Por Gabriela Cultelli y Héctor Tajam
“un personaje que se repetirá sistemáticamente: la masa”i Che.
Sin duda el Che ha sido uno de los filósofos más importante de los últimos tiempos. Campanazos de ideas que vienen de más atrásii y que, en tanto que dialéctica transformadora teórica y práctica lo trasciende, aunque se pretende dejar en el olvido, o en el mejor de los casos, destacar solo su accionar práctico, y su vida ejemplar.
Es imposible pretender en un artículo abarcar toda la obra filosófica e incluso económica del Che, de allí que escojamos algunos aportes de su autoría y hagamos referencia a otros artículos publicados la semana pasadaiii que nos ayuden a pensar el presente. En este caso, y por la actualidad y vigencia, comentaremos su concepción del “hombre nuevo”, que seguramente si lo hubiese escrito en estos tiempos, además de la genialidad del concepto en sí mismo, lo hubiera escrito en forma inclusiva, hecho que para nada invalida su pensamiento, y nos permite enriquecerlo en este sentido. Porque las formas, tampoco son estáticas. Hablemos entonces de “persona nueva” o “gente nueva”, sobre todo porque tenemos que retomar la misma arcilla para su construcción.
Este nuevo/a individuo colectivo/a, esta nueva masa que también individualiza, aparece como una construcción permanente, que viene de antes y se masifica con nuevos valores que entrañan un potente entrelazamiento entre la base material que le da sustento, el momento histórico, y la cultura que la transforma.
El concepto de enajenación y de hegemonía en el Che
“El ejemplar humano, enajenado, tiene un invisible cordón umbilical que le liga a la sociedad en su conjunto: la ley del valor. Ella actúa en todos los aspectos de la vida, va modelando su camino y su destino”iv Che
De cierta manera Gramsciana, pero con la riqueza de la actualización que permite la práctica revolucionaria, el Che replantea el concepto de hegemonía (lo pule, lo desarrolla) retomando leyes de la Economía Política. La ley del valor aquí aparece no solo moldeando los espacios mercantiles, si no ascendiendo a las esferas de la conciencia social, y de la vida de las personas como un todo.
Muchas veces se habló en estos tiempos del “consumismo” como una de las causas incluso de la derrota electoral reciente. En otras oportunidades escribíamos que el motivo de vida del sistema capitalista era la obtención de masas crecientes de plusvalía, y que la plusvalía se realiza en el consumo por lo que sin desarrollo del consumo expiraba el Capital, y que el desarrollo en los marcos del capitalismo planteado por los procesos progresistas no podía dejar de ser desarrollo del consumo. Pero el desarrollo del consumo implica en sí mismo una relación social y por tanto un conjunto de ideas impregnadas y a impregnar en el ideario colectivo. De allí esa necesidad de moldear caminos y destinos. Son, en definitiva, las leyes del capitalismo actuando sobre las personas sin que estas lo perciban, o como el propio Che decía describiendo el hecho “El premio se avizora en la lejanía; el camino es solitario. Además, es una carrera de lobos: solamente se puede llegar sobre el fracaso de otros.”, algo así como el “hace la tuya” que la propaganda de Seven Up nos rezaba en los 90´. Es en definitiva el necesario poder que ejercen las clases dominantes, y la enajenación de las subordinadas.
Nos habla entonces de una persona/masa que es parte de la sociedad mercantil, la mercancía como célula fundamental alrededor de la cual se mueve todo y las implicancias del caso. Si él refería a lo complejo de tales circunstancias al intentar romper con el sistema, podrá tenerse idea a que nos enfrentamos cuando apenas y desde una minoría (mayor o no) pretendemos hacer alguna mella para simplemente encausar un proceso de desarrollo humano más justo y equitativo, sin romper con el mismo. Estas, y entre otras tal vez más ricas y complejas, son las reflexiones sustanciales a que nos lleva hoy el ideario marxista del Che.
La masa y su ausencia o la antítesis de la persona nueva
Como decíamos antes, esa “persona nueva” era concebida por el Che como un proceso histórico, dónde el individuo sin dejar de serlo, iba dejando el protagonismo cada vez más a la masa. Pueblo que en ese proceso iba construyendo al unísono personas diferentes, cada vez más colectivas. Este proceso se situaba a la par del cambio en la base material.
