Inés Cortés
El pasado 8 de marzo, se llevó a cabo nuevamente una marcha multitudinaria por el Día Internacional de la mujer. Los distintos colectivos feministas convocaron una marcha en la que participaron 350.000 personas desde la Plaza Libertad hacia el paraninfo de la Universidad de la República.
Desde marzo de 2017 que se comenzaron a realizar los paros internacionales y marchas por el día de la mujer en el marco de una convocatoria mundial en la que los colectivos feministas uruguayos hicieron parte. Dicha movilización, auto denominada feminista, fue considerada por varias organizaciones sociales y políticas como un hecho histórico. Se logró visibilizar el feminismo en el país a la luz de una iniciativa mundial y se logró consolidar –a los ojos de la opinión pública– a las mujeres organizadas como sujeto colectivo y de cambio social mediante una movilización sin precedentes.
Desde esa fecha en adelante las movilizaciones por el 8M se caracterizaron por su masividad y poder de convocatoria, creciendo año a año, movilizando a los diversos colectivos feministas con sus acuerdos y diferencias en una misma manifestación por la defensa y reivindicación de los derechos de las mujeres y disidencias y contra la violencia basada en género.
La marcha y su diversidad
Una de las características de las marchas por el 8M es su diversidad, el movimiento feminista integrado por diversos colectivos feministas con distintas posturas políticas y visiones de la realidad se juntan bajo una misma causa.
Como siempre la marcha comenzó a las 18 hs encabezada por la Coordinadora de Feminismos bajo la consigna “Huelga Feminista” para “despatriarcalizar la vida” en todos su ámbitos, denunciando las injusticias patriarcales en las distinta esferas sociales y en sus diversas manifestaciones.
Por su parte la Intersocial Feminista marchó bajo la consigna “Más feminismo, mejor democracia”, haciendo alusión al contexto nacional actual y exigiendo mayor presupuesto para políticas públicas destinadas a trabajar en violencia basada en género (VBG), y no retroceder en derechos conquistados los últimos 15 años. Además se le dio gran visibilidad al Colectivo de Mujeres y Discapacidad encabezando el bloque de la Intersocial Feminista bajo la consigna “Urgente considerarnos”. La secretaría de género, equidad y diversidad del PIT- CNT marchó también en el bloque de la Intersocial Feminista.
Por su parte las mujeres frenteamplistas marcharon bajo la consigna “Sin feminismo popular, no hay justicia social”.
Junto a la Coordinadora de Feminismos marchó el bloque antiracista, con performance musical con instrumentos improvisados.
Además marcharon las mujeres del carnaval, reivindicando que “sin mujeres no hay carnaval”.
Por su parte el colectivo de candombe La Melaza convocó a marchar desde el candombe a tamborileras y bailarinas saliendo como todos los años desde la intendencia de Montevideo.
El colectivo Encuentro de Feministas Diversas bajo la consigna “Juntas Somos Poderosas” llamó a la reflexión en torno a las “desapariciones de las gurisas” víctimas de redes de trata.
También marcharon las mujeres de la educación, bajo la consiga “sin mujeres no hay educación”.
Por su parte acompañaron la marcha desde la vereda un grupo de mujeres y hombres católicos y evangelistas con una pancarta que decía: “La Fe cristiana nos compromete con la justicia de género”.
También estuvieron las mujeres ex presas políticas del CRYSOL apoyando la marcha como todos los años desde la plaza de los bomberos.
La primer marcha bajo un gobierno que confronta directamente con los feminismos
Si bien los feminismos se vienen movilizando fuertemente desde 2017 en Uruguay, este año la participación fue mayor que todos los años anteriores. Quienes salieron desde detrás de la plaza cagancha solo pudieron avanzar una cuadra por lo inmensa de esta movilización. Quedó chico el recorrido: cuando quienes encabezaban llegaron a la UdelaR, las de atrás seguían en la plaza cagancha.
En diversos puntos del país y departamentos se realizaron movilizaciones, en mayor medida que otros años como símbolo de resistencia y reivindicación de los derechos de las mujeres en todo el territorio nacional.
El nuevo gobierno intentó amedrentar y amenazar con el aparato represivo del Estado los días previos a la marcha, muchas mujeres que suelen ir con sus hijas e hijos a la marcha decidieron ir solas por seguridad, la presencia policial y de la republicana llamó la atención y desentonó con el clima habitual y pacífico de las marchas del 8M.
Felizmente y como es habitual todo salió como los diversos colectivos esperaban.
|