Con motivo de cumplirse 35 años de los últimos presos políticos liberados, aquel ya lejano 14 de marzo de 1985, El Centro Cultural Museo de la Memoria, editó y presentó el libro “El Viaje. Historias de Amor y Tupamaros” de Jorge García Irrazabal, con ilustraciones de Roberto Sabán.
“A todos aquellas que en el regocijo de su subjetividad revolucionaria dieron lo mejor en aras de un sueño revolucionario más justo,” es la segunda dedicación luego de a su familia que García realiza en su obra.
Minutos antes de comenzar la presentación, a pesar de la lluvia y el coronavirus, Mate Amargo conversó con los autores.
(Jorge García nació en Montevideo el 21 de mayo de 1945. Integró el MLN.T y estuvo preso en punta Carretas y en el Penal de Libertad. Este único libro editado obtuvo un tercer premio en un concurso literario en Australia y dos menciones en un concurso de Crisol en Montevideo. Actualmente reside en Buenos Aires)
M.A. – ¿vos estás viviendo en Buenos Aires pero estás por Montevideo presentando tu libro?
J.G – exactamente, un libro largamente acariciado; hace quince años que estoy elaborando esos cuentos, relatos mas bien.
M.A. – Relatos de memorias, de vivencias..
J.G – a partir de esos relatos le busqué una definición y llegué a la conclusión que la realidad social se puede encarar de varios puntos de vista, a veces entre mezclados; se puede hacer del punto de vista económico, del punto de vista político, del punto de vista sociológico y yo estos relatos los defino como desde lo afectivo, que es otra dimensión. Hay relatos que simultáneamente mezclan toda esa realidad.
M.A. – ¿y ese viaje que es?
J.G- – ese viaje es una reflexión que viene a tener un preso que vengo a ser yo, está escrito en tercera persona, es el primer cuento que le da nombre al libro y es una vivencia diría casi que textual, ficcionada en algunos aspectos, de un preso que lo llevan al hospital militar y en el viaje va reflexionando su pasado de niño y todos los cuentos tienen ese enfoque que yo establezco.
M.A. – ese titulo de Amores y Tupamaros es interesante porque quiebra de alguna manera una bibliografía bastante épica.
J.G – No fue mi intención pero a partir de los cuentos no quise dar un tono épico sino, desde la subjetividad de un integrante del MLN-T, que se detiene más en la subjetividad humana del personaje.
M.A. – ¿y desde ese punto de vista cuales son los rasgos de subjetividad afectiva que te llevaron a integrarte al MLN-T?
J.G. – Yo creo que hay distintos enfoques; no es lo mismo como se integró un cañero de artigas, un obrero de fábrica o yo que era un estudiante pequeño burgués, criado a pizza y coca cola entonces, lo hago desde esa subjetividad, porque hay distintas sensibilidades de clase social.
En los cuentos nunca hablo de los tupamaros salvo en una o dos ocasiones por qué queda sobre entendido. Busque la reflexión intima del personaje.
M.A. – ¿y ahora en Buenos Aires que estás haciendo?
J.G. – Yo restauraba antigüedades y ahora participo en una audición del MPP, de Fogón en Fogón, y escribo.
Roberto Sabán es el autor de las ilustraciones del libro. Nació en Montevideo en 1948. En Buenos Aires comienza su formación artística
M.A – ¿Cómo fue el trabajo de ilustración de los cuentos de Jorge?
R.S. – Jorge me pidió para ilustrar el libro, y yo a partir de la fecha en que cae preso, de su número de preso y de los espacios que ocupa en el penal, son las claves de la creación.
Busque en los diarios de la época que coincidía con fechas en que él fue protagonista y realice un collage con los diarios de esas fechas, y un primer plano de los soldados, de los cacharros que usaban en el penal, de las armas que usaba.
Mate Amargo publicó en su momento uno de los cuentos de García titulado, La Egipcia.
|