La murga y la tartamuda

0

@mateamargouy

Gustavo Nieto

Sin lugar a dudas los años que transcurrieron entre fines de los 60’s e inicios de los 70’s fueron los más convulsionados de la Historia reciente nacional (sin contar los oscuros doce años de dictadura cívico-militar). Años durante los cuales el país sufría la arremetida de los Estados Unidos y su intento de tutelar toda América Latina, en pleno contexto de Guerra Fría. Primero con los famosos «colegiados blancos» y -principalmente- después con el nefasto gobierno de Pacheco Areco, la sociedad uruguaya sufrió duramente la represión, la embestida económica, la censura y las medidas prontas de seguridad casi que permanentes.

En ese contexto el carnaval cambió su sentido, pasó de ser la válvula de escape de la realidad durante el cual todo se convertía en fantasía a ser la oportunidad especial -y casi única- para gozar efectivamente de una libertad de expresión que casi ya no existía. La murga, con su idiosincrasia transgresora y subversiva, fue la herramienta ideal para llevar eso a cabo.

Pero no fue tan fácil, la represión y la censura que el Estado ejercía sobre su población en las calles, medios de comunicación, centros educativos y laborales…llegó al tablado. En 1971 (año electoral, siempre especial para los repertorios murgueros) se integró, por primera vez en la historia, a la Comisión de Censura del Carnaval un miembro del ESMACO (Estado Mayor Conjunto) y uno del Ministerio del Interior, empezando así a revisar cuidadosamente cada una de las palabras y frases que los conjuntos incluían en sus repertorios.

Una pluma Soberana

Eran varias las «murgas grandes» que se disputaban a la par los primeros premios durante esos años: Asaltantes con Patente, Diablos Verdes, Don Timoteo, Los Nuevos Saltimbanquis, La Milonga Nacional, Araca la Cana, Los Patos Cabreros, entre otras. Algunas de ellas se caracterizaban, ya desde mucho tiempo atrás, por ser contestatarias y voceras del pueblo. En ese sentido, Araca (ganadora del concurso en 1969) se quejaba ya en su saludo, a pocos minutos de haberse abierto el telón, de las medidas prontas de seguridad. Los Diablos también cantaban el sentir de los humildes en todos los barrios, fieles a su arraigo obrero y militante, propio de La Teja.

En 1969 sorprendió a los carnavaleros la aparición de una murga nueva surgida en el corazón del barrio La Unión por iniciativa de José Milton Alanís, popularmente conocido como «pepe veneno». Alanís, junto a sus hermanos y otras jóvenes promesas murgueras, deslumbraron con su vestuario, sus coreografías y arreglos corales, pero principalmente con sus letras. Ese año, esta murga -al igual que la campeona Araca- mencionaba las medidas prontas de seguridad, dedicándole un cuplé entero. La joven murga logró un importantísimo tercer puesto en su año de debut y dejó al público muy expectante de cara al próximo febrero, momento en el que conseguiría el primer lugar del concurso oficial.

El año 1971 marcó un antes y un después en las murgas uruguayas, la Comisión de Censura rebotó varios libretos, algunos de los cuales fueron tachados casi en su totalidad. El gobierno había prohibido por decreto -hacía ya varios meses- un sinnúmero de palabras, “tupamaro» entre ellas. Esta prohibición le generó a las murgas un gran dilema, puesto que era un tema recurrente entre los repertorios, tanto para generar humor como para criticar al gobierno y posicionarse del lado del Movimiento de Liberación Nacional. En ese marco, La Soberana salía a escena con el desafío de defender su primer lugar obtenido el año anterior y continuar su línea crítica-burlesca sorteando la fuerte censura.

Que hermosa computadora!

Sobre fines de los 60’s/inicios de los 70’s llegaron las primeras computadoras al país; difíciles de imaginarlas a partir de las actuales y modernas «maquinas inteligentes». Aquellas primeras computadoras, grandes aparatos difícil de utilizar, eran casi que monopolio de algunas pocas oficinas del Estado.

En el 71’ La Soberana aprovechó la novedad de esta máquina para realizar ‘el cuplé de la computadora’. En escena aparecía entonces una de aquellas máquinas que recibía preguntas del curioso coro, así como también de un solista. Fue entonces, a través de ese diálogo entre la murga y la computadora, que La Soberana se las ingenió para criticar duramente al gobierno de Pacheco en su último año de autoritario mandato.

SOLISTA:

«Yo te consulto computadora

con la esperanza de tu verdad:

sobre el conflicto de la enseñanza

¿qué nos podrías comunicar?

