Pensando durante el ruido

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@mateamargouy

Carlos Pereira Das Neves

América es un bochinche nuevamente: procesos progresistas que comienzan a regresar, otros que se consolidan, algunos nuevos que aparecen, movilizaciones populares que ponen en jaque a gobiernos conservadores…¿y en Uruguay qué?

La desterritorialización del discurso

Hace unos cuántos años, capaz tendría que decir “desde siempre”, los centros de poder elaboran la estrategia y el discurso que luego deberán reproducir los personeros locales, generando un coro que suele atravesar los continentes y realidades demasiado distintas como para ser homogeneizadas.

Estar tan aislados, tan encerrados en nosotros mismos, nos hace tan vulnerables a la cacofonía política del odio. Nos impusieron el demonizar la política de izquierda por algún error aislado y por la contradicción de ser los mejores administradores de un sistema que no queremos ni impulsamos. Y todo fue para hacer regresar a los Menemistas, los Pinochetistas, los Collor de Mello, así como pretenden que Uruguay vuelva a la desregulación Lacallista o la Plaza Financiera Militar-Sanguinettista.

En Argentina te dicen que las medidas económicas adoptadas por el Macrismo, que han significado un brutal incremento de la pobreza (situada hoy en un 35%), eran necesarias por el despilfarro Kirchnerista; En Brasil te dicen que las medidas económicas anti-populares adoptadas son necesarias para cubrir la mala administración de los gobiernos del PT; En Ecuador te dicen que las medidas económicas que se están adoptando, y que están generando protestas masivas en todo el país, son indispensables para cubrir el déficit de las administraciones Correístas…¿y en Uruguay, qué?

En Uruguay la oposición habla de llegar al gobierno para aplicar un “Shock de Austeridad” que sañe las maltrechas cuentas del Estado, luego de 15 años de gobiernos frenteamplistas.

Es claro que no van a hablar de cómo pasamos de tener un millón de pobres a un millón de gente estudiando, de como pasamos a ser líderes en Sudamérica y octavos en el mundo en inclusión social, de como somos el único país con democracia plena y el país menos corrupto de América Latina, de como somos el país con mayor cobertura de seguridad social y con mayor aumento de salario real en América Latina, de como pasamos de una cobertura en salud pública de 700.000 a 2.500.000 de personas (incluyendo a la familia del trabajador/trabajadora y a las/los jubilados), de como llevamos 16 años de crecimiento económico ininterrumpido, de como saldamos nuestra deuda con el FMI (mientras que Argentina, con Macri, acaba de endeudarse como nunca antes en su historia y Ecuador va en el mismo camino) y hoy tenemos una deuda sensiblemente menor, soberana, más de la mitad de la misma en moneda nacional cuando antes el 90% estaba en moneda extranjera.

Un discurso tan igual en territorios y realidades tan distintas, y siempre impulsado por las derechas, y siempre en contra de los progresismos. ¿Usted, no desconfiaría?

La reterritorialización de la percepción

Nuestro país, nuestro continente, ya sufrió un cerco mediático como el actual. Fue en plena aplicación del Plan Cóndor, cuando en nuestros países se torturaba, se desaparecía y se asesinaba, pero en los medios se hablaba de tendencias de ropa y a lo sumo alguna mención al “combate del terrorismo/comunismo”. En el extranjero se luchaba diplomáticamente por el respeto a los Derechos Humanos que en nuestros países se desconocían, o se entreveraban con la mierda que de los ‘submarinos’ pasaban a los pulmones de nuestras compañeras y compañeros.

Años tuvieron que pasar para que la comunidad internacional reconociera las atrocidades de las dictaduras latinoamericanas y ejercer la presión suficiente que, sumada a las movilizaciones populares, terminara por derribar al autoritarismo reinante.

Los tiempos cambiaron pero los métodos siguen intactos. Hoy tenemos a un ex Presidente como el Pepe, reconocido mundialmente por el salto en libertades que significó su gobierno, por su humildad y su honestidad al momento de gobernar, y por una vida -que hasta ahora sigue entregando- dedicada a pelear al lado de los/las más humildes…teniendo que soportar la cacofonía política del odio, la miseria visceral del capitalismo criollo, desparramada cual peste negra (pero blanca, verde y colorada) entre quienes hemos sabido disfrutar de los avances socio-económicos desde el 2005 hasta ahora.

Por suerte al Pepe no le hace, con sus 84 años de edad a cuestas sigue convocando multitudes, trillando los territorios: desde grandes universidades a pequeñas comunidades de productores, del Mundo a Uruguay y de México a Salto.

De México a Salto

En esta campaña, el departamento con mayor porcentaje de votos frenteamplistas en las pasadas elecciones nacionales, volvió a llenar la Plaza Artigas para escuchar las palabras de este referente latinoamericano, mundial, nuestro. No sin antes visitar huertas, hortifruticultores, pueblitos recónditos que habitan nuestro norte, poblaciones que recién gracias al Frente Amplio conocen algo tan básico como la electricidad.

Y lo hizo acompañado de una de las tantas candidatas a la diputación por el Frente Amplio, la Profesora Manuela Mutti Fornaroli, quien ya tiene marcado su andar en el camino legislativo y también en el trille de la campaña. Fruto de su trabajo como legisladora y como Profesora de Historia en el Programa Rumbo Rural Itinerante, llevando la docencia a localidades de 200 personas o a localidades donde una lluvia es capaz de cortar los pasos y aislar a la población.

En uno de los departamentos más desiguales de nuestro país, en el departamento -históricamente- con mayor índice de desempleo, en el departamento con más ginecólogos amparándose en la objeción de conciencia ante la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo…si será importante la actividad política de una mujer joven, docente, que conoce el departamento a lo largo y a lo ancho. Si será importante la presencia de Mujica y la presencia del Frente Amplio en el diario acontecer, con políticas que no conocen de tranqueras ni de caminos llenos de toscas o de pasos inundados.

Si será importante seguir apostando a gobiernos de cercanía, a políticos que reconozcan las necesidades puntuales y no redacten recetas extranjeras llamadas a uniformizar nuestras vidas en la pobreza y la violencia. Levantando la mirada, sabiéndonos parte de un país que no para de crecer y de un continente que explota sus contradicciones en el lomo de las/los trabajadores.

Por un Octubre frenteamplista, en Salto y en todo el Uruguay.

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