Colectivo Mate
Envidrio es una empresa recuperada y gestionada por los trabajadores, dedicada a la producción de envases de vidrio, surgida a partir de que se fundiera la vieja empresa, Cristalerías del Uruguay.
Mate Amargo conversó con Ronald Rojas Secretario General de la cooperativa.
La actividad productiva de Envidrio comenzó el 8 de agosto de 2008, dos años había llevado la reconstrucción de la planta industrial.
Su actividad principal es la fabricación de vidrio hueco en diferentes formas.
En el 2006 el proyecto Envidrio se presentó a un concurso del BROU saliendo 5to de entre 200 proyectos presentados. El monto solicitado fue de U$S 3.800.000
En el 2011 canceló el monto solicitado más intereses, pagando U$S 5.100.000.
A partir de ahí Envidrio trabajó ininterrumpidamente desde el 2008 al 2016, fecha en la cual terminó la vida útil del horno.
Durante esos 8 años se aporto al Estado U$S 13.000.000 por concepto de BPS y DGI. A UTE le pago más de U$S 7.800.000, a Ducsa (Ancap) más de U$S 10.300.000 por compra de combustible, de salarios pagó U$S19.400.000.
Además compró insumos, gas, materia prima, materiales por más de U$S 10.000.000 moviendo fuertemente el mercado alrededor de su producción.
Los nuevos desafíos que enfrentaba Envidrio frente al avance tecnológico y las exigencias del mercado hicieron que la directiva se propusiera la creación de una planta nueva aumentando la capacidad de producción e incorporando nuevas tecnologías.
El desafío no solo era trabajar para el mercado local sino también en el marco de la exportación.
Eso llevó a crear Alenvidrio concretando una alianza entre Envidrio (Uruguay) y Venvidrio (Venezuela).
El costo de la nueva planta ascendería a una inversión de U$S29.000.000, para lo cual la mitad lo colocaba Envidrio a través de una solicitud de préstamo al Fondes y la otra mitad lo aportaba Venvidrio.
La inversión venezolana fue hecha en su totalidad, lo que dió para iniciar la construcción en 2015.
Luego el Fondes comenzó a integrar lo que se había comprometido pero cuando llegó al 80% no pudo seguir, ya que una nueva reglamentación hizo que el Fondes suspendiera sus aportes (el aporte fue de U$S11.500.000).
Este hecho, por un lado atrasó fuertemente la construcción de la nueva planta y dejó sin capital de trabajo para la puesta en marcha de la fábrica nueva.
«Hubo que salir a conseguir más capital, el compromiso fue por parte de INEFOP, el cual aportó la mitad de lo que faltaba permitiendo al menos culminar la construcción.»
Todo este proceso fue largo y los años pasaron.
La planta nueva no se pudo terminar de construir antes que terminara la vida útil del horno anterior. En agosto del 2016 tuvo que parar su producción.
Planta nueva, nuevo empuje
En 2018, la nueva planta estaba lista. Uruguay había estado 2 años sin planta de vidrio.
Se habían perdido algunos clientes locales y varios internacionales.
«Hubo que salir a reconquistar el mercado perdido, entrar a competir en el exterior contra multinacionales y por momentos se logró. Vendiéndose más de 17 millones de envases a Brasil»
La planta nueva produjo desde mediados de 2018 hasta diciembre 2019.
Un nuevo parate.
Se tuvo que detener para realizar mantenimiento ya que se había logrado ampliar el mercado externo lo que permitía producir a máxima capacidad.
Actualidad
Rojas cuenta que hoy Envidrio tiene una planilla 60 trabajadores fijos (cuando recomience la producción ascenderá a 110).
“A partir de que se paralizó la producción quedaron activos 17 trabajadores en tareas de mantenimiento de la fábrica. El resto de los compañeros debió ir al seguro de paro, el mismo fue hasta 30 de abril negándose la posibilidad de extensión”.
“Nos seguimos juntando en Asamblea, estamos pasando un momento realmente difícil, con pérdida de potenciales clientes que ya se habían logrado en Estados Unidos y Brasil.
Tenemos reuniones por delante donde aspiramos se pueda resolver algo, o al menos que nos den expectativas claras”.
“Presentamos una carta en Presidencia a fin de analizar la situación y negociar el pago.
Hasta ahora no hemos sido recibidos por las autoridades y aseguramos que estamos en condiciones de afrontar la deuda, pero es excesivo pedir concordato por el atraso en el pago de una cuota del préstamo».
Por su parte el Directorio de Instituto nacional de empleo y formación profesional (INEFOP) pasando por alto la posibilidad de negociar, resolvió por unanimidad pedir concurso de acreedores para Envidrio.
Sobre el futuro.
Rojas continúa «Si lo que quieren es vender la fábrica a inversores privados que lo digan de una vez”.
La fábrica es única en Uruguay puede cubrir el 100% de la demanda nacional y es muy competitiva a nivel regional y aún más lejos.
«Hay cuestiones que también tiene su peso, como el cuidado del medio ambiente en Uruguay, la planta puede comenzar a trabajar de inmediato, empleando a más de 100 personas en forma directa y más de 300 en forma indirecta.”
Las expectativas para el futuro son muy buenas, tiene pedidos de FNC para la producción 2020, tiene pedidos de frascos para Conaprole, solicitud de envases de vermouth, ha recibido pedidos de los clientes de Brasil para continuar trabajando, consiguió formar alianza con una empresa estadounidense que le ayudaría a trabajar al 100% la capacidad del horno, aportando también el capital de trabajo necesario para la producción.
«Es una planta de última generación, produce envases de muy buena calidad.
Puede reciclar más de 30.000 toneladas de vidrio por año, el cual hoy se entierra como basura.
Existe la posibilidad de poder usar como combustible alternativo el aceite quemado automotriz ya que su horno quema a más de 1400º, condición necesaria para poder quemar el aceite sin contaminar (podría quemar más de 13.000 litros por día). Eso en varias plantas de vidrio en la región ya se está haciendo»
«Este proyecto siempre se trato de generar trabajo, desde 1999 la lucha fue y será por el trabajo y la industria nacional.»
Desmantelar esta unidad para sacarla del país sería un atentado al trabajo y la industria nacional.
Amargueando
Durante todo el proceso la derecha y el establishment capitalista atacó el proyecto aparentando una rigurosidad que no existe para cualquier otra empresa que no tuviese trabajadores al frente. Cada decisión y apuesta de esta unidad productiva fue analizada y criticada por donde se podía. Envidrio funcionando es un mal ejemplo para los importadores y los capitales parasitarios de este pequeño rincón del mundo, que tratan todos los días de justificar su intermediación a partir de señalar la poca rentabilidad que tiene arriesgar en Uruguay . Envidrio gestionada por trabajadores son millones de dólares que se pierde algún intermediario, como ya perdieron cuando comenzó a producir y evitó la importanción de un sinfín de botellas. En este sentido, en las campañas contra la autogestión, no sólo se debatió en ideas, nada es gratis para los mercaderes de la derecha de este país.
Parece que lo que les duele es ver intentar superar la explotación como forma de producción económica. Nunca le perdonaron la rebeldía a los trabajadores de Envidrio, ni mucho menos el éxito por más pequeño que sea. La autogestión es un largo camino de aprendizaje social. Hoy el cerco busca asfixiar a un emprendimiento de trabajadores. No logran comprender que no hay cerco para las convicciones.
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