Mág., Mtro. Javier Alliaume Molfino
Estamos en tiempos electorales, en momentos donde algunos conciudadanos se muestran un tanto desmemoriados, o simplemente no conocen, y por tanto no ponen en valor lo realizado en los 3 gobiernos del Frente Amplio, por momento, pareciera que la situación actual fuera producto del azar, o de siempre…
En este caso, nos concentraremos en las políticas para la primera infancia. Con énfasis en las de Atención y Educación en la Primera Infancia (AEPI)1.
El Uruguay tiene una larga y basta historia en cuanto a educación en etapas anteriores a la educación básica o primaria, sin embargo no tanta en la destinada a los primeros años de vida. Si bien existen centros de atención y educación desde las primeras décadas del siglo pasado, se trata de experiencias excepcionales.
Primeras partes
El primer gobierno frenteamplista, en una coyuntura de emergencia nacional, tomó esta arena de política como una plataforma para promover la integración social y el desarrollo de diversas políticas de mitigación de las nefastas consecuencias de las políticas de los noventas y el disloque en el plano social, producto de las políticas del gobierno cívico militar y sus antecesores.
En ese sentido, se renovó el compromiso con una de las políticas públicas existentes, el Plan CAIF, apostando a la ampliación de la oferta así como a la mejora de la misma. En este doble movimiento se comenzó a intervenir en la política más antigua, los centros de primera infancia del INAU (hoy CAPI) y el área privada.
Algunas de las acciones de este primer período:
– Fortalecimiento del Área de Educación en la Primera Infancia en la Dirección de Educación del MEC.
– Realización de un censo de los centros privados, así como robustecimiento del registro, el monitoreo y autorización para su funcionamiento.
– Diversificación de la oferta en el marco del Plan CAIF, con un muy importante aumento de la cobertura (aumentando un 25% la cantidad de centros y un 30% la matrícula2).
– Ampliación de la oferta de formación para educadores de primera infancia, multiplicando 7 la cantidad de grupos de la Formación que ofrece el Centro de Formación del INAU3. Generando mejores condiciones de acceso al tener mayor presencia en todo el territorio nacional a partir de 2008.
– En el plano legislativo, es imprescindible recordar que por primera vez en la historia del país se reconoce el derecho a la educación a lo largo de toda la vida, y por tanto desde el nacimiento. Superando la legislación anterior, en que la AEPI no era reconocida, sino subsidiariamente, como servicios de guarda (centradas en el mundo adulto).
– Creación de una estructura orgánica para la AEPI, el Consejo Coordinador de Educación en la Primera Infancia, que reconoce y hace lugar a la integralidad que amerita este tramo etario, al incorporar las múltiples sectoriales4.
– En el sector salud, utilizando como instrumento el Sistema Nacional Integral de Salud, se establecen metas prestacionales específicas para mejorar la captación perinatal y pediátrica.
Se va la segunda
El segundo gobierno fue tiempo de profundizar los caminos iniciados, así como reorganizar el sistema de atención.
– Se continuó ampliando la oferta/cobertura para niños de 2 y 3 años de edad, aumentando un 20% la matrícula pública.
– En cuanto a la formación de los recursos humanos, se amplía la oferta, integrando a trabajadores de los centros privados.
– Asimismo, se crean 2 carreras terciarias con énfasis y perfiles de egreso diferenciados: en la esfera del INAU, la Formación para Educadores de Primera Infancia, que recupera la tradición existente, y da lugar a un trayecto superior. En la órbita del CFE-ANEP la carrera de Maestro de Primera Infancia. Estas iniciativas permiten ampliar la oferta de formación profesional y la formación de recursos humanos existentes, en una gran parte del territorio nacional.
– Se destaca la elaboración del primer documento de carácter programático para el tramo etáreo, realizado en un proceso participativo con el liderazgo del MEC, el Diseño Básico Curricular. Documento que tuvo amplia difusión e impacto en las prácticas concretas en los centros, así como en los procesos de supervisión y monitoreo de las mismas por parte de los organismos estatales competentes.
– El INAU inicia un proceso de reogranización institucional, que jerarquiza los 2 modelos de atención (CAIF y CAPI), ubicándolos en una misma unidad programática.
– Por su parte, el MEC, robustece el área lo cual permite mejorar el monitoreo de los centros privados.