CORO:

«En los liceos y en las escuelas

fue una secuela de indignación.

Si a aquel que estudia le ponen trabas,

¿a dónde marcha nuestra nación?

COMPUTADORA:

«Nuestro país es una locura

ya no hay cordura, todo anda mal.

Y el que asesina nuestra cultura

es por dos veces un criminal»

En ese primer intercambio entre las partes se dejaba una dura crítica al gobierno en cuanto al manejo de la educación, que venía siendo nefasto desde varios años atrás . A fines del 68 Pacheco había suspendido las clases, luego de reprimir brutalmente a los estudiantes y dejar como saldo 3 muertos. Durante los años siguientes la represión se agravó y llegaron más víctimas, así como la intervención de los liceos, UTU y la Universidad, a la cual se le quitó ilegalmente la autonomía.

El cuplé continuaba…

SOLISTA:

«El Uruguay en pelota vasca

se ha consagrado campeón mundial.

A ver qué opinas computadora

de esta victoria tan magistral».

CORO:

«Como valientes se comportaron

nuestros muchachos de corazón.

En el deporte de la pelota

se merecieron un galardón».

COMPUTADORA:

«Con los aumentos que soportamos

viendo que todo va para mal

nada me asombra que de pelotas

el uruguayo sea campeón mundial».

En 1970 los uruguayos Cesar Bernal y Néstor Iroldi lograron conseguir el título mundial de pelota vasca al igual que lo habían hecho en 1966. La murga utilizó este hecho para volver a hacer mención a la situación por la cual atravesaba el país y la computadora volvía a posicionarse. Ésta vez de forma más radical, criticando la «pasividad» del pueblo uruguayo al «soportar» el autoritarismo del gobierno de Pacheco.

El cuplé cobra más nivel aún cuando, ante un imperfecto, la computadora empieza a tartamudear:

SOLISTA:

«Hace algún tiempo se armó revuelo

computadora recordarás

a unas personas que con un duelo

salvar quisieron su dignidad»

CORO:

«Con sendos sables se desafiaron

y ambos se entraron a defender

Y por un sable mal empuñado

se tuvo el duelo que suspender»

COMPUTADORA:

«Son todos a fa..fa…fa…fa…fa….»

CORO:

«¿Qué te ha pasado computadora,

por qué te has puesto a tartamudear?

COMPUTADORA:

«Me fa..fa…fallan los electrones

pero lo mismo voy a cantar»

En esta primera «falla» y tartamudeo de la computadora, la murga evita dar respuesta sobre el duelo a sable entre Sanguinetti y Manuel Flores Mora (dos políticos del Partido Colorado) pero desvirtúa su respuesta y aprovecha para propagandear al nuevo partido político recientemente creado: el Frente Amplio (de sigla «FA»).

A partir de allí, el cuplé sigue con el continuo tartamudeo de la computadora…

SOLISTA:

«Los electrones te están fallando

y los botones funcionan mal,

para que sigas bien funcionando

nos convendría hacerte arreglar».

CORO:

«Computadora si un desajuste

te dificulta para cantar,

un mayorengo de nuestra UTE

tal vez te pueda hacer funcionar».

COMPUTADORA:

«No, no computo señores míos

prefiero siempre tartamudear

si me revisa algún extraño

suspiraría envés de hablar»

En esta estrofa aparecen varios palos al gobierno de turno. En primer lugar a la represión: «los botones funcionan mal”, ya en esa época «botón» era una referencia popular hacia los policías. Luego la crítica es personal, hacia el presidente de la UTE: Ulysses Pereira Reverbel, amigo personal del presidente Pacheco y -por tanto- asesor de gobierno, muchos le atribuyen ser uno de los «ideólogos» de la represión desatada por el Estado. En el 68’ los funcionarios de UTE fueron militarizados y muchos de ellos encuartelados por llevar adelantes una serie de paros y huelgas. La murga aprovecha a manifestar el desprecio por este personaje con la mencionada estrofa, que podía escucharse como «no, no con-puto». La murga juega con las palabras y su sonoridad. Cabe destacar que la homosexualidad de Pereyra Reverbel era reconocida y la murga utilizaba este insulto para denigrarlo, un burlesco recurso que hoy sería fácilmente reconocido como homofóbico e inaceptable pero que en la época era moneda corriente.

El cuplé continuaba diciendo…

SOLISTA:

«Si yo quisiera andar paseando

tranquilamente por la ciudad

¿qué ocurriría computadora

en mi paseo tan habitual?»

