltan, y un sin fin de minerales raros, más los miles de millones de dólares en activos…
En el ojo de la tormenta: Nota 4: De lo explícito a lo Híbrido