– Se comienza a construir locales con un diseño específico para albergar centros de primera infancia, con criterios de calidad.
– Desde y en una perspectiva más amplia, se crea Uruguay Crece Contigo, un programa de cercanía para la atención de familias con bebes y niños pequeños.
– Se instrumenta el Plan Aduana, como política específica del sector salud.
Porque las terceras partes no siempre fueron malas
En el período de gobierno actual se asume el compromiso de avanzar significativamente en la cobertura, fundando el Sistema Nacional Integrado de Cuidados, un esfuerzo de articulación de políticas orientadas a poblaciones específicas, entre ellas la primera infancia.
– Para avanzar en ese objetivo, se continúa ampliando la red de centros CAIF, para lo cual se realiza una inversión sin precedentes en locales para la primera infancia.
A la fecha, la ampliación de cobertura es de casi el 20%. Lo cual, acumula un aumento de 80% en los 14 años.
– Se pusieron en funcionamiento 3 modalidades de atención: las Casas Comunitarias de Cuidados (en sus 2 variantes, pequeños centros y cuidados en domicilio), Centros en convenio con Sindicatos y/o Empresas (SiEmpre) y Espacios de Cuidado para Hijos de Estudiantes. Ofreciendo propuestas socio-educativas que contemplan, en forma integrada, sectores particulares de la población.
– Se crea la Encuesta Nacional de Desarrollo y Nutrición Infantil (ENDIS), que permite el estudio poblacional a lo largo del tiempo, de manera de brindar insumos a los diseñadores de política y tomadores de decisión.
– Elaboración de un instrumento de monitoreo y evaluación de los centros y las prácticas socio-educativas que cuenta con una primera versión en fase de validación. Herramienta que permite la autoevaluación por parte de los educadores y los equipos, así como la evaluación y monitoreo por parte de los organismos competentes, con un enfoque de transformación y mejora continua.
– La diversificación y aumento de la oferta de formación para educadores y maestros, permitió pasar de porcentajes muy bajos de recursos humanos formados, a la realidad actual, donde 4 de cada 5 (en el entorno de 80%) educadores tiene formación específica en primera infancia.
– Más centros nuevos, y más de 70 locales construidos para centros CAPI y CAIF (15% del total).
– Creación y/o ampliación de sistemas de información, tanto para la mejora del monitoreo, la rendición de cuentas, como de la evaluación y acompañamiento del ejercicio y goce de derechos, así como seguimiento del desarrollo de la primera infancia. Sistemas de información que se encuentran avanzando en su integración e interoperabilidad.
– Se están realizando algunas consultorías y trabajos interinstitucionales, entre ellos cabe mencionar: sistematización de las distintas propuestas de formación de educadores a nivel nacional (público y privado) con miras a la construcción de una malla curricular básica; marco nutricional común; acuerdos sobre educación inclusiva.
– Guía Nacional para la Vigilancia del Desarrollo del Niño y la NIña menores de 5 años, a cargo del MSP, con elaboración interinstitucional.
En suma, aumento de oferta socio-educativa, con avances en cuanto a calidad en varias dimensiones, aumento y diversificación de la formación de los recursos humanos con la consecuente calificación de los existentes y de los nuevos trabajadores, reconocimiento del derecho a a la atención, educación y cuidados desde el nacimiento, reconocimiento y jerarquización del tramo socio-educativo con incorporación en la Ley de Educación, creación de espacios de articulación y coordinación de políticas públicas (CCEPI y SNIC).
1Conforme a la normativa vigente, se define la atención y educación en la primera infancia, la destinada al rango 0 a 3 años de edad.
2Datos tomados del Sistema de Información Para la Infancia (SIPI-INAU).
3Única oferta estatal, gratuita existente en ese momento (desde el 2000).
4Es preciso señalar que fueron, en su momento, en el Congreso Julio Castro, muchas las organizaciones que plantearon la necesidad de crear un consejo de educación en la primera infancia que tuviera como ámbito de competencia todo el tramo 0 a 6 años, y no la creación de una coordinación. Quien escribe sostuvo y sostiene esta posición, es justo y necesario explicitarlo. Al respecto, pueden leerse “Atención y Educación en la Primera Infancia en el Uruguay de hoy” en: https://www.mateamargo.org.uy/2015/10/30/atencion-y-educacion-en-la-primera-infancia-en-el-uruguay-de-hoy/