Mate Internacionales
Días atrás, el Ministro de Educación del gobierno de Bolsonaro en Brasil puso un mensaje en su red social Twitter dando a entender que China se favorece directamente de la crisis mundial por el COVID19.
La embajada de China en Brasil no dejó pasar el exabrupto y nuevamente respondió por el mismo medio como hizo días atrás ante una ofensa similar hacia ese país, realizada por parte del hijo mayor de Bolsonaro.
China expresamente rechazó las «declaraciones completamente absurdas y despreciables que tienen un cuño fuertemente racista… que causan influencias negativas en el desarrollo saludable de las relaciones bilaterales China-Brasil».
El Ministro de Educación de Bolsonaro no solo borró el tuit sino que además dijo que podría pedir perdón de rodillas si eso ayuda a mejorar las relaciones en un contexto en el que además su país le está comprando insumos médicos.
Hace pocos días China informó que dejaría de comprarle soja a Brasil, por problemas de contaminación.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la profesionalidad y responsabilidad de gobernantes en tiempos como el que vivimos para no perder oportunidades de trabajo y exportaciones para la producción uruguaya, sobre todo para países chicos y dependientes del mercado internacional como el nuestro.
¿Por qué decimos esto? Porque la política de Estado no se construye de un día para el otro y tal vez solo un gobierno no lo pueda llevar adelante, pero sí un sólo gobierno y de un día para el otro lo puede echar todo a perder.
La embajada China en Uruguay en lo que va del año lleva dos pronunciamientos públicos a partir de declaraciones que ofendieron al gobierno Chino. Cabe destacar que las dos declaraciones fueron objetivamente declaraciones ofensivas.
Una de ellas a través del diario El País firmada por Ricardo Reilly, y otra por parte de un representante del departamento de Estado de EEUU en entrevista en un semanario luego de visitar a quienes hoy son el presidente y el canciller. No hay que ser muy atento para entender lo oficioso de el diario El País con este gobierno mientras vemos también a otros medios y periodistas, dar lugar a artículos patrocinados en la misma línea.
A los objetivos de otras potencias les interesa -lo dicen- y están dispuestos a invertir para que se dinamite el relacionamiento latinoamericano con la nación China. En los últimos meses la OMS fue duramente cuestionada por estas potencias por no declarar la pandemia y todavía hacerlo bajo la consigna de que China estaba controlando la situación.
Un concierto de medios de comunicación empezaron a obrar en la línea de minar la confianza en las acciones del gobierno Chino que la propia OMS respaldaba y en buscar otros casos exitosos de combate al virus en las culturas asiáticas, como para diluir los éxitos en algo más amplio. La prensa uruguaya no fue la excepción.
Como siempre en la historia de Uruguay, hay quien prefiere sacarse buena nota con el extranjero que defender la nación, pero estamos muy seguros que sería contraproducente a los intereses nacionales finalizar como el hermano país de Brasil, en una política de Estado guiada desde afuera, con papelones en prensa y con tanto daño en la política comercial.
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