Se está acabando el edulcorante, El NeoHerrerismo y Sanguinetti gobiernan Uruguay.

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@mateamargouy

15 días de senador y 4 meses de canciller se lleva al currículum. Mientras muchos dudamos si su época de político famoso llegó a su fin. Más claro nos queda que Talvi seguirá trabajando en el quehacer político de la derecha. Su caudal electoral construido con un discurso centro-derecha-progre lejos está de sus propuestas que siempre fueron del tinte liberal, excluyente, concentrador y sobre todo de enfocados en aumentar la ganancia de unos pocos.

Talvi siempre seguirá siendo una mente nacida desde afuera con horizontes marcados por los centros de poder. Ahora la duda viene sobre que van a hacer con el caudal centro derecha-progre que generó dentro del Partido Colorado.

“La jugada” de Lacalle hijo parece caer más en la casuística que ser fruto de la planificación. Al mismo tiempo que quedó fuera la persona con mejor opinión pública del gobierno, llamó a su Señor de las Relaciones Exteriores desconocido para la mayoría de la población.

Por otra parte se sacó algo que podría llegar a un ser un peso, destinando al sector Ciudadanos (el más votado dentro del PC) a un Ministerio de Ambiente que todavía no existe. Realmente, y lo más probable culpable de todas las cagadas ambientales.

Aquel asesor del triste recordado Banco Central Uruguayo del gobierno del Lacalle padre, asesor de confianza de Jorge Batlle, casi presidente del Banco Central del la crisis 2002 (¿no aceptarlo fue olfato de supervivencia, cómo hoy?), director de un think tank perteneciente a una red de instituciones pensantes que se dedican a pregonar ideas que benefician a empresas y bancos multinacionales, se va dejando el tendal en su partido y una hipoteca a los y las uruguayas.

Talvi aseguró que seguirá con ese rol constructor y predicador, desde un lugar quizás más cómodo y lucrativo.

Mientras el foco mediático esté en la interna colorada se reproduce el discurso de que el gobierno está por fuera de esto. Carta libre para seguir con su programa de ajuste económico, los aliados molestan menos.

La coalición tal como dijeron ya no existe, y se va cayendo el decorado que fuera utilizado para llegar a esa ajustada mayoría. Ya no está Novick ni sus millones de pesos destinados a atacar al Frente Amplio, no está Talvi recuperando a esos frenteamplistas desencantados. Ya consumieron a todo pequeño partido que le arranque votos, votitos, al Frente Amplio por “izquierda” o por lo que diga la agenda. Sartori anda por Suiza o Marbella.

La estrategia de la gran nube mediática y el multiverso de la derecha en su esplendor ganó las elecciones e instaló un gabinete. Demasiado pronto a algunas de esas estrategias le está llegando su ocaso.

Del ruido quedará el cuento de que un día gracias al empujón anímico de Jorge Batlle, Talvi se convenció de “hacer” política… y al otro día se fue.

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