Gabriela Cultelli y Héctor Tajam
“Asno con garras” fue la expresión que utilizó el cubano Rubén Martínez Villena para referirse al dictador Gerardo Machado en 1925. Esperemos que casi 100 años después no tengamos que repetir la citada expresión aquí, al sur de América Latina.
El nuevo presidente no deja de sorprendernos. El lunes 23 de marzo y para empezar mostró una aberrante actitud patriarcal, tratando al feminicidio como efecto colateral. Para seguir…nada, no propuso nada. Casi 60 mil trabajadoras/es uruguayas/os (10 mil por día) al seguro de paro y el Sr. no propone nada. Y para colmo plantear que no está haciendo política si no que gobernando1, ¿será que no conoce el concepto de “política”? impresionaría como que al respecto no hubiera leído ni Wikipedia. Cómo gran cosa al día siguiente y habiendo pasado ya una semana de declarada la emergencia, solo anuncian subsidios para las y los trabajadores mayores de 65 años para que se recluyan en sus casas, y la gratuidad en conectividad por medio de ANTEL que gracias al plan ceibal es de acceso de todes, además de la atención a personas en situación de calle2. El miércoles 25 el parlamento habría aprobado una reducción en sus partidas
El mismo lunes MateAmargo publicó una editorial que describía con exactitud la situación que atravesamos. En ella un gobierno que mantiene la idea del mercado como fuente de salvaciones, y no entiende que ese Sr. mercado no es una entelequia, sino relaciones sociales que se entrecruzan y por tanto constituido por personas, y si esas personas no están, tampoco lo estará el mercado.
El equipo de gobierno parece continuar obsesionados con un déficit fiscal que igual se va a ir al bombo, en una pulseada politiquera donde no aflojan ni con las medidas restrictivas de los aumentos tarifarios y la disminución de gastos. De lo primero, el aumento tarifario, resulta factor de agravamiento de la crisis no solo económica sobre todo en el caso de la producción familiar, pequeña y mediana, si no la crisis sanitaria para las personas que no puedan soportar estos costos incrementados. De lo segundo, en momentos de emergencia nacional tendría que tratarse de reorientar el gasto para solventar costos de esa emergencia, que lejos de disminuir el gasto público tendrán que tender a su aumento. Restringir ahora es ahondar la crisis, profundizarla y alargarla en el tiempo, es que también en economía de cómo se actúe hoy, dependerá el futuro próximo.
Por suerte el gobierno frenteamplista anterior dejó un sistema de salud fortalecido, pues de cómo se encuentre en el arranque de la situación dependerá en gran medida el futuro de la pandemia. Pero la segunda condición son los recursos que se vuelquen hacia el mismo durante el inicio y desarrollo de la pandemia, y esta no es una variable clara hasta el momento.
El costo económico de corto plazo es dramático. Personas confinadas a sus casas, disminución de ingresos, incremento del desempleo, y del seguro de desempleo para aquellos que les asiste el derecho en un contexto de cierre de empresas, disminución de la producción, de la demanda y el circulo macabro de desestimulo entre ambas. La OIT expresó que podía ser peor que la sufrida por el mundo en el 2008, que en Uruguay sentimos poco por la protección frenteamplista. En el caso de Uruguay, habiéndose acabado con las políticas redistributivas, se profundiza la desigualdad, y gran cantidad de aquella población pobre que habíamos sacado de tal situación durante 15 años volverán a ella en breve.
Medidas realmente de urgente consideración
En el mundo en estos tiempos se han tomado infinidad de medidas económicas drásticas ante el COVID-19. Entre ellas la expansión de los sistemas de transferencias a los hogares con incremento de las asignaciones o prestaciones, como por ejemplo en Argentina a través de la asignación universal por hijo/a; subsidios salariales y reducción o suspensión de cargas fiscales; líneas de crédito que permiten mantener la actividad de las empresas; subsidios a las personas que quedan cuidando niñes ante el cierre de las escuelas como sucedió en Francia, Japón, Corea, anunciándose en Argentina, y el mismo día 23 en Cuba que al cierre de los establecimientos educativos establece el pago del 100% del salario para estos casos. En casi todos los casos estas medidas, exigieron de las empresas la contrapartida de no reducir empleo y extremar medidas sanitarias contra el Coronavirus.