Porque el cambio en la base material por pequeño que sea, si se pretende apuntar a un futuro revolucionario, no puede armarse desde elites políticas, si no desde grandes mayorías, aún si de ellas participan clases dominantes y subordinadas. No hay forma de cambiar la ecuación, si no es desde la ecuación misma.
La ausencia de la masa en un proceso de burocratización cada vez mayor en la toma de decisiones por más justicieras que estas sean, terminan con cualquier proceso de cambio avanzado o incipiente. La masa al mismo tiempo, culmina en el reflujo que le permite el Capital. Entendida así la dialéctica profunda expuesta por Guevara, podemos encontrar algunas respuestas tanto en retrospectiva ampliav como recientevi.
Muy lejos de ser “idealista” como lo acusaron muchos y muchas, llamaba la atención sobre la necesidad del desarrollo de la base material, agregando la importancia de los estímulos morales en una construcción que debía volverse cada vez más colectiva, masificada. Destacó asimismo la importancia de la Educación “directa” e “indirecta” (como clasificaba a la que no provenía del sistema educativo formal, sino del propio accionar colectivo).
En tal construcción aparece el rol esencial de la cultura, del arte, pero de aquel que ayuda o enseña a pensar, a educar individuos críticos, masa crítica. Y que lejos estuvimos de aquella idea en un país donde sus artistas no son reconocidos socialmente como tal, pues ni un salario mínimo se le pagó, o lo que es peor aún, solía subirse a las tribunas electorales música comercial para atraer votantes, alejándose también del concepto de arte para los nuevos tiempos. Algo se avanzó, pero faltó muchísimo, entre otras cosas, priorizarlo.
En su pensamiento, otro elemento leído con mucho dogmatismo, fue su concepto de “vanguardia”, que en definitiva podríamos en otra lectura identificar como hombres y mujeres que “tienen su vista puesta en el futuro y en su recompensa, pero esta no se vislumbra como algo individual; el premio es la nueva sociedad”. Podríamos comprenderla como personas partícipes del tiempo que les tocara vivir, y por tanto muy lejos de ser “carmelitas descalzas”, buscan formas organizativas particulares para cambiar el mundo. Ahora bien, que tanto se alejan o acercan a la “entrega total”, dependerá también del tiempo que les toque vivir, pero sin dudas lo que tendrán que mantener para observarse como tal, es que para ellas el hacer política sea una forma de vida, no una forma para mejorar su vida, o sea “el premio” buscado en todo esto, de lo contrario su aislamiento con la masa los alejaría de su objetivo vital, autodestruyéndose en su papel. En ello la importancia de la juventud como “La arcilla fundamental de nuestra obra … en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera”vii. Preguntarnos qué sucedió con esta creación colectiva, desde la o las organizaciones del pueblo, es una interrogante que para nada pierde actualidad.
En síntesis, hoy más que nunca, invitamos a leer o releer con mirada siempre nueva al Che Guevara, sobre todo y en primer lugar sus escritos filosóficos y desde la economía política. La dialéctica del desarrollo hoy, nos pone al alcance de todos sus textos en internet. Lecturas obligatorias que tenemos más que nada nosotres, porque una de sus obras más importantes (si no la más) fue escrita para este pueblo pues creía que estos temas podrían ser interesantes para “el lector uruguayo” como él mismo lo expresó.
Porque es hora de volver, y al decir de Daniel Viglietti, a tomar la arcilla.
i Guevara, E. “El socialismo y el hombre en Cuba” Semanario Marcha, Montevideo 1965
ii Referimos especialmente a Marx, Lenin, Gramnci y Fromm entre otres, como antecedentes de la teoría del “Hombre nuevo” (“Persona o Gente nueva” como podríamos llamarla hoy)
iii Molina, E “Hacia una prospectiva socialista desde Antonio Gramsci y Ernesto Che Guevara” MateAmargo 8/10/2020 en y Molina, E “Ernesto Che Guevara acerca del papel de la banca cubana frente al dólar.” MateAmargo 8/10/2020 en https://bit.ly/2Ibnhil
iv Guevara, E. Ob.cit.
v Él mismo se mostraba crítico de varios fenómenos que ya percibía del llamado por aquel entonces “campo socialista”, en ello, el retraso que mostraban las propias ciencias sociales para explicarnos lo nuevo
vi Por ejemplo, nuestra propia experiencia progresista salvando las distancias en los objetivos planteados
vii Guevara, E. Ob.cit.
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