Las perillas del Presidente

@mateamargouy

Por Gabriela Cultelli y Héctor Tajám

En medio de una crisis sanitaria y desde ya económica mundial, todo lo esperan del exterior. Tal es así que el propio Alfie, y al mejor estilo neoliberal, decía “a qué velocidad se va a recuperar el mundo, a qué velocidad nos vamos a recuperar nosotros”¹ como si nada dependiera de nosotros mismos, con el agravante de que aún no podemos medir “el día después” y en el temor de que la gravedad se aproxime a la fatídica crisis de 1929 al 33. En definitiva: gobierno ausente.

Un “atender a los rezagados” que se trastoca solamente en $6.460² (duplica los $3.230 que se venían dando hasta ahora) para hogares en extrema vulnerabilidad con 4 o más menores a cargo y para una segunda franja una canasta alimenticia que no llega a los $1500³. Para que se tenga una mediana referencia, la primera cifra significa solo un 7,1% de la canasta familiar que publica el semanario “Búsqueda”⁴ para la familia tipo uruguaya (3 adultos y 1 menor) y la canasta “alimenticia” referida es solo un 1,6% de la familiar citada. O sea, lismosna.

El tablero

En ese “tablero” que por ahora manejaría el Sr. Presidente (y utilizando una expresión suya), el control no aparece para la sociedad en su conjunto. Habló de una especie de “pacto ciudadano”, pero con desigualdad intrínseca, pues equiparó los más de $35 millones⁵ que pueden guardarse algunas empresas de salud que envían al seguro de paro a 1000 trabajadores con los $1500 de algunas canastas. Con esas empresas, y en el mejor de los casos solo se sentaría a hablar, sin exigencia ninguna.

Y así con todo el capital al que pretende “estimular” sacándole “el lastre” según sus propias expresiones. Nada de aportar más lo que más capacidad contributiva tienen, eso lo dejó muy claro pues entiende que “hoy gravar al Capital es amputar a los que van a hacer fuerza en la salida de la crisis, por eso no lo vamos a hacer”⁶, agregando la posibilidad de “aflojar” a emprendimientos que en su lenguaje ciclístico, pues para él parece similar a una carrera de bicicletas según se deduce de sus palabras, se debe atender a los que van en la punta, o sea a los más fuertes, los que más tienen. Dicho de otra manera, los poderes económicos, los agroexportadores.

A ello se suma levantar decretos que en la construcción implicaban un cierto control sobre el precio de la vivienda, disponiendo el Estado de la posibilidad de actuar sobre el 10% de las construidas por proyecto, subsidiando incluso parte del costo. La consigna es por tanto dejar actuar libremente al mercado para no lograr nada, porque ni el nicho de mercado seguro van a mantener, pues el estado se responsabilizaba de asegurar ese 10% de beneficiarios.

Es que las 4 ideas del neoliberalismo continúan siendo básicamente las mismas: Liberalización, apertura, concentración y exclusión, modelo LACE como lo llamó Daniel Olesker en la década de los 90. La experiencia histórica reciente nos habla de cómo terminamos con un modelo similar en la llamada crisis “del 2002”, imaginémonos cómo puede acabar ahora con la catástrofe mundial que estamos viviendo.

Pero el Sr. Alfie tranquilamente calcula que para dentro de un par de añitos comenzará la recuperación de la economía mundial que algún coletazo pegará en estos lares del planeta y posiblemente piense que con ello en otros dos años aseguran el próximo resultado electoral.

Y entonces, desde un aparente sinsentido reaparece la LUC (Ley de Urgente Consideración), en medio de una verdadera urgencia sanitaria y social que va dejando de serlo porque para Lacalle “nada indica que vayamos a estar peor”⁷ cuando el virus ya entró en el continente con un Brasil que supera las 1300 muertes y casi 20.500 en EEUU para citar los casos más terribles de América, y la OMS desaconseja levantar medidas.

Y la como si realmente fuera urgente reaparece la Ley que en breve se enviará al Parlamento con su “regla fiscal” intacta, considerando que lo correcto es realizar un profundo ajuste fiscal, al tiempo que estimamos que la economía uruguaya decrezca en -3.5%⁸. Es una conducta profundamente pro cíclica y agravará la situación. Habrá que esperar una política de ajuste permanente, por tanto es mentira que “los recursos estarán” para atender la emergencia social, como dice la Ministra de Economía, contradiciéndose a reglón seguido. Para los más necesitados los recursos no estarán, como de hecho no están hoy. Pero tampoco para “impulsar el motor” de la economía pues todo lo que se le da al Capital es sin contrapartidas a cambio, por lo que no aseguran ni empleo, ni demanda, ni inversión, ni reactivación económica alguna

El Gobierno actúo como si nada pasara, aplicando a todo la misma receta, cuando ni el mundo, ni la región, ni el país ni son, ni serán iguales mañana. Con ello la Ley que para ellos es urgente pues restaura el Modelo Neoliberal, como decíamos en artículos anteriores⁹, mantiene el espíritu privatizador y liberalizador, la disminución de salarios y pasividades más agravada por la crisis y el desempleo hoy.

Mientras hablan de Keynes proponen políticas contrarias a sus ideas con más achique que ahonda la crisis. Es que la mirada del gobierno solo abarca 5 años, y ni en períodos de grave crisis dejan el neoliberalismo atrás.

Mientras el pueblo se solidariza entre sí, organizando por todo Montevideo ollas populares y canastas para los y las más pobre, para las y los más empobrecidos, de las tres perillas que dijo tener el Presidente, la primera se mueve hacia la derecha y se abre solo para el gran capital…la segunda y la tercera perilla también.