“Si no creyera en cada herida
Si no creyera en la que ronde
Si no creyera en lo que esconde
Hacerse hermano de la vida”
La maza – Silvio Rodríguez
El pasado lunes 27 de julio, en la Sala 17 del Anexo del Palacio Legislativo, se llevó a cabo una actividad con la iniciativa de construir el Comité para la nominación al Premio Nobel de la Paz a la Brigada Médica Internacional Cubana Henry Reeve.
La actividad contó con la participación oral de Daniela de Polsi (Secretaria de Relaciones Internacionales de la FEUU); Martín Pereira (Presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública); Susana Pereyra (Diputada y hasta hace poco miembro del Grupo de Amistad Interparlamentario Uruguay-Cuba) y Fernando Gambera (Secretario de Relaciones Internacionales del PIT-CNT). También contó con la presencia de miembros de: Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), Federación Uruguaya de la Salud (FUS), Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE), médicos uruguayos graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), Economía Política UY, Fundación Vivián Trías y la Red en Defensa de la Humanidad (REDH – Capítulo Uruguay); parlamentarios y ex parlamentarios como Gabriel Otero y Héctor Tajam; y con la cobertura de los medios: Tele Sur, Radio Uuguay y Mate Amargo.
Todas las oratorias fueron dirigidas a resaltar el histórico carácter solidario de Cuba, histórico -sobre todo- a partir de la Revolución que desde hace más de 50 años dirige los destinos de la isla caribeña. En Uruguay sabemos bien de qué hablamos cuando hablamos de solidaridad cubana. Suman más de 90.000 los y las pacientes que han vuelto a ver gracias a la ‘Operación Milgaro’, sin que ello signifique “endeudarnos 2 o 3 miembros de la familia para pagarle la operación a nuestros abuelos”, como contaba Gambera que sucedía en 1990.
Son 30 los países de América Latina y el Caribe que, contando solo los últimos 4 años, han visto a 700.000 pacientes atenderse con las Brigadas Solidarias de Médicos y Médicas Cubanas. Mostrando que el agresivo bloqueo económico que Estados Unidos le impone a Cuba desde hace más de 30 años, ha podido atentar contra el normal desarrollo de su economía, turismo, etc., pero no ha podido impedir que este país exporte gratuitamente su conocimiento y su fuerza de trabajo para el combate de problemas de salud, en este caso frente a la Pandemia del COVID-19, a lo largo y ancho del mundo.
“Amor con amor se paga” no es simplemente un refrán popular que evoca un principio de reciprocidad, mediante el cual debemos corresponder los “servicios prestados”. Es un compromiso, es una opción política y de vida, es la solidaridad en su máxima expresión.
Difícilmente, por lo menos en la actualidad, seremos capaces de pagarle al pueblo cubano con “la misma moneda”, pero a nuestro alcance se encuentra el firmar esta justa petición y el oponernos al anti-humano bloqueo económico del que está siendo víctima.