Rodrigo Barbano
El ave llamada comúnmente ‘Tero’ (Vanellus chilensis), se encuentra tanto en el ambiente urbano como rural del cono sur de América. Con una altitud de vuelo relativamente baja, se destaca de este pájaro la virulencia de sus ataques cuando alguien se acerca al nido, los huevos y sus crías, así como el curioso mecanismo de ‘gritar’ en un lugar lejano a los mismos cuando se acerca un intruso para despistar de lo realmente importante, que es su progenie.
En un nuevo capítulo del affaire Argimon-Cristino, cobró luz pública que este último habría tenido un altercado en un hotel, lo que ameritó la intervención de las fuerzas del orden a través de las cuales fue retirado de las instalaciones e internado en el hospital Vilardebó. Como todo lo relativo al relacionista público y, sobretodo, a las noticias tendientes a desacreditarlo, este evento fue cubierto casi en tiempo real por los grandes medios de comunicación. Los mismos medios que habían puesto el foco en la parte Cristino del escándalo Argimon-Cristino ahora utilizan la situación para reafirmar los prejuicios que ellos mismos habían cimentado (basados claro, en elementos reales y evidentes como la fragilidad que la persona claramente tiene y que ha reconocido).
Días más tarde, funcionarios del hospital se comunicaron con la Institución Nacional de Derechos Humanos planteando que se pretendía tomar declaración al paciente Cristino en un momento en que, a criterio médico, no estaba en condiciones emocionales y de salud mental para hacerlo. La Institución entonces, o las personas responsables del manejo del tema de salud mental, decidieron consultar al fiscal que estaba obrando en el caso, para interiorizarse de detalles o perspectivas de primera mano.
Pero tan llamativo como la internación de Cristino fueron las declaraciones el pasado 7 de julio del Sr. fiscal Diego Pérez cuyo grito resonó lejos, muy lejos de esta posible irregularidad, manifestando a todos los micrófonos que se le pusieron enfrente que en 25 años de trabajo es la primera vez que recibe una comunicación de este tipo.1
Este marco temporal ya es un tanto difícil de sostener porque la Institución tiene 8 años de vida, y solo en los últimos 4, competencias para hacer consultas sobre salud mental, en particular las relacionadas a las internaciones compulsivas. En efecto, la ley de salud mental (Nº 19.529. Art. 29)2 otorga a la INDDHH la competencia de entender en los casos en que la internación haya tenido estas características y la obligatoriedad de los prestadores de salud mental a notificar, entre otros organismos, a esta Institución dentro de las veinticuatro horas siguientes de la internación compulsiva, informando de los fundamentos que sustenten la misma.
Ante estos datos no parece tan absurda y sui generis la consulta del área de salud mental de la Institución para conocer las circunstancias de internación y estado de salud del paciente internado compulsivamente. Poco después el fiscal general Jorge Díaz se sumó a lo manifestado por Diego Pérez, en forma de nota dirigida a la Institución, en la que afirma que las actuaciones de la misma desconocieron la reserva del caso que actúa para los indagados en una investigación penal. También es llamativo este planteo, ya que la Institución consultó sobre los motivos de internación y estado de salud del paciente y no sobre los pormenores del caso, estos sí, bajo reserva. Un transeúnte desprevenido podría escuchar el grito en un lado y no darse cuenta que el nido está inevitablemente en otro.
Pero para seguir agregando ingredientes a esta fábula silvestre, al día siguiente surgieron las voces de las senadoras del Partido Nacional, Gloria Rodríguez y Graciela Bianchi, preocupadas, al igual que los fiscales Diego Pérez y Jorge Díaz, de la comisión de una irregularidad en la intervención de la INDDHH.3
Lejos quedaron los días en que conocimos a Cristino, sus audios con la vicepresidenta en las que ella revelaba de que todas las llamadas quedaban grabadas, y en los que le decía al relacionista público que se cuidara. Esos son unos nidos que parecen albergar huevos de los que -a fuerza de gritos de diversa índole y orígenes- estamos cada vez más lejos. La diferencia con los teros que pueblan nuestras llanuras, es que estos otros teros, son de alto vuelo.
1https://970universal.com/2020/07/07/fiscal-diego-perez-revelo-quien-se-comunico-con-el-desde-inddhh-la-institucion-desconocia-esa-gestion/
2https://www.impo.com.uy/bases/leyes/19529-2017/37
3https://www.subrayado.com.uy/partido-nacional-convoco-la-institucion-ddhh-al-parlamento-el-caso-cristino-n645486
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