El pasado domingo 25 de octubre Chile se enfrentó a un Plebiscito de “entrada” a un proceso constituyente. El 78,8% de los electores decidieron por el “Apruebo” a reformar la constitución y de este porcentaje el 79,6% eligió la «convención constitucional» para la redacción de la nueva carta magna.
De esta convención constitucional no participarán representantes del Congreso (diputados y senadores) sino que se elegirán a través de elección directa a las y los integrantes,el próximo 11 de abril de 2021. De los 155 representantes constituyentes, mitad serán hombres y mitad mujeres, se tratará del primer órgano paritario que redactará una Constitución en el mundo.
Además existe la discusión en torno a una cuota de escaños reservados a pueblos indígenas. Aunque el Congreso aún no define cuántos ni cómo se elegirán, algunas organizaciones Mapuches posterior al resultado de convención constitucional prefieren presentarse sin cuota.
La convención que redacte el texto fundamental se constituirá en mayo de 2021. Sólo las normas aprobadas por 2/3 de sus integrantes se incluirán en la nueva Carta Magna. Si no hay acuerdo en una materia, ella se regirá por una ley regular. La discusión se hará sin un anteproyecto. Por eso se habla de un trabajo a realizar sobre una «hoja en blanco» y que sólo incluirá aquello que tenga un 67% de apoyo en la convención.
El texto final que redacten se enfrentará a un «plebiscito de salida» o ratificatorio, con voto obligatorio, que se realizará 60 días después de su elaboración, durante el segundo semestre del 2022.
El gran desafío para esa última etapa de la votación por una nueva Constitución será convencer a las y los habilitados a votar por esta última, ya que a diferencia de lo que sucedió el domingo dicha elección será obligatoria, es decir, debería votar el 100% de los habilitados. Cabe recordar que el domingo si bien ganó el “apruebo” muy holgadamente, se trató de una elección no obligatoria a la que asistió el 50% del electorado.
El escenario que sigue es largo y complejo, y el resultado dependerá en gran medida de la cohesión que logren los movimientos sociales y la izquierda durante todo el proceso convencional.
|