La ley de urgente restauración – parte 1
Por EconomiaPolitica.uy
En las elecciones de octubre del año pasado el FA perdió las mayorías parlamentarias, que le habían permitido la elaboración de un diseño normativo e institucional de avanzada en el continente latinoamericano, y en noviembre, en una instancia de ballotage, una extraña concertación conservadora que contiene en su seno elementos fascistas, se hizo del poder ejecutivo por una escasa diferencia menor al 1% de los votos emitidos.
Dicha Coalición Multicolor, como se ha dado en llamar, a partir del 1 de marzo de 2020 se puso en acción para restaurar las condiciones de rentabilidad que el poder económico nacional y también el transnacional, así como para insertar el Uruguay al empuje reaccionario que se alinea detrás de EE.UU. contra todo lo que huela a cambio de izquierda o progresista en América Latina.
La CEPAL, en el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2019, en el capítulo sobre Uruguay expresó “Desde el punto de vista económico, el gobierno que asumirá en 2020, centró su discurso en la recuperación de la rentabilidad empresarial como forma de incentivar la inversión y el crecimiento económico. Entre sus prioridades se destacan la reducción del abultado déficit fiscal … la apertura comercial, modificaciones en las relaciones laborales y cambios normativos y de gestión en las empresas públicas … “. No lo dice la “izquierda”, lo dice la CEPAL resaltando una definición del sujeto objeto de la política (el empresariado), de los obstáculos (trabajadores activos y pasivos, el estado) y de los instrumentos a utilizar, que encontraremos recorriendo el extenso articulado de la primera ley que el Poder Ejecutivo remitirá al parlamento, y con carácter de urgente. Tan extenso que parece a propósito para que en el estrecho período de tiempo en que debe analizarse una “ley de urgencia” (90 días para las dos cámaras), finalmente tenga una aprobación ficta, es decir sin la necesidad de votarla.
Vale la pena presentar este borrador en el presente artículo por dos razones. La primera, porque si cambian algo y deciden no introducirlo ahora haciendo el teatro de que escuchan a la gente o alguna aberrante mentira similar, igual tratarán de introducirlo en un futuro próximo. Es que el borrador de esa ley es el esqueleto de la reimplantación neoliberal en el Uruguay, cueste lo que cueste, y esta es la segunda razón, y trasfondo de los movimientos represivos que en estos días hemos visto.
LA MENTIRA LLENÓ URNAS, LA VERDAD LLENARÁ LAS CALLES
A través del análisis de este proyecto de ley “ómnibus” (como se les denomina por el volumen de su articulado) hemos recorrido buena parte del programa de restauración neoliberal en Uruguay, que buscará por diversos medios recomponer la distribución del ingreso hacia los capitalistas, buscando con ello un impulso a la inversión y al crecimiento económico, pero sin distribución. La voluntad de “derramar” hacia la población una parte de los beneficios acumulados corre a cuenta de los más ricos y ya sabemos lo que pasa con ese cuento. De esta manera quiebran el modelo frenteamplista de crecimiento con distribución e inclusión social.
La crisis internacional, agravada por una coyuntura sanitaria planetaria (coronavirus) ya está afectando al continente latinoamericano, disminuyen las exportaciones y se devalúan las monedas. En los países donde se está procesando el retorno del neoliberalismo este entorno hará el ajuste mucho más severo, agudizando la conflictividad.
La resistencia popular tendrá que defender las conquistas allí donde estuvieron presentes los gobiernos progresistas, avanzando en alternativas que superen las deficiencias en participación popular y en los límites del desarrollo basado en la extracción de recursos naturales.
El informe completo se puede leer accediendo al resto de las notas:
El ajuste fiscal es “la regla” – Urgente restauración (parte 3)
Los excluidos no pueden ser incluidos – Urgente restauración (parte 4)
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