JA.SV.
Faltó preparación, y se notó fuerte, en el nombramiento del presidente de la CND Miguel Loinaz, que fue designado por venia de la cámara de senadores en marzo y destituido en junio a pedido del presidente Lacalle.
A propósito de la venia, tuvieron hacia él unas corteces y cálidas palabras de investidura los senadores de la bancada de gobierno, ambos del Partido Nacional, Gustavo Penadés y Sergio Botana. Al primero no vamos a dedicar mucho espacio aquí porque consideramos que ya ha tenido una semana difícil presidiendo y colaborando en el espectáculo rocambolesco del tratamiento de la LUC en el Senado que tuvo un pico de broche de oro (?) en el cruce con Graciela Bianchi al cierre del la sección de educación el jueves a las 23. Así que dejemos a Gustavo, y dejemos por ahora el quilombo de la LUC en el Parlamento para volver a Loinaz, otro que está lleno de quilombos, tantos que ahora va a tener que explicar en los foros de comercio mundial y algún parador de playa, la penosa situación en la que se vió obligado a renunciar por el presidente Lacalle. Después de estar en el foco de la atención por encabezar la iniciativa de envío al seguro de paro total a la mitad de la plantilla de trabajadores de CND (casi 80 trabajadores), contratar y destituir a su casi cónyuge como secretaria personal (más adelante decimos porqué) en la CND, rematando esta semana con otra tapa de Búsqueda, la segunda que es honrado con el cuestionable privilegio de ser nombrado en oraciones como:
«El abogado, que llevaba cuatro semanas en el cargo, dijo que había puesto un “escritorito” en la corporación para que su pareja le llevara “los papeles” de sus negocios privados y de otros “quilombos personales”.1
Ya ven qué quilombo por eso nos solidarizamos con el buen paisano del lado oscuro de la fuerza; Sergio Botana, otro que se debe querer recortar alguna parte de su humanidad después de cantar loas a Loinaz en el Parlamento, y que resaltamos aquí por su calidad documental:
«Fue abogado asesor de la Unión Europea y uno de los hombres que más se ha preocupado por diversos temas en el campo jurídico. Lo vimos trabajar en el área de la salud ocupacional; de hecho, fue precursor en ese campo. También fue abogado de la Junta Departamental de Maldonado durante muchos años, y contribuyó de gran manera a la legislación en materia departamental. Junto al doctor Gonzalo Aguirre Ramírez fundó el estudio ALS Uruguay y en la crisis del año 2002 trabajó fuertemente y trató de colaborar con muchísimos ahorristas que en ese tiempo perdían el fruto del esfuerzo de toda su vida.»2
Suponemos que ya debe haber perdido alguna amistad partidaria donde se gestó, tal vez, la sugerencia de hablar en el nombramiento de un personaje tan elástico éticamente como el flamante ex presidente de la CND, amante de los autos alta gama, el arte pictórico y las antigüedades;como un escritorio de Batlle o la conjunción de interés público y privado. Un hombre lleno de quilombos que aún no se ha podido casar con su «secretaria de la vida» a causa del Covid-19.
En definitiva, al gobierno de los mejores y más preparados, se le escapa por la tangente otro presidente de la CND, el primero no llegó a asumir, al enterarse de que las potestades eran menos de las que creía prefirió irse a una embajada. El problema en este caso es que Loinaz si llegó a concretar el cargo y en la impunidad que caracteriza a la persona que no chequea los ceros de sus cuentas, se pasó de honestidad, una honestidad brutal tuvo el Cónsul de Letonia. Algo así como un Zabalza recibiendo a Mitterrand pero de la oligarquía, que no duda en echar a los trabajadores si le sobran a sus intereses, de acomodar a un familiar y atender el negocio privado y público como parte de lo mismo, en definitiva lo que hace quien defiende su interés y el de los suyos y no escatima en puritanismos ni poses.
1Ver Búsqueda, jueves 4 de Junio de 2020 : https://www.busqueda.com.uy/nota/loinaz-renuncio-la-presidencia-de-la-cnd-pedido-del-gobierno
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