Como paquete de urgente consideración, aunque muchas medidas no tengan ni que pasar por el parlamento, nuestro pueblo necesitaría diversas acciones que distribuyan el peso de la crisis, pues los más vulnerables no pueden ser los que más paguen, el énfasis tiene que hacerse allí. Medidas estas que se construyen entre todes y donde todes actores sociales que pueden aportar y están en la obligación de hacerlo, de allí la necesidad de conformar una comisión integrada por todos los partidos y representantes sociales, con total transparencia informativa.
Se hace urgente considerar la ampliación de las prestaciones sociales que podrían llegar a cubrir el 40% de la población de los dos quintiles más pobres. Mantener la tasa del primer mes en los seguros de desempleo y continuar ampliándolo, y sobre todo manteniendo la cobertura sanitaria de todas y todos los que pierdan el empleo. Subsidios para las y los trabajadores por cuenta propia que no puedan continuar con sus labores. Control de precios y de acaparamientos de bienes de primera necesidad alimentaria y sanitaria. Créditos blandos y exoneraciones de pago con obligaciones públicas a empresas pequeñas y medianas exigiendo la contrapartida de mantención de empleos, extendiéndose algunos de estos beneficios hacia sectores de servicio y comercio que así lo requieran, o incorporar otros como el aplazamiento del cobro de impuestos. Prorrogas de vencimientos de deudas hipotecarias, detención de lanzamientos por no pago de alquileres en hogares modestos, suspender cortes de servicios públicos, etc, etc3.
Al mismo tiempo, si bien no es momento de ocuparse del déficit público ahora y el costo futuro de endeudamiento, hay que prever con celeridad fuentes alternativas de financiamiento. En tiempos de crisis, si el incremento impositivo recae sobre los ingresos de flujo, o sea salarios y otras rentas, no solo es injusto, si no que tremendamente regresivo, en tanto que afecta la demanda y con ello agudiza la crisis.
Tenemos reservas robustas (14.537 millones al 23 de marzo) y prestamos de contingencia disponibles gestionados por el gobierno saliente. En una segunda instancia, se podría recaer sobre el stock de riqueza o depósitos bancarios que constituyan capital rentista. Lo primero a través de impuesto por única vez o el aumento del impuesto al patrimonio que contribuya a un fondo específico para atender la emergencia, para lo segundo existe el IRPF I. Podría retomarse la idea de retención a las exportaciones ya que han ganado bastante con la suba del dólar. Sin dudas enfocarse en el cuidado de evitar la fuga de capitales, hacer un uso acorde a la situación de las divisas aumentando gravámenes para la importación de bienes suntuarios podría ser parte del paquete.
En definitiva, las medidas pueden ser diversas y hay experiencia en el mundo actual para ello. Las Intendencias frenteamplistas de Canelones y Montevideo ya han hecho y anunciado todo lo que está a su alcance para mitigar la situación, demostrando que se puede. Desde hace días esperamos medidas desde el gobierno nacional que no llegan.
1 “Nosotros no estamos haciendo política, no vamos a hacer política. Nosotros estamos gobernando” Luis Lacalle Pou conferencia de prensa 23/3/2020
2 Al respecto recomendamos ver el artículo publicado por “Caras y Caretas” de fecha 25 de marzo 2020, titulado “Cuando la vocación de solidaridad tiene nombre y apellido”
3 Al respecto, ver las 18 medidas propuestas por la bancada frenteamplista, y un reciente aporte de la FCEA, Instituto de Economía de la UDELAR ()
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