Pablo Acosta
Nota sobre represión y no represión policial en algunos espacios públicos de Uruguay.
Fin de semana largo, sondeo y anticipación de temporada larga de verano para el gobierno; escapada y merecido descanso para algunas personas en termas y playas, para otras; de familia y concentración doméstica. De las primeras, no tenemos noticias de que hayan sido dispersadas por la policía a balazos de goma y de los pelos mientras practicaban sus actividades recreativas (como; pasear por el puerto de Punta del Este o hacer fila cerrada para entrar a las termas), cómo si nos llegaron de las segundas sobre la medianoche y todo el día 2 de noviembre.
Lo de la plaza Seregni no es un hecho aislado. El ministerio del interior ha dado a conocer que fueron 350 operativos simultáneos en todo el país.
Acá un ensayo de tambores que se buscó disolver de mala manera, allá cuatro pibes contra la pared por estar en una plaza, más allá otros sospechosos… “el terror que repiquetea en la noche”.
La agencia de publicidad gubernamental (¿nos gobierna una agencia de publicidad recuerdan?), que no conoce de descansos ni feriados, dedicó buena parte del día a ahogar los reclamos de explicaciones por parte de la ciudadanía y la oposición política a los responsables empezando por el Ministro del Interior y Jefe de la Policía, aduciendo que hay una “manija contra la policía”. Y así han transcurrido estas horas desde entonces dónde las únicas explicaciones que ha dado Larrañaga por el momento acumulan “me gusta” y “me enfada” en Facebook.
En la licuadora informativa a la que tristemente nos estamos acostumbrando no suena mucho el complemento de la “libertad” que tanto repite el presidente Lacalle Pou: “la responsabilidad”. Parece que los responsables sólo tienen que ser algunas personas, los y las más débiles que tienen el espacio público para expresarse; las y los trabajadores de la policía que los van a reprimir, y no las autoridades que les dan las órdenes.
Quizás la presión de la tarea le está haciendo dudar de su convicción republicana al Sr. ministro Larrañaga y ya no distingue los matices de la democracia. Por eso ve: “Por un lado, vecinos que piden la intervención de la Policía para controlar y, por otro, el de ciudadanos que sienten que tienen derechos y ninguna responsabilidad sobre lo que le pase a los otros.” (cita textual de la cuenta de facebook).
Cierto que el Ministro en su ejemplar forma de comunicar la versión “oficial” (a través de Facebook) habla de “Libertad Responsable”, así con mayúsculas, sin embargo se olvida u omite deliberadamente que existe un protocolo de actuación policial, que él y sus subordinados también deben respetar la Ley y la Constitución.
Se olvidan que en este país nadie se da media vuelta y sin chistar por una orden sin explicaciones ni fundamentos, porque se lo piden desde un altoparlante cómo en las viejas (cenozoicas) épocas.
Después de todo somos “Gente bien, gente humilde cansada / De palo no vamo’ a dejarno’ arrastrar”.
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