CORO:

«Todos queremos tranquilamente

andar las calles en libertad

¿Qué ocurriría computadora?

aunque precise tartamudear».

COMPUTADORA:

«Que tus…papeles

urgentemente te exigirán

que tu…paradero

correctamente tendrás que dar»

En esta estrofa, al dar respuesta, la computadora comienza nuevamente a tartamudear, y el público podía escuchar :»que tupa..tupa…, que tupa..tupa…, que tus papeles…». De igual modo con la siguiente frase: «…que tupa…tupa, tu paradero…”. Así, La Soberana se las ingeniaba para repetir una y otra vez la palabra «TUPA» (diminutivo de TUPAMARO), palabra que -como se mencionó anteriormente– estaba prohibida por ley. El publico aplaudía eufóricamente a la murga por «propagandear» a un grupo de compatriotas que se jugaba la vida en las calles por los derechos del pueblo.

Llama la atención como pudo La Soberana haber sorteado la censura de la Comisión al nombrar tantas veces a «los tupas». La clave aquí está en dos cosas: en primer lugar, el ingenio de «pepe veneno» para «camuflar» las palabras jugando con el tartamudeo de la computadora y la diferencia entre la letra y el efecto sonoro de las mismas; y por otro lado la poca astucia de los miembros de la Comisión de Censura.

El mismo recurso utilizó la murga una y otra vez durante el cuplé para seguir nombrando al MLN y a la vez, tocar temas tan importantes:

SOLISTA:

«Si yo quisiera en nuestras tierras

algunas cosas podes sembrar

¿Qué me aconsejas computadora?

con tu constante tartamudear»

CORO:

«Si aquí tenemos muchas hectáreas

pero se encuentran sin cultivar.

Tartamudeante computadora

¿cómo se puede solucionar?»

COMPUTADORA:

«Que tu…parcela

tal vez un día conseguirás

Que tu…par de brazos

para lograrlo te bastará

Nuevamente la sonoridad de las palabras, jugando con el tartamudeo de la computadora, hacen que se menciona una y otra vez la palabra tupa. Pero a su vez, la murga toca un tema clave de ese momento histórico: la reforma agraria. El MLN, así como muchos de los movimientos de izquierda, reclamaban una urgente redistribución de la tierra, eliminando el latifundio improductivo y generador de mucha riquezas para unos pocos propietarios. La murga exhorta a la población a tomar iniciativa propia para lograr resultados. Cabe destacar que el año anterior se había realizado la última de las marchas de los cañeros de Bella Unión (UTAA) que se movilizaron en varias ocasiones a pie hasta Montevideo para hacer oír sus reclamos de “tierra para quien la trabaja”. Los mismos cañeros, habían protagonizados varios levantamientos contra los poderosos terratenientes del norte, por lo que la murga de alguna manera revalorizaba la lucha de «los peludos».

Si bien el ingenio de los letristas de la murga hizo que los textos pasaran la censura, una vez que el cuplé comenzó a sonar en los barrios de Montevideo llegó la represión. Varias veces los integrantes de La Soberana fueron bajados a palazos de los escenarios barriales, muchas otras veces fueron conducidos directamente de los tablados a las comisarías. El cuplé fue censurado, pero la murga lo seguía cantando a viva voz, y el pueblo lo aplaudía a más no poder.

Al año siguiente la murga volvería a ser sensación al escribir y cantar un cuplé sobre las elecciones, en el cual el coro conversaba con una urna que decía haber sido víctima de un secuestro, con lo cual la murga denunciaba el fraude electoral de 1971, desestimado por la Corte Electoral.

En febrero de 1973, La Soberana desfiló por 18 de julio vestida con los colores de la bandera de Uruguay y encadenada, simbolizando lo que vivía la Patria por aquellos años. Toda la murga terminó en prisión.

Ese fue el último de los carnavales de La Soberana por aquella época, puesto que no volvería a aparecer en escena hasta el año 2006. Pero su coro, sus ingeniosas letras, y sobretodo el cuplé de la computadora, fueron inmortalizados por el pueblo que hasta el día de hoy tararea aquel «…que hermosa computadora si hasta parece que fuera humana, es una especie de hermana en la que todos pueden confiar. Al que quiera consultarla se la prodiga La Soberana, porque pertenece al pueblo por su manera de funcionar…»

*Para escuchar el cuplé:
https://www.youtube.com/watch?v=v_C4YSABdVw

Para que el mate siga su vuelta necesitamos de tu colaboración
colaborar ahora

Comments are closed.