Argentina: como TV te tratan

0

@mateamargouy

Andrés Correa

Hay una decisión desde los grandes medios de comunicación de impulsar e instalar esquemas, interpretativos ya configurados en nuestro sentido común, así establecen sistemas binarios de oposiciones malos y buenos, ladrones y decentes que además forma parte del propio pensamiento de la sociedad que alimenta temores y prejuicios.

Ante la ruinosa gestión neoliberal, que provocó el apagón de la economía Argentina y encendió la especulación financiera, el gobierno que lidera el presidente, Alberto Fernández, debe reactivar el aparato productivo y resolver el brutal endeudamiento, y ese desafío, en casi el peor de los mundos, con caída de todas las economías a nivel mundial producto de la parálisis que nos dejó la pandemia.

Y como si esto fuera poco

Argentina asiste, otra vez, a una dura confrontación entre sectores económicos, políticos e ideológicos históricamente dominantes y un gobierno que a los tres meses de asumir tiene que enfrentar en un contexto de crisis económica una crisis sanitaria a causa de la pandemia

Se ha instalado un clima que busca romper con la calma y las firmes decisiones que se llevan adelante desde la conducción del gobierno nacional en conjunto con gobernadores e intendentes opositores, con incertidumbre, instalan intranquilidad, nerviosismo y miedo, (síntomas propios de la situación de aislamiento y distancia física, sin embrago, se percibe la intención de agudizar y aumentar estas tensiones) propio de la categoría de los desestabilizadores. No hay duda de que muchos de los argumentos que se oyen en los grandes medios de comunicación y en las redes sociales tienen un reconocible desprecio por la legitimidad gubernamental.

Para muestra un botón:

Osvaldo Bazan, periodista, dice en un programa de TN: «Va a haber que correr porque seguramente, con el nivel que estamos viendo en la calle, va a haber mucha violencia y robos», incluso ante la sorpresa del propio conductor del programa, el periodista de espectáculos señaló: «Me parece que es eso lo que va a venir, lo estamos viendo en la calle hoy, hay más arrebatos en la ciudad».

El periodista, Luis Majul, en sus últimas columnas del portal del diario La Nación, del mes de mayo, tituló en todas haciendo referencia negativa a la vice presidenta Cristina Fernández “Fernández y Cristina Kirchner los nuevos dueños de la Argentina quebrada”, “Fernández y Cristina Kirchner póngase de acuerdo”, incluso cuando se conoció la investigación por espiar ilegalmente, por parte de inteligencia en el gobierno de Mauricio Macri, el título de su columna fue “Espionaje ilegal y el operativo Cristina Kirchner”

En el horario central del noticiero del canal de cable del Grupo Clarín el periodista relata una situación de angustia por no poder ver a su sobrina recién nacida, que puede ser real y entendible, entonces dice ¿Está bien lo que está pasando? ¿Está bien esta cuarentena?”, comenzó explicando el periodista: “Mis hijos no vieron a su prima y no sé cuándo la van a ver. Mis abuelas no saben cuándo la van a ver. ¿Hace falta? ¡Nació mi sobrina y yo no la ví!”. Sin embrago para rematar se despacha con “¿Qué opinará Cristina de la cuarentena o del COVID-19? No sabe nadie, sinceramente, porque no dijo nada y es la vicepresidenta de la república”.

Muchos programas televisivos cuestionan las sugerencias del equipo médico que asesora al gobierno para evitar el colapso sanitario como ocurrió en Italia y España, cuando vale recordar que muchos de estos médicos eran referentes de consultas por estos mismos periodistas y canales de TV.

La referente del PRO y ex ministra del gobierno de Macri, Patricia Bullrich sale por cuanto micrófono tenga adelante denostando burdamente la extensión de la cuarentena obligatoria.

Se desataron los demonios

El decreto que prohibió los despidos, un estado argentino que vuelca muchos recursos para asistir a los más vulnerable (aunque para algunos tenga sabor a poco) sumado a la propuesta del Frente de Todos en el parlamento de reclamar un aporte extraordinario a las grandes fortunas y la posibilidad concreta de lograr un acuerdo con los acreedores externos, en una negociación que, al menos, le de un respiro a la deteriorad economía argentina, podemos afirmar que este conjunto de acciones políticas de estado desataron los demonios.

La atmósfera social y política trasciende el «tema de la extensión de la cuarentena y la pandemia», con sectores que buscan domesticar la política en función del mercado, ello a su vez genera inquietud en distintas franjas de la sociedad argentina, más allá de los acuerdos o desacuerdos con las decisiones del gobierno, estamos en una confrontación abierta entre modelos distintos de país.

Bajo un contexto de estanflación, crisis de deuda y parálisis económica estructural, no se debe paralizar la discusión y el debate político, sobre el rol del Estado, la participación popular, la distribución de las riquezas, la democracia, conflictos en una sociedad que busca avanzar en solidaridad, justicia social y equidad.

Para que el mate siga su vuelta necesitamos de tu colaboración
colaborar ahora

Comments are